Autoridades del Estado costarricense:
Tenemos información de una reunión que se habría celebrado la primera semana de setiembre de este año, con la participación de Fernando Sandi, presidente ejecutivo del SINART, Federico Amador, director general del SINART y Oscar Ramírez, subdirector general, otros elementos de su equipo asesor.
Esa reunión la habrían tenido con el ministro de Hacienda, el ministro de Cultura y otros personeros de Gobierno, con la finalidad de solicitar una inyección de recursos económicos para hacer frente a las obligaciones del SINART para este y el próximo año. Esto no es parte del presupuesto extraordinario de mil millones de colones ya solicitado para pago de demandas, mutuos acuerdos y reestructuración, que la Contraloría General de la República informó autorizar el viernes anterior.
A la fecha, no se conoce la respuesta que el Gobierno dio a las solicitudes planteadas para mejorar la difícil situación financiera que enfrenta la institución, para su viabilidad como sistema de medios públicos de Costa Rica.
Una vez más queda demostrada la incapacidad, la pésima gestión administrativa y, más importante aún, los verdaderos culpables de la crisis en la que está sumida la institución. Han sido años de decisiones tomadas al margen de la legalidad.
Hacemos un llamado respetuoso pero vehemente para que la Procuraduría de la Ética y la Fiscalía intervengan ya el SINART y siente las responsabilidades correspondientes ante el mal manejo de las finanzas y la irresponsabilidad administrativa que seguimos viviendo en el SINART, empezando por el Consejo Ejecutivo y demás tomadores de decisiones.
Señor presidente de la República, don Rodrigo Chaves, a usted como máxima autoridad de nuestro país, le pedimos que por favor se eche la bronca por el SINART. Usted ha sido insistente en que, en su equipo de gobierno, quien no trabaja por Costa Rica, debe irse. Las razones han quedado más que demostradas.
Haga para Costa Rica lo que los mismos organismos internacionales como la OCDE defienden: cada país merece un sistema de medios de comunicación de servicio público fortalecido.
Quien sólo tienen como plan despedir y debilitarlo, no merecer ser parte del SINART.