Feministas no apoyan candidatura de Laura Chinchilla

El documento en el que manifiestan sus razones para no apoyar la candidatura a la presidencia de Chinchilla, está firmado por algunas de las fundadoras y activistas de las principales organizaciones feministas y de mujeres del país, de organizaciones comunales y gremiales, académicas, artistas y mujeres independientes.

_ “Laura Chinchilla ha expresado públicamente sus reservas en relación con el movimiento y el pensamiento feminista, negando así más de 200 años de lucha por los derechos humanos de las mujeres, que son los que han generado las condiciones que le permiten hoy a ella aspirar a la Presidencia de la República “_, dice el comunicado.

Y agregan que “la candidata presidencial oficialista, Laura Chinchilla, le ha atribuido a su partido conquistas emblemáticas del movimiento de mujeres y feminista internacional y local, invisibilizando las arduas luchas sociales por conquistar derechos y ampliar la ciudadanía que las mujeres hemos librado a lo largo de la historia”.

El movimiento feminista también critica el apoyo incondicional de Chinchilla al Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, al que identifican como “la herramienta“ de institucionalización de las políticas neoliberales como políticas de Estado y “que tanta exclusión social, desigualdad y deterioro de las condiciones de vida, en particular de las mujeres, ha generado”.

Las firmantes también reclaman a Chinchilla que en sus declaraciones públicas y a lo largo de su carrera política “nunca ha asumido un compromiso claro y consecuente con la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, por la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres, ni a favor de la eliminación de las condiciones que generan y reproducen la opresión de género y que atentan contra el logro de la completa emancipación de las mujeres”.

Otra crítica de las feministas a la candidata liberacionista es su falta de autonomía al considerar que “el vínculo político entre Chinchilla y Oscar Arias sólo puede ser calificado como subordinación”.Las feministas concluyen diciendo que “respetamos a Laura Chinchilla, como mujer y como ciudadana, pero no compartimos sus principios ético-políticos, su discurso ni su praxis.

Ella no nos representa y, por lo tanto, no podemos manifestar satisfacción por su candidatura ni apoyar su pretensión de convertirse en la primera mujer presidenta de este país”.

Entre las firmantes del documento están Roxana Arroyo Vargas, Victoria Saxe Fernández, Alda Facio Montejo, Carmen Muñoz Quesada, Montserrat Sagot Rodríguez, Rocío Alfaro Molina, Julia Ardón Morera, Cristina Nogués Civit, Marcia Ugarte Barquero, Heidi Venegas Rojas, Marielos Giralt Bermúdez, Flor de Lis Monestel Corrales, Alicia Gurdián Fernández, Julieta Dobles Yzaguirre, Sila Chanto Quesada, Roxana Reyes Rivas.

Fuente: Informa-tico. com

Ecuador estableció los derechos constitucionales de la naturaleza

En septiembre de 2008 Ecuador se convirtió en el primer país del mundo en incorporar a la Constitución “los derechos de la naturaleza”, codificando así un nuevo sistema jurídico de protección del medio ambiente.

Reflejando creencias y tradiciones de la población indígena de Ecuador, la Constitución declara que la naturaleza “tiene derecho a existir, persistir, mantenerse y regenerar sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos en la evolución”. Este derecho constitucional “es independiente de la obligación de las personas naturales y jurídicas o del estado de indemnizar a la gente que depende de los sistemas naturales”.

La nueva carta fundamental redefine la relación de la gente con la naturaleza afirmando que ésta no es un objeto para apropiárselo y explotarlo, sino una entidad con derechos que deberá tratarse con igualdad ante la ley.

Mari Margil, directora adjunta del Fondo de Defensa Legal Ambiental, trabajó de cerca durante el último año con miembros de la asamblea constitucional de Ecuador en la elaboración de “los derechos de la naturaleza” legalmente ejecutoriados, que marcan con una línea de agua la trayectoria de la ley ambiental.

El liderazgo de Ecuador en este ámbito puede tener un efecto dominó global. Margil dijo que su organización está ocupada atendiendo llamadas desde países interesados, como Nepal, que actualmente está escribiendo su primera constitución.

Pese a toda la esperanza y progreso tangible que representa el articulado de “los derechos de la naturaleza” en la Constitución de Ecuador, sin embargo surgieron conflictos y contradicciones con las leyes y la realidad política de la tierra. Un defecto fundamental en la Constitución también responde a la negativa de Correa a incluir una cláusula que por mandato libre, anterior e informado asigne consentimiento a las comunidades para el desarrollo de proyectos que afectarían los ecosistemas locales.

“Espero que ellas no luchen”, dijo Margil, refiriéndose a las industrias extractivas transnacionales. “Su pan y mantequilla está basado en su capacidad de tratar a los países y ecosistemas como hoteles baratos. Las corporaciones transnacionales están dependiendo de la devastación del planeta para aumentar sus fondos”.

La nueva Ley Minera de Ecuador, introducida por el propio presidente Rafael Correa y apoyada por las compañías canadienses que explotan la mayoría de las concesiones mineras en ese país, es un testamento al pronóstico de Margil. La Ley Minera permitiría la explotación de metales a gran escala y a cielo abierto en prístinas montañas andinas y en la selva amazónica. Importantes manifestaciones a escala nacional han protestado y acusado a Correa de invitar al desastre social y ambiental, por vender los intereses mineros a empresas a foráneas.

Carlos Zorrilla, director ejecutivo de Defensa y Conservación Ecológica de la región ecuatoriana de Intag, quien ha sido un defensor incansable del ambiente contra las corporaciones mineras transnacionales, dijo que mientras la nueva Constitución parece buena en el papel, _“en la práctica invalida los derechos de la naturaleza_” porque los gobiernos, como el de Correa, argumentarán que financiando su proyecto político traerán “bienestar y aliviarán la pobreza”.

Incluso, aunque el presidente ecuatoriano Correa abrace el modelo extractivo de desarrollo económico, la inclusión de “los derechos de la naturaleza” en una constitución nacional fija un precedente inspirador y revolucionario. Si la historia es algún indicador, los ecuatorianos lucharán con éxito por “los derechos de la naturaleza”, con o sin su presidente.

