Las organizaciones sociolaborales costarricenses que conformamos la Coalición Sindical PATRIA JUSTA, expresamos nuestro júbilo por y celebramos la histórica decisión de los gobiernos de Cuba y de los Estados Unidos de América, de reanudar sus relaciones diplomáticas y abrir espacio para intercambios bilaterales de diversa índole entre ambos países.
El anuncio efectuado de manera simultánea por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, respectivamente, alegra las conciencias populares y cívicas de todos los pueblos de la América Latina y abre espacios para hacer avanzar la unidad entre nuestras naciones hermanas; siendo Cuba, como siempre, ejemplo de dignidad gigante para todas, independientemente de que compartamos o no compartamos su sistema político.
Esta impactante decisión, dada a conocer en este día miércoles 17 de diciembre de 2014, fecha que ha de pasar a la historia, es un espaldarazo a la lucha por la justicia social que se libra en todos nuestros países latinoamericanos; considerando el papel mediador del papa Francisco, cuyas posiciones centradas en la promoción del bien común, la lucha contra la desigualdad y la paz entre los pueblos y las naciones, respetando sus diversidades, está conmocionando el escenario internacional.
No cabe duda de que el avance de la multipolaridad en las relaciones internacionales ha jugado un papel en todo esto; y considerando la “competencia” geoestratégica que enfrentan los Estados Unidos en la América Latina, con la pérdida de influencia en la región y el serio y firme posicionamiento en desarrollo en la misma, de Rusia y de China, hace más que obligado para el gobierno estadounidense tomar decisiones de tolerancia político-convivencial, con países y gobiernos que piensan distinto al pensamiento hegemónico-dominante de la globalización neoliberal que azota al pueblo estadounidense.
Desde Costa Rica, la coalición sindical PATRIA JUSTA, representativa de miles de conciencias obreras, felicita a los mandatarios Raúl Castro y Barack Obama por esta crucial decisión que, sin duda, representa un alivio a las crecientes tensiones del actual esquema de las relaciones internacionales.
De la misma forma, expresamos con vehemencia un llamado al poder legislativo de los Estados Unidos de América para que derogue, completa y radicalmente, la criminal ley del embargo contra Cuba así como otras leyes conexas.
La constatación de que tal embargo es un fracaso de marca mayor y de que la tiranía en las relaciones internacionales solamente lleva a enfrentamientos, son suficientes argumentos para una decisión de tal calibre; ampliamente condenada, una y otra vez, por la práctica totalidad de los pueblos de la tierra, con ocasión de las sucesivas asambleas anuales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Hacemos un vehemente llamado al Presidente de Costa Rica, don Luis Guillermo Solís Rivera, para que en el nuevo contexto que continentalmente se abre a partir de la reanudación de los vínculos entre Cuba y los Estados Unidos, decida emprender un rumbo a la política exterior costarricense de cara al Sur, abriendo espacios nuevos al comercio exterior de nuestro país; y aportando, con la autoridad moral nacional que nos asiste, a la unidad latinoamericana, siendo como fuimos, país pionero en su defensa, a la luz de la gesta histórica de nuestro Héroe Nacional y Libertador de la Patria, don Juan Rafael Mora Porras, don Juanito Mora, en 1856-1857.
Finalmente, la decisión de los presidentes cubano y estadounidense no deja de representar un mensaje directo a las corrientes extremistas ticas afines al pensamiento excluyente y antihumanista de la globalización neoliberal, de que frenar el desarrollo de la lucha por la justicia social es una pésima “inversión”, toda vez que la inclusión social es un desafío estratégico más allá de ideologías.