Estimado señor Presidente:
Como a usted le consta, hemos discrepado abiertamente en diversas ocasiones sobre decisiones adoptadas en ámbitos diversos, por el Gobierno que usted encabeza.
Particularmente, en cuanto al tema del denominado tratado de “libre” comercio (TLC), con los Estados Unidos de América, las discrepancias han sido evidentemente obvias. Los acontecimientos que ha vivido el país al respecto, en las últimas semanas y meses, así lo muestran.
Pese a todo ello, hoy tenemos que reconocer, como prudente y oportuna, la decisión que usted ha adoptado, para no enviar al trámite legislativo el TLC; considerando que la actual y venidera coyuntura política en la potencia del norte, pone en entredicho dicho tratado.
La decisión que usted ha tomado, Sr. Presidente, contribuye a mantener la necesaria paz social que Costa Rica siempre ha buscado; pues hoy en día una situación de estabilidad es más que urgente y necesaria, ante otros desafíos pendientes de atender, especialmente para la clase trabajadora y el pequeño y mediano empresariado, ante una situación económica acongojante.
No hay necesidad de llevar al país a una confrontación que, aparte de dolorosa, sería innecesaria en los actuales momentos; pretendiendo forzar la tramitación legislativa de un TLC cuyos cuestionamientos, críticas, reservas y rechazos han venido creciendo sistemáticamente, en ámbitos más allá de los sindicales.
Hoy, la amplia coalición de grupos, organizaciones y personas contra ese TLC, van desde las entidades laborales hasta sectores empresariales. Por demás, ecologistas, estudiantes, movimientos de mujeres, agrupaciones eclesiales, prestigiosos intelectuales y académicos, entre otros, vienen aportando elementos de sólida argumentación que contradicen lo que hasta ahora se le ha dicho al pueblo costarricense, sobre las “bondades” del TLC.
Para muestra un botón: El artículo de opinión denominado “Democracia tridimensional: Un TLC equitativo y respetuoso de nuestras instituciones”, aparecido en la página 30A de La Nación, del día de ayer, miércoles 7 de junio; en el cual un prestigioso grupo de ciudadanos y de ciudadanas, de distinta procedencia profesional y política, critica el TLC hoy ya tan cuestionado.
Como es lógico suponer, su prudente y oportuna decisión ya está recibiendo las primeras críticas y vendrán las fuertes presiones de los sectores entreguistas y antipatriotas que ven en el tal TLC tan sólo “oportunidades de negocios”, totalmente excluyentes y antisolidarias según nuestro criterio; negocios jugosos con el más rentable patrimonio público que nos fue heredado de las generaciones anteriores y que pertenece a la totalidad del pueblo costarricense.
Sin embargo, a pesar de tales presiones, esa oportuna decisión suya debe mantenerse. En la amplísima y variada gama de grupos opositores al TLC, ya en coalición articulada para actuar organizadamente, esa decisión ha sido bien vista.
Creemos que se ha pensado primero en la paz social antes que en los negocios de un pequeño grupo de personas, ya de por sí bastante adineradas.
Bien es mejor apelar, como usted lo ha hecho, a esa actitud costarricense de cautela, de “esperar a que se aclaren los nublados del día”.
Respetuosamente,
Albino Vargas Barrantes
Secretario General
ANEP
Fabio Chaves Castro
Presidente
ASDEICE
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c.: Señores diputados y señoras diputadas, Asamblea Legislativa.
c.: Señores Ministros y señoras Ministras de Estado.
c.: Comisión Nacional de Enlace de los Sectores Sociales.
c.: Señores Obispos, Conferencia Episcopal de Costa Rica.
c.: Federación Nacional de Trabajadores de los Servicios Públicos (FENTSEP).
c.: Cámaras empresariales.
c.: Medios de Comunicación Colectiva.
c.: Junta Directiva Nacional de ANEP.
c.: Junta Directiva Nacional de ASDEICE.