Cuando los ecuatorianos elaboraron y aprobaron la nueva Constitución que otorgó derechos inalienables a la naturaleza, los medios de EEUU ignoraron en gran parte este desarrollo histórico. En el caso del Los Ángeles Times, uno de los pocos grandes diarios que cubrió la noticia, el comité de redacción del periódico trivializó el acontecimiento (Ponen la naturaleza en la constitución de Ecuador, 09/02/08), sugiriendo que sonaba “como a un truco del Ayuntamiento de San Francisco” y que eso parecía_ “loco”._

_“Mientras alrededor del mundo colapsan los sistemas ecológicos, necesitamos cambiar fundamentalmente nuestra relación con la naturaleza. Esto requiere cambios en la ley y cultura y, en última instancia, nuestro comportamiento como parte de la naturaleza_”, dijo Mari Margil, directora adjunta del Fondo de Defensa, quien está decepcionada de cómo los medios de EEUU ignoraron en gran parte la noticia.

En Ecuador, a la hora del voto constitucional, hubo optimismo sobre cómo las cláusulas de “los derechos de la naturaleza” transformarían la política. “Así como estos progresos fueron emocionantes, también fue inevitable que la gente en el poder encontrara maneras de eludir, minar e ignorar esos derechos”, dijo Carlos Zorrilla, director ejecutivo de Defensa y Conservación Ecológica de Intag.

Según Zorrilla, la mayor decepción ha sido la nueva ley de minería del presidente Rafael Correa.

“La ley ofrece escapatorias a ‘los derechos de la naturaleza’ y las ensancha de manera que los motores gigantes de la suciedad puedan conducirse fácilmente a través suyo”, dijo Zorrilla, quien ha estado trabajando con comunidades de la región ecuatoriana de Intag para resistir la minería y promover el desarrollo sustentable. “Para mencionar un par de ejemplos, la ley no prohíbe la explotación minera en grande en los hábitats que albergan a especies en peligro, ni tampoco la descarga de metales pesados en ríos y corrientes”.

Los líderes indígenas respondieron introduciendo un pleito ante el Tribunal Constitucional de Ecuador en marzo de 2009, intentando volcar la ley de minería, que creen inconstitucional. El artículo 1º de las cláusulas “derechos de la naturaleza” indica: “Cada persona, gente, comunidad o nacionalidad, podrá exigir el reconocimiento de derechos de la naturaleza ante los organismos públicos. La aplicación e interpretación de estos derechos seguirán los principios relacionados establecidos en la Constitución”.

Sin observar las luchas en desarrollo por asegurar la preservación de los verdaderos significados y alcances de la Constitución, el Dr. Mario Melo, un abogado especializado en legislación ambiental y derechos humanos y consejero de la Fundación Pachamama-Ecuador, cree que las cláusulas de la naturaleza que reflejan las tradiciones de los pueblos indígenas podrían ofrecer una trayectoria para un futuro ecológicamente sostenible.

“Considero que el reconocimiento de “los derechos de la naturaleza” como un progreso a escala global merece difusión universal para que sea comentado como una contribución de Ecuador a la búsqueda de nuevas maneras de hacer frente a la crisis ambiental debido al cambio de clima”.

Debemos continuar monitoreando y aprendiendo sobre las luchas de los movimientos sociales y del gobierno ecuatoriano por mantener “los derechos de la naturaleza” y crear un muevo modelo de desarrollo que coloque a los seres humanos como parte interdependiente de la naturaleza, todavía dominada por sus explotadores.

Fuentes:
Upside Down World, 25 de septiembre de 2008, “Ecuador’s Constitution Gives Rights to Nature”, por Cyril Mychalejko.
Estudiante investigador: Chelsea Davis
Evaluador académico: Elaine Wellin, Ph.D., Sonoma State University

* UPSIDE DOWN WORLD
Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)

Resistencia hondureña denuncia asesinatos masivos

Según informó la joven que se comunicó con la radio desde el lugar de los hechos, a las 8 de la noche del martes pasado se escucharon disparos en la colonia y cuando salieron los vecinos se dieron cuenta de que había cuatro personas asesinadas.

Las víctimas son José Alexander Rodas Osorto de 20 años; Marco Antonio Dubón Flores, de 28 años; un jóven llamado Cesar de 20 años y su hermano.

La vecina que informó de estos ataques también reportó otra posible agresión contra 7 personas más en la Colonia Montes de Bendición, pero no pudo brindar detalles.

Mientras tanto, desde Radio Flumabimetu y Radio Duruugubuty, emisoras de los pueblos garífunas del Triunfo de la Cruz y San Juan, en la Bahía de Tela, reportaron una serie de amenazas.

Explicaron que agentes de la Dirección General de Investigación Criminal llegaron a las instalaciones de las radios, supuestamente a hacer “investigaciones”, pero con claras intenciones intimidatorios.

Además, el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Honduras, denunció la desaparición del Oficial de Policía Daniel Molina, quien fungía como Vocero de la Policía Nacional de Honduras.

La organización informó que “hasta hace aproximadamente una semana el Oficial Molina era un incondicional y su presencia era virtualmente inamovible de la zona militar de la periferia de la Embajada de Brasil”.

“Se presume que el Oficial Molina fue detenido por órdenes de sus propios superiores apenas horas después de la difusión internacional del famoso video donde admite plenamente la naturaleza militar del Golpe de Estado”, dice el comunicado de la CODEH.

Fuente: ARGENPRESS.info

Costa Rica: ¿Crisis fiscal?

Está claro que el déficit fiscal reapareció y ha aumentado considerablemente. En lo que se refiere al Gobierno Central el faltante acumulado en el lapso enero-agosto de 2009 alcanza -291 miles de millones de colones, muy lejos del superávit de 151 miles de millones y 60 miles de millones de colones que se registraba en el mismo lapso en 2008 y 2007, respectivamente.

