Honorable señor
Luis Guillermo Solís Rivera
Presidente de la República
CASA PRESIDENCIAL
Asunto: APM Terminals-Muelles del atlántico:
Acerca del “perdón” que usted le pidió al Expresidente Arias.
Estimado señor Presidente:
Con el respeto de siempre, le expresamos nuestro más atento saludo.
Aunque sabemos que está de vacaciones por estos días santos, resulta absolutamente imposible ignorar lo relacionado con su “disculpa” al expresidente de la República, señor Oscar Arias Sánchez, en torno a la cadena de negocios que se ha venido gestando en el marco de la entrega al capital transnacional de los principales puertos nacionales, Limón y Moín; uno de los más vergonzantes y vergonzosos procesos de apropiación privada de bienes patrimoniales de la nación.
Considerándose la magnitud de los intereses corporativos inmersos en esta repugnante operación de enajenamiento de la actividad muellera del atlántico y la gran cantidad de intereses político-jurídicos inmersos en el asunto (característica muy usual en los gobiernos del Partido Liberación Nacional PLN, a partir del sostenido proceso de degeneramiento político que le ha caracterizado luego de que tal colectividad partidaria renegara de sus originarios principios socialdemócratas para adoptar los del capital neoliberal que pretende privatizar toda la institucionalidad pública); sus palabras quedaron resonando en nuestros oídos y no podemos dejar de pensar en el significado intrínseco de las mismas:
“Sí, pero yo no estoy en los negocios y él si estaba en los negocios”
El “él” al que usted se refirió y que su disculpa pública lo reafirma, es el señor Oscar Arias Sánchez, notable impulsor del pase del PLN a los campos del neoliberalismo y su lógica de apropiación privada con fines de lucro mercantil de toda la cosa pública.
La disculpa suya solamente agiganta nuestra percepción de que usted sabe más de lo que pensamos sobre el proceso de concesión de los muelles de Limón y de Moín; de que usted está en poder de información altamente sensible al respecto; y, quizás, ahora que su gobierno tiene el control de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), a lo mejor le llegó documentación neurálgica al respecto.
Esa respuesta suya tan inmediata, locuaz y contundente de que “él si estaba en los negocios…”, es producto de una asociación mental en cuestión de segundos que puede ser basada en la posesión consciente de elementos que le llevaron a ser tan categórico en ese instante; y conociendo su bagaje intelectual no puede uno dejar de pensar de que usted sabe algo que los demás mortales interesados en este delicado asunto no sabemos; y que queremos saber porque creemos que tenemos el derecho a ello.
Respetuosamente, para nadie es un secreto que el expresidente Arias (así como su hermano, don Rodrigo), son personas de mucho relacionamiento corporativo, tanto a nivel nacional como internacional; y, por tanto, el proceso de entrega a APM Terminal de los muelles públicos hasta hoy en día gestionados por Japdeva, no les sería nada desconocido.
La contundencia con que usted respondió en un inicio, y la inmediata solicitud de perdón que le pide al citado y controversial exgobernante, alimenta nuestra percepción de que “algo podrido huele en Dinamarca”, en todo este proceso privatizador.
La magnitud de su dicho, señor Presidente, aunque usted haya pedido “perdón”, no se compara con los dichos de las tres personas embajadoras que usted destituyó recientemente, por expresar opiniones que con un “perdón” les hubiera permitido conservar sus cargos, y sin la grave lesión a sus propias dignidades y honor que se les causó, públicamente, por la forma en que fueron separados de sus cargos.
La magnitud de su dicho, señor Presidente, aunque usted haya pedido “perdón”, deja la posibilidad de que por otras vías y con otros recursos, pueda emerger en un determinado momento la verdad real de los hechos de todo este proceso de concesión, sobre el cual existen percepciones de gran opacidad en su concreción; lo que podría ser devastador para la credibilidad presidencial en el sentido de poseer información “clasificada” que se habría guardado por quién sabe qué consideraciones “impublicables”.
Así las cosas, señor Presidente, amparándonos en el artículo 27 Constitucional y en el 32 de la Ley de Jurisdicción constitucional y empleando esta vía electrónica que ha legitimado la Sala IV como válida para interpelar a la Administración, le estamos solicitando nos indique lo siguiente, todo lo cual se lo pedimos con el mayor respeto:
a) si usted y/o su Gobierno están en posesión de información-datos de que hagan dudar de la transparencia del proceso seguido para esta controversial concesión;
b) de que usted nos proporcione los nombres de los bufetes que han interferido en la asesoría administrativo-procesal a la transnacional holandesa;
c) de que usted nos indique las audiencias que usted pudo haber concedido en su despacho presidencial, a personas, entidades, emisarios, empresarios y similares que se presentaron a abogar a favor de esta concesión;
d) de que usted nos indique de sus reuniones al más alto nivel con personeros claves de su gobierno que habría tenido como agenda de trabajo, para darle “seguimiento” a este controversial proceso;
e) de que usted nos proporcione copias de correspondencia oficial relacionada con esta concesión; tanto aquella que debía emitirse por pura tramitología procesal, como cualesquiera otra comunicación en la que su despacho se refiriera al proceso.
En verdad, para tranquilidad de nuestras propias conciencias, esta circunstancia suya en esto de APM Terminals nos convence de que la posición política correcta ha sido la de oponerse a esta privatización muellera por parte de una gran cantidad de sectores sindicales, sociales, ecologistas y ambientalistas, cívicos y patrióticos con los cuales una vez usted compartió visiones-país, radicalmente distintas a las defendidas por el “corporativismo arista”.
Reiterándole nuestro mayor respeto y consideración,