Ese resultado es la obvia consecuencia de dos movimientos contrapuestos: la reducción de ingresos (-8,4% respecto de agosto 2008) y el notable aumento (21,7% respecto agosto 2008) en los gastos, muy por encima de la inflación registrada durante ese mismo período anual (5,7%). Como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), es posible que este faltante del Gobierno Central represente, a fin de año, una proporción de entre 2 y 2,5%. Teniendo en cuenta lo anterior así como las tendencias observadas en años previos, el déficit total del sector público (que incluye otras instituciones y empresas públicas además del Gobierno Central) podría situarse entonces entre un 3 y 4% como proporción del PIB.

Es evidente que ese resultado deja muy insatisfecha a la usual ortodoxia económica (véase editorial de La Nación del pasado 5 de octubre), pero, la pura verdad, no es cosa del otro mundo. Si bien las condiciones son obviamente distintas, sin embargo resulta ilustrativo recordar que hoy día Estados Unidos está manejando niveles de déficit fiscal que sobrepasan cómodamente el 10% respecto de su PIB.

Este faltante fiscal de alguna forma constituye una política necesaria en el contexto actual de crisis mundial y recesión de la economía costarricense. Incluso, hay razones para creer que debió aplicarse una política fiscal aún más agresiva y, sobre todo, mejor direccionada a fin de compensar más eficazmente los efectos de la crisis. Aún así, acontece que los limitados datos disponibles sobre empleo –basados en los reportes de las planillas a la Caja del Seguro Social- sugieren que la pérdida de puestos de trabajo en el sector privado (cerca de 50 mil entre octubre 2008 y julio 2009) se ha visto compensada en parte por el aumento del empleo en el sector público (casi 30 mil empleos). El efecto neto es una cifra que se acerca a los 20 mil puestos de trabajo perdidos.

Sin embargo, es muy posible que esos números tan solo aporten una visión parcial del verdadero grado de deterioro que ha registrado el empleo. Recordemos, primero, que la fuerza de trabajo aumenta cada año en unos 40 a 50 mil trabajadores y trabajadoras. Está claro que la economía no está generando los empleos necesarios para absorber esta mano de obra nueva. En consecuencia, es posible que en este momento haya unas 60 a 70 mil personas más desempleadas de las que había hace un año. Ello implica un deterioro violento. Segundo, desconocemos en qué medida puedan estarse dando tanto reducciones de jornadas laborales como congelamiento salarial, pero podemos apostar que ello está ocurriendo en gran escala.

Siendo así las cosas, a uno le resulta sorprendente la enorme alharaca montada, tanto por el gobierno al extremo de amenazar con no pagar aguinaldos como por la usual prensa neoliberal.

La histérica sobrerreacción del gobierno de los Arias podría quizá explicarse considerando los compromisos firmados meses atrás con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este acuerdo concedió un pequeño margen para la aplicación de una política fiscal activa, pero estableció ciertos límites a la magnitud del déficit fiscal (el del Gobierno Central como el del conjunto del sector público). Posiblemente las autoridades económicas temen no poder cumplir con los topes establecidos, cosa que parece ponerles los nervios de punta. La pretensión –sobre la cual insisten machaconamente- para que la Asamblea Legislativa les apruebe deuda externa que se dedicará a cubrir gastos corrientes (por ejemplo salarios y aguinaldos), da evidencia adicional en apoyo de esa tesis. La racionalidad económica que subyace a esta pretensión es harto cuestionable. Como también resulta excesivo el justificarla aduciendo que de por medio hay una crisis fiscal de grandes proporciones. Esto último es simplemente una exageración irresponsable o bien una afirmación ideológicamente motivada (en fin, este es un gobierno neoliberal). Sin duda, lo que más les interesa es quedar bien con el FMI.

Por su parte, los economistas y medios conservadores han sacado a relucir –como en las épocas de gloria del neoliberalismo- todos los fantasmas del apocalipsis macroeconómico. Advierten que podría haber más inflación, mayores desequilibrios en la balanza de pagos y elevación de las tasas de interés. La cosa es risible ya que los datos advierten que la realidad camina por otros rumbos: la economía está en recesión; el desempleo aumenta; la inflación está en sus niveles más bajos desde hace más de 30 años; los desequilibrios de la balanza de pagos se han atenuado considerablemente. Todo lo cual testimonia que, en efecto, la recesión se ha sentido fuerte. Y si las tasas de interés han alcanzado en meses recientes niveles elevados (muy elevados relativamente a la inflación registrada) no es por causa del déficit fiscal, sino que es consecuencia del tipo de política monetaria –muy restrictiva- aplicada por el Banco Central. Conviene enfatizar que esto último también es un compromiso asumido con el FMI.

El coro neoliberal seguramente querría un ajuste hacia la baja del déficit fiscal. Quizá recortar presupuestos de salud y educación, bonos de vivienda, los fondos de la educación superior. Y de seguro se sentirían muy cómodos promoviendo un aumento en el impuesto sobre las ventas. Probablemente el gobierno de los Arias se resistirá a hacerlo, no por un asunto de convicción sino de oportunismo, en vista de la coyuntura electoral y la ya cercana finalización de su período.

Estas medidas tendrían indudables costos sociales y humanos pero, además, resultarían una salida por completo desafortunada, dadas las actuales circunstancias económicas. En realidad, la economía de Costa Rica sigue moviéndose en terreno negativo y continúa manifestando mucha debilidad. Pero lo cierto es que, además, la presunta recuperación de la economía mundial –en especial la estadounidense- es, en el mejor de los casos, un globito que arriesga desinflarse en cualquier momento.

En ese contexto, la restricción fiscal nos podría hundir en una recesión aún más severa de la que hemos tenido durante el último año.

Fuente: ARGENPRESS.info

Puerto Rico insurrecta

Mientras, su homólogo católico de Caguas, Rubén González, subrayaba la indignación expresada debido a decisiones tomadas por el gobierno sin contar con el pueblo.

A veces se nos olvida que la hermosa isla del Caribe oriental, cuyos habitantes originarios llamaban Borinquen, es sangre y carne de América Latina. Patria de Antonio María de Hostos, Ramón Emeterio Betances, Pedro Albizu Campos y Filiberto Ojeda Ríos, que hizo escribir a José Martí en los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano: Se funda… para luchar por la independencia de Cuba y coadyuvar a la de Puerto Rico.

Borinquen no ha dejado de luchar un día por su libertad, primero del coloniaje español y luego del estadunidense, ni ha estado al margen de las batallas latinoamericanas contra las políticas neoliberales. De hecho, una gran coalición de fuerzas sociales de la isla libra hoy un combate frontal contra las feroces medidas de ese corte del gobernador anexionista/bushista Luis Fortuño, quien ha echado a la calle a más de 20 mil empleados públicos. Los planes de Fortuño –doblemente repudiado pues en la campaña electoral se comprometió a no despedir a ningún servidor público– desmantelarían numerosas agencias del gobierno, en especial aquellas que tienen que ver con la educación, la cultura, la salud, la asistencia social y los servicios públicos para convertirlas en un negocio del capital privado.

Frente a la arremetida del gobierno y de los grandes grupos económicos, una gran coalición, integrada por la multisectorial Todo Puerto Rico por Puerto Rico, la Coordinadora Sindical y el Frente Amplio de Solidaridad y Lucha llevó a cabo el paro nacional, que paralizó San Juan y virtualmente todo el país. En San Juan dos grandes marchas que reunieron alrededor de 200 mil personas confluyeron en dos puntos cercanos para fundirse en una después de que contingentes muy diversos por su origen social o profesional recorrieran la ciudad desde distintas direcciones con gran despliegue de ingenio popular. Sindicatos, comunidades, estudiantes, colegios profesionales, desempleados, grupos feministas, líderes religiosos cristianos, intelectuales y artistas, entre ellos Danny Rivera y Andy Montañés. Ese día, desde la ceremonia de los premios MTV latinos el Residente del dúo Calle 13, René González, exhibía una camiseta con la consigna ¡Viva Puerto Rico Libre!, solidarizaba con la marcha y en español castizo (grosero dicen las buenas conciencias) le recordaba la autora de sus días al impopular gobernador Fortuño. Luego escribía en su blog: América Latina no está completa sin Puerto Rico y Puerto Rico no es libre. El paro fue convocado por una marcha/Asamblea del Pueblo reunida el 5 de junio frente al Capitolio de San Juan, en lo que parece haber sido una expresión precursora de parlamentarismo de calle, y según la opinión de sus organizadores es el preámbulo de una serie de acciones de protesta y resistencia civil pacífica que desembocarán en la huelga general del pueblo, aunque no solo. En palabras de Luis Peraza, vocero de la Coordinadora Sindical y del Frente Amplio de Solidaridad y Lucha, más allá del paro está la creación de conciencia para que el pueblo reconozca el poder que tiene para cambiar las cosas.

El antecedente más importante de esta nueva etapa de lucha en Puerto Rico es la ejemplar brega por sacar a la marina yanqui de Vieques, un referente para América Latina ahora que Estados Unidos está instalando bases militares en países con gobiernos serviles como Colombia y Panamá, que entre otros objetivos persiguen cercar a la revolución bolivariana. El rechazo a las bárbaras medidas de Fortuño –como entonces la lucha por Vieques– ha tenido la virtud de unir un concierto de voluntades muy diverso y plural de sectores que usualmente han permanecido alejados entre sí o ajenos a la batalla social En opinión del periodista y académico independentista Carlos Rivera, La insurgencia civil es… sobre todo… construcción en torno a valores, experiencias… e instituciones comunes que representan ese otro Puerto Rico que va naciendo… a partir de sus diversas articulaciones… ya se asoma potencialmente ese pueblo que soberana y democráticamente decida tomar control de su destino…


Fuente: La Jornada, México 2210

El Uruguay de Pepe Mujica

Lea También: Uruguay: La cultura plebeya camino del gobierno
________________________________________________________

ALAI AMLATINA, 20/10/2009.- Quienes seguimos con expectativa el desarrollo del acontecer latinoamericano, sentimos una alegría profunda a la hora en que fueron liberados, el año 1985. Pero, además, nos preguntamos entonces qué papel jugarían en la democracia que, tímidamente, se insinuaba en Nuestra América. Esos dirigentes: Sendic, Mujica, Huidobro, Marenales, estuvieron aislados durante 14 años. Fueron rehenes, sujetos a las peores condiciones carcelarias y, además, sin acceso a la información. Pero, por sobre todo, superando esas extremas limitaciones, nos demostraron que estaban conscientes de la realidad que vivía nuestro continente, cada uno nuestros países y, como era de esperar, su entrañable Uruguay.

Y ahora, Mujica, será presidente de ese país donde nació hace 75 años, donde militó siempre con su pueblo, donde entregó todo de sí por la liberación nacional, donde sufrió una prisión bárbara como rehén, donde finalmente se casó con una compañera combatiente como él y donde, con todo ese historial, mostró que la vida vale la pena vivirla. Mujica será el segundo presidente de las filas del Frente Amplio. ¿Cómo es que su vida lo ha llevado hasta ese punto?, ¿no será que dejó atrás las experiencias de los sesenta y está dispuesto a amoldarse al modelo? Esa, al menos, es la imagen que quisieron darme un par de jóvenes uruguayos que quieren luchar por la revolución socialista en su país. Para ellos, el Frente Amplio, ya no representa esa opción, si es que alguna vez la tuvo y, lo mismo Pepe Mujica que Tabaré Vásquez, seguirán sosteniendo el modelo neoliberal. Por supuesto, aquella pareja, había llegado a Bolivia con gran entusiasmo por el proceso que se está desarrollando aquí.

La realidad, en todo caso, es diferente. No se puede hacer lo mismo aquí que allí. Son realidades distintas. Realidades que deben ser tomadas con cautela. Tengo en mi mano un texto que dice precisamente eso. Se llama “Raúl Sendic, el primer Tupamaro” escrito por Sergio Góngora. Fue escrito en 2006 y la primera edición salió en abril de 2007. El prólogo fue escrito por Pepe Mujica, cuando no había ningún atisbo de que fuese candidato presidencial y, más bien, había dejado el gobierno para retornar al Senado Nacional.

Como el libro se refiere a Sendic, es lógico que el prólogo hable también de él. Mujica, refiriéndose a quien fue su jefe de toda la v ida, dice: “Era muy heterodoxo, tenía una cabeza terriblemente abierta, tanto que daba miedo. Porque también los hombres de izquierda inventan su Biblia. Y después creen en ella, aunque la realidad les esté rompiendo la cabeza. Es casi una actitud humana el ser un tanto conservadores y es muy difícil mantener la frescura, poder remover y remover las neuronas”.

En realidad, lo que hace Pepe en ese prólogo, que se extiende a lo largo de seis páginas, es retratarse. Porque, junto con Sendic, enfrentaron esa nueva realidad que la dictadura les había arrebatado durante 14 años y supieron fijar la línea correcta. Hubiese sido simple salir de su condición de rehenes gritando las viejas consignas del MLN Tupamaros. Hubiesen brillado en ese Uruguay que salía lentamente de la dictadura, aunque fuese sólo para recordar los tiempos heroicos. Eso es simple. Pero, como en los primeros tiempos de las marchas campesinas, como en la época de las “tatuceras”, buscaron el camino difícil de plantear la reconstrucción de su país trizado por las dictaduras civiles y militares que se turnaron desde Pacheco Areco hasta Álvarez, pasando por Bordaberry, Aparicio Méndez y otros más.

Es así que, Pepe Mujica, se plantea: “Porque cuanto más veteranos, más pacientes. Esta lucha no es para ‘apuraditos’. Esta lucha es para consecuentes”. ¿De qué lucha nos está hablando? Nos habla de: “Creo en las ideas fundamentales –porque de lo contrario sería no creer en la vida-, pero hay que tener la audacia de revisarlo todo”. Él tiene en cuenta que “si se pierde el camino al corazón de las masas, todo lo demás es mera filosofía militante de boliche”.

En esas condiciones, el Pepe sostiene: “Ningún pueblo va a salir adelante si no acumula trabajo, si no reparte el fruto de un trabajo real, y sobre todo cuando hay que tapar en lo inmediato la brecha social, no de los que tienen algún trabajo, de la brecha social de los que no tienen nada. Y esos deben estar primero”.

¡Cómo se agranda Mujica sentenciando! “No nos espera ningún paraíso, sobre todo a los viejos, sino salir del infierno y cultivar la esperanza, que es una cosa distinta”.

No sé si será suficiente para los jóvenes que, como corresponde, son impacientes, son ‘apuraditos’ como diría el Pepe. Así fuimos todos y qué bueno que fuimos así. La cosecha de esos tiempos tempranos, se hará cuando llegue el momento. Pero las semillas fueron sembradas. Aquí también; aquí, en Bolivia. Sembraron Tupac Katari y Bartolina Sisa. Lo hizo Zárate Willca y el pueblo combatiente en 1952. Fueron el Che Guevara y los guerrilleros en los años 60 y 70. Fueron los cochabambinos en 2000 y los alteños en 2003.

Es larga la lucha porque al final, según el Pepe, la prolongación de nuestra vida es la prolongación de la lucha del pueblo, y la lucha del pueblo necesita muchos hijos, miles de hijos. Miles de nietos que levanten las banderas de esperanza allí donde los hombres y las mujeres aflojan por el dolor y por el peso de la vida, y dando siempre gracias a la v ida que nos ha regalado tanto.

__________________
* – Antonio Peredo Leigue es periodista, senador del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia.

Uruguay: La cultura plebeya camino del gobierno

Lea también: El Uruguay de Pepe Mujica
_________________________________________________________

ALAI AMLATINA, 22/10/2009.- A diferencia de países como Bolivia y Argentina, donde la cultura popular del abajo siempre tuvo una fuerte impronta que marcó a fuego la historia reciente, en Uruguay desde comienzos del siglo XX se impuso un modo poco estridente, pacato y medido de expresar las opiniones y movilizaciones de los sectores populares. Algunos han llamado “institucionalización” a esa cultura, en tanto otros han hecho hincapié en el predominio de una cultura política “amortiguadora” como forma de explicar las particulares configuraciones de un país donde las capas medias no sólo han sido cuantitativamente importantes, sino que pronto se convirtieron en referencia obligada para el conjunto de la sociedad. En este país, tener mucho está mal visto; mostrarlo supone un castigo social inevitable. De modo que los de arriba han sido desde hace mucho tiempo timoratos a la hora de alardear su riqueza. Y los de abajo, en contrapartida, siempre mostraron una tendencia a no considerarse como pobres sino como clases medias.

Dicho de otro modo, en Uruguay nunca existió una oligarquía, o sea una clase que siendo económicamente dominante sea a la vez políticamente gobernante. Ese dato crucial, hizo posible no sólo que surgiera una elite encargada de administrar la cosa pública sin relación material directa con la burguesía, sino que los de abajo tuvieran la capacidad de influir en ese sector. El batllismo fue la expresión política más acabada de esa estructura socio-política que diferenció al Uruguay al punto de convertirse, mas en el imaginario que en la realidad, en la Suiza de América.

José Mujica aspira a hacer batllismo desde el gobierno. O sea, a implementar modos de conciliación de clases, en la tradición de la política que impregna a todos los partidos uruguayos. Sin embargo, lo que lo diferencia del resto de los candidatos –tanto de derecha como de izquierda- es que, al decir de un político, es el político más parecido al uruguayo medio. En Mujica se siente reflejados los pobres de la ciudad y del campo, pero también una parte considerable de las clases medias que han trabajado duro para forjar o sostener su condición, en un período en que el ascenso social está vedado para las mayorías.

El indudable fervor que recoge Mujica no deviene de un programa de gobierno. Está influido, eso sí, por la gestión de Tabaré Vázquez que, guste o no, ha realizado una gestión considerablemente mejor que los gobiernos anteriores, cuestión no demasiado difícil por cierto. El apoyo a Mujica tiene una buena dosis de identificación afectiva con el candidato, lo que supone fidelidades mucho más sólidas y duraderas que los apoyos de carácter racional. Este es un primer cambio, de larga duración en la política uruguaya.

El triunfo de Mujica frente a Astori en las internas de junio, pese a que el ex ministro de Economía contaba con el apoyo de Vázquez y de los medios, fue la victoria de un estilo de hacer política, pero mirado desde la gente supuso una evidente identificación con un pasado, y un presente, de hacer política pegado a la gente. O, por lo menos, esa es la percepción de buena parte de quienes lo apoyan.

Algunos dirán “populismo”, pero se equivocan. El vocablo nubla la comprensión, impide ver la realidad, la enjuicio en base a consideraciones desde arriba que suponen que el caudillo puede modelar la realidad social y cultural a su antojo. No. La irrupción de Mujica en la política uruguaya, a mediados de la década de 1990, supuso un aire fresco en un sistema que pedía a gritos algún tipo de renovación. De hecho, los principales políticos en el Uruguay pos dictadura fueron los mismos que diez o quince años antes. Cero renovación.

Por último, hay que mirar no hacia el estrado sino hacia la calle, hacia la gente, para comprender lo que está sucediendo en Uruguay. La novedad mayor de esta campaña es que las extensas estructuras políticas del Frente Amplio, cientos de comités de base que llegan a todos los barrios y todos los rincones del país, han sido neutralizadas por iniciativas espontáneas, por convocatorios a través de Internet y celulares sin pasar por las lentas y pesadas orgánicas. Los grandes actos siguieron siendo importantes, pero la novedad vino de ese tipo de convocatorias inesperadas que algunos dirigentes atentos como Mújica supieron cazar al vuelo.

Por otro lado, mirando la calle pueden verse –como siempre- una abrumadora mayoría de clases medias apoyando al candidato del Frente Amplio. Pero esas clases medias no son las mismas que fundaron la coalición de izquierda casi cuatro décadas atrás. Se empobrecieron, sus hijos y amigos emigraron, dejaron de soñar con la Suiza de América y en ganar campeonatos de fútbol. De alguna manera, se hicieron algo más plebeyas, lo suficiente como para apoyar a un candidato que encarna un modo no tan tradicional de hacer política.

_______________
* – Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales.

Brasil denuncia por torturas al Gobierno de facto de Honduras

Casaes hizo la denuncia durante una reunión extraordinaria del Concejo Permanente de la OEA.

El funcionario relató que el edificio diplomático está rodeado por Fuerzas Policiales y Militares.

Y señaló que durante la noche los golpistas apuntan con lámparas muy potentes o emiten ruidos intensos para evitar que quiénes se encuentran dentro de la sede puedan dormir.

El embajador brasileño comentó que el caso más reciente sucedió esta madrugada cuando se escuchó en los alrededores de la embajada una marcha militar muy fuerte y una música llamada “la Golondrina”, que es un ave vinculada a la muerte.

Casaes consideró que estas acciones “sin duda” constituyen torturas y agregó que el régimen de facto hace uso de técnicas cada vez más sofisticadas.

Ante esta situación, el funcionario afirmó que “la delegación de Brasil deplora los actos del régimen de violación de los derechos humanos y exige el fin de la situación de tortura a los ciudadanos brasileños y hondureños que se encuentran en la embajada”.

Finalmente, Casaes informó que los golpistas colocaron ante el edificio diplomático 2 plataformas móviles con guardias armados que registran durante todo el día los movimientos.

A la vez, agregó que el ingreso de los alimentos es “limitado” y que no se entregan de forma inmediata, por lo que algunos se encuentran en mal estado.

Por su parte, el secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, reiteró antes de la intervención de Casaes su apoyo a un diálogo y rechazó la intimidación a la embajada de Brasil.

Fuente: PÚLSAR-Agencia Informativa

Más de 180 países expresarán su rechazo al bloqueo estadounidense contra Cuba

ALAI AMLATINA, 21/10/2009.- El bloqueo es ilegal de acuerdo a los preceptos de la Convención de Viena, aun entre países en guerra, e, invicta durante tanto tiempo la decisión de resistir por parte de los bloqueados, su anacrónica aplicación únicamente obedece al sentimiento de odio y venganza que el gobierno imperialista profesa hacia el pueblo libre y soberano que, hace más de cincuenta años, decidió tomar las riendas de su propio destino.

Concebido casi desde el mismo triunfo de la Revolución, su primario objetivo era el de causar hambre y sufrimiento a la población cubana, para que ésta reaccionara contra su propio gobierno y, desesperada, reclamara ayuda precisamente a sus verdugos; como si los revolucionarios de la Isla fuesen bobos y desconocieran la verdadera procedencia de los males que despiadadamente les han golpeado durante todos estos años.

Desposeídos de sus perversos privilegios en tierra ajena, los imperialistas yanquis pensaron que, al igual que en ridículas películas Hollywoodenses, aún podían escribir un nuevo guión que les permitiera materializar sus parásitas ambiciones. Pero se equivocaron, porque Cuba ya había decidido revolucionar el podrido sistema sociopolítico existente hasta 1959, y la valiente decisión no fue el capricho temporal de un puñado de locos, sino la legítima y acertada determinación de todo un pueblo.

Pasado un tiempo, los imperialistas se dieron perfecta cuenta de que con el bloqueo causaban daño infinito al rebelde pueblo cubano, pero también llegaron a la conclusión de que, por inhumana que fuera, su obcecada política jamás serviría para rendirlo. En cualquier caso, lejos de derogarlo, decidieron mantenerlo y endurecerlo hasta límites insospechados –William Clinton, por ejemplo, llegó a afirmar que el bloqueo es “un tonto y fallido acto de proxenetismo”, pero no lo eliminó, sino que en 1996 firmó la Ley Helms-Burton; Lawrence Wilkerson, quien fuera Jefe de Despacho (2002-2005) del ex Secretario de Estado, Colin Powell, expresó que “el embargo es un fracaso total a un gran costo para el pueblo de Cuba y el pueblo de Estados Unidos”; y el propio Obama, cuando era Senador Estatal por Illinois, en 2004, opinó que se debía “terminar el embargo contra Cuba” porque “había fracasado absolutamente”-. A día de hoy, pues, el duro castigo que desde hace cinco décadas todavía mantienen contra Cuba, no puede obedecer a la esperanza de que aún puedan “recuperarla”, sino al sentimiento de odio y venganza, ya mencionado unas líneas más arriba, de un imperio que, decadente, se siente humillado y herido por no haber podido doblegar al pequeño país que, durante casi sesenta años y siempre mediante la fuerza, mantuvo a sus pies.

Este heroico pueblo con su admirable comportamiento ha sido –y es- ejemplo vivo para los pueblos oprimidos, no sólo de América sino de todo el mundo. Grandísimo “pecado” que un imperio tan dañino y orgulloso jamás podrá “perdonar”. Ante la inutilidad de esperar un “indulto” por parte de gente tan despreciable, el pueblo cubano sabe que sólo cabe continuar con la lucha, acrecentándola en la medida de lo posible. Y es que la población revolucionaria conoce muy bien las palabras que Antonio Maceo –hoy todavía vigentes- escribió el 14 de julio de 1896: “La libertad se conquista con el filo del machete, no se pide: mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de ejercitarlos. Tampoco espero nada de los [norte]americanos: todo debemos fiarlo a nuestros esfuerzos; mejor es subir o caer sin ayuda que contraer deudas de gratitud con un vecino tan poderoso”.

Cuba no está sola en su empeño, sin embargo –aunque no todos los apoyos que reciba podrán considerarse provenientes de gobiernos realmente amigos, se verá claramente el próximo día 28-. Cuba no estará nunca sola en su reclamo de justicia por infinidad de razones, pero fundamentalmente por dos de ellas: las humildes semillas de su política internacionalista hoy son plantas vigorosas solidamente enraizadas en numerosos países del mundo; y la segunda razón –asociada de alguna manera a la primera- es que la defensa de Cuba revolucionaria es imprescindible para cualquier pueblo deseoso y necesitado de emancipación, ¡y desgraciadamente son tantos los ultrajados y oprimidos!

El genocida bloqueo ha privado a Cuba de más de 96.000 millones de dólares en todos estos años, cifra que llegaría a 236.221 millones si el cálculo fuera realizado a los precios actuales del dólar; y si le añadiéramos los gastos generados por los innumerables actos de terrorismo perpetrados por la contrarrevolución y la invasión mercenaria de Playa Girón estaríamos refiriéndonos a más de 300.000 millones dólares. Un monto económico muy importante que, bien gestionado, podía haber evitado el ingente sufrimiento causado por diez presidentes yanquis a los habitantes de la Isla irredenta. La cuestión ahora es si Obama se sumará a la siniestra lista al cabo de su mandato, o será, durante el mismo –o los mismos-, quien finalmente rompa con la estúpida costumbre. De momento, a pesar de su pretendida buena disposición y bajo el ridículo argumento de obrar “en el interés nacional de Estados Unidos”, el pasado 11 de septiembre renovó las sanciones.

A los que de manera intencionada tergiversan la realidad, culpando al socialismo cubano y a su Dirección de unos males claramente provocados por el imperio, no les diré nada, ni siquiera me molestaré en mostrarles el más grande de los desprecios. Para los escépticos sin malicia, que lamentablemente todavía quedan en demasía, he aquí algunos ilustrativos ejemplos que, en forma de grandes carteles y para todo aquel que quiera leerlos, se muestran visibles en diferentes lugares de la Isla: Un día de bloqueo equivale a 139 ómnibus urbanos; una semana a 48 locomotoras; tres semanas a los materiales para terminar la autopista nacional de Cuba; cinco minutos a los materiales para construir una vivienda de dos cuartos; tres días de bloqueo equivalen a la impresión de todos los libros de texto de un curso escolar; tres días a los lápices, libretas y demás materiales docentes de un curso escolar en Cuba; dos horas a todas las máquinas braille que se necesitan en toda la Isla; cinco horas de bloqueo equivalen a los dializadores anuales para todos los pacientes; doce horas a toda la insulina anual necesaria para los 60.000 pacientes de Cuba… Y podríamos seguir, ya que la lista es interminable, pero no creo que sea necesario.

El próximo día 28, más de 180 países exigirán al imperio norteamericano el cese del bloqueo contra Cuba. Consolidada tan importante demanda y para que ésta sea realmente efectiva, quizá haya que exigirles nuevos pasos a sus respectivos gobiernos, si quieren que la postura que el miércoles adopten sea del todo creíble.

La Carta Magna de Naciones Unidas no contempla ningún derecho a veto, ya que no menciona para nada la regulación del Consejo de Seguridad. En todo caso, lo que determina es la igualdad –siempre inexistente- de todas las naciones, y, además, prohíbe el uso de la fuerza militar a no ser que vaya en interés de todos los países miembros.

Urge una transformación radical de la ONU; su democratización es imprescindible si no se quiere que el sentir mayoritario de la organización caiga siempre en el cubo de la basura. No se debe aceptar de ninguna manera que un solo país pueda quebrantar la voluntad de todos los demás –el pasado año 185 votaron contra el bloqueo y 3, uno de ellos con derecho a veto, a favor de mantenerlo-. Con todo, la del miércoles será una victoria importante para Cuba.

El Neo-institucionalismo: nueva iniciativa de la derecha neoliberal

Deben saber que la primera generación de reformas estructurales fue revisada para proyectar en neoliberalismo con más fuerza hacia nuevos ámbitos del nexo Estado-mercado; y que, si esto no se comprende bien van a errar en enfoque y metodología de lucha contra una derecha actualizada y movilizada por nuevas iniciativas.

Es urgente conocer cómo los altos círculos políticos y financieros de la derecha global la trilogía Foro Económico Mundial (Davos),Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM) con todos con sus corifeos locales, hace rato dieron por llegada la hora de ir más allá de los límites ­incluidos muchos errores- del primer Consenso, el cual recordemos que tuvo como objetivos: reducción del tamaño y funciones del Estado, privatización y desregulación, equilibrio y reforma fiscal, liberalización financiera, refuerzo de la propiedad privada y completa apertura al capital foráneo.

Pero como estos instrumentos no bastaron para penetrar y dominar tendencias y mercados en las periferias del sistema a favor del gran capital transnacional, buscaron innovaciones más sofisticadas e inteligentes (³smart reforms²) para hacer de las políticas públicas una palanca del engranaje de los negocios corporativos y de la acumulación globalizada de capitales.

Para abrir paso a la nueva estrategia, bautizada como “Neo-institucionalismo”, hubo primero que debilitar y despojar a los partidos políticos y a los congresos de muchas de sus tradicionales funciones de dirección y control socio-político del Estado, para trasladarlas a la esfera de los Poderes Ejecutivos, convertidos en “presidencias imperiales”; lo cual fue facilitado en América Latina por el
presidencialismo, el desprestigio de los políticos y el rechazo a los
partidos. Es fácil de notar cómo brota aquí parte de la justificación de la “dictadura en democracia” de los Arias, así como del reciente manifiesto presidencial de que ³los males de la democracia no se resuelven con más, sino con menos, democracia², es decir, con una super concentración de poderes de cúpula. (Ver entrevista a Oscar Arias en diario ³La República², 1 de setiembre, 2009)

Lo segundo fue reconocer, en contraposición al burdo economicismo del primer Consenso, el valor estratégico de los factores legales y políticos de ³buen gobierno² para los negocios y mercados; en especial de instituciones y normas vinculadas a decisiones de política económica y de protección a los derechos de propiedad, lo que han entendido bien los Arias como empresarios-gobernantes. Además, muchos años de Estado intervencionista y benefactor dieron legitimidad social al capitalismo, por lo cual se redobló el esfuerzo para pintarle ³rostro humano². Esta postura fue oficializada por el Banco Mundial a partir de su Informe de 1997 y de inmediato la adoptaron las demás agencias del capital financiero global, incluido el bi-partidismo local.

A partir de allí, se enfatizó el carácter estratégico de las políticas
públicas, tanto económicas como de compensación social; o sea, de las
decisiones acerca de los montos del gasto público y su destino en campos como la educación, la salud, las comunicaciones o la digitalización gubernamental, así como de las fijaciones del costo de transacciones, tributos y tasas, capturas de rentas y de datos para la toma de decisiones, una tarea neo-institucional que los Arias han sabido impulsar a fondo.

Mientras tanto, el anterior esfuerzo en materia de reducción del Estado se
reorientó, esta vez para fortalecerlo y ante todo para dirigirlo, no tanto a
la creación de nuevas instituciones burocráticas, sino a la forja de novedosas fórmulas o reglas de juego pro-mercado, en manos de equipos de control y reglamentación de obras y servicios con alta incidencia en la rentabilidad de los grandes negocios; reglas fijadas con fuerte compulsión legal y arraigo territorial. Así los nuevos climas de negocio han podido ser alentados desde el interior mismo del Estado, sujetándolo, cortando trabas y contradicciones entre lo público y lo privado, el Estado y el mercado, los funcionarios y los inversionistas.

De donde derivó igualmente la enorme relevancia dada a infinidad de entes contralores, reguladores, supervisores y concesionarios de servicios y obras públicas (consejos o juntas privatizadoras de nueva generación del tipo Contraloría General, Aresep, Sutel, Supen, Sugef, Conassif, Setena, Cosevi, Conavi, Aviación Civil) a cargo de funcionarios dispuestos a operar en confabulación con los grandes negociantes, amparando las redes de corrupción y tráfico de influencias; y que, en el caso de Costa Rica, son dirigidas y controladas férreamente desde Zapote.

Hay que ver que tales agencias operan en áreas muy sensibles para los negocios empresariales, como: seguros, telecomunicaciones, electricidad y energía, protección ambiental, minería y control de recursos naturales, vialidad y transportes, y construcción u operación de grandes obras de infraestructura (carreteras, puertos, aeropuertos, etc.). Igualmente el control se ha extendido y renovado en algunas otras esferas tradicionales (seguridad pública y migraciones, pensiones y seguridad social, fijación de salarios, aguas y alcantarillado, salud y educación en todos sus niveles, etc.), donde deben seguir avanzando los procesos de eficientización, privatización y transferencia de recursos y servicios pendientes al sector privado (como ahora sucede en Japdeva para la concesión de los muelles de Limón), rematando muchas de las tareas iniciadas por el primer gobierno de los Arias (1986-90).

Eso sí, en todas las viejas y nuevas esferas de la actividad estatal,
intervenida o concesionada, se colocan fieles tecnócratas e incondicionales burócratas capaces de trabajar hombro a hombro con sus homólogos privados, haciéndose parte funcional de los equipos de inversionistas y técnicos propios de las empresas transnacionales, como garantía de una definitiva absorción del Estado por el mercado, borrando las marcas de dónde comienza uno y termina el otro. Una tarea donde el gobierno arista se ha vuelto todo un maestro.

Con ese giro el Estado ha sido readecuado como parte de la gran maquinaria de los negocios privados transnacionales. Este es el gran meollo de la política neo-institucional para la nueva derecha. Solo que, muchos descuidados reformistas en la izquierda electoral no lo han percibido y ansían llegar al gobierno, sin darse cuenta de que serán allí atrapados por los grilletes del neo-institucionalismo si no saben cómo enfrentarlo; volviéndose entonces, sin más, tontos útiles al servicio de las derechas neoliberales, tal como les ha sucedido a varias izquierdas en Suramérica (casos de Chile, Uruguay, Argentina y hasta Brasil y Paraguay) que creyeron demasiado en brujas.

Fuente: elpais.cr | 21/10/2009