Chávez acepta la “guerra” que le declararon los gremios patronales

Precede guerra económica elecciones parlamentarias venezolanas

Granma, Cuba – Autoridades y sindicalistas venezolanos alertan sobre una guerra económica de sectores empresariales contra el gobierno del presidente Hugo Chávez, previo a unas cruciales elecciones parlamentarias, reporta Prensa Latina.

Evidencias de especulación llevaron al Frente Socialista de Trabajadores a decretarle alerta roja a la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (FEDECÁMARAS), a la cual acusan de intentar provocar el caos en el país.

Los intentos de desestabilizar el mercado que se aprecian en Venezuela desde hace algunos años ante procesos electorales, se manifiestan ahora cuando avanzan los preparativos para la elección de la Asamblea Nacional el próximo septiembre.

El recrudecimiento de esta guerra económica, como la definió el presidente Chávez, coincide con un planteamiento generalizado de que la próxima batalla electoral se definirá entre dos campos bien marcados: socialismo y capitalismo. En opinión de Will Rangel, dirigente del Frente Socialista de Trabajadores, la ofensiva empresaria pretende también frenar el proceso de nacionalización de empresas como atuneras, agroalimentarias y petroleras, entre otras.

A ello se suma la conocida aspiración de cara a las elecciones presidenciales de 2012 de Lorenzo Mendoza, uno de los hombres más ricos de Venezuela y dueño de Empresas Polar, acusada como una de las responsables de acciones especulativas.

En este contexto de enfrentamiento, Chávez advirtió esta semana que podría nacionalizar Polar, luego de acusar a Mendoza de intentar manipular a los trabajadores de la empresa para enfrentarlos a los planes sociales del gobierno.

El conflicto al cual aludió el mandatario siguió a la expropiación de instalaciones de la Polar para levantar un proyecto de viviendas, que provocó el respaldo de trabajadores de la Pola y protestas de grupos en defensa de la posición empresarial.

Pese al enfrentamiento, Chávez invitó a los empresarios honestos a estrechar esfuerzos con el gobierno nacional para trabajar en función del beneficio del país mediante asociaciones con el Estado y empresas mixtas.

La pugna precede las elecciones parlamentarias convocadas para el 26 de septiembre, en las cuales Chávez aspira a ganar dos tercios de la Asamblea Nacional para seguir adelante con el proyecto socialista.
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Caracas, 2 jun – “Guerra es guerra y después no se quejen (…), vamos a ver quién puede más: si ustedes, burgueses de pacotilla, o quienes queremos patria. Los oligarcas han declarado una guerra, que es social, económica, política y moral, y yo se las acepto”, dijo Chávez en una fábrica de aceites que pasó al control estatal hace año y medio.

“Ellos acabaron con Venezuela, dejaron un país destrozado, a pesar de ser uno de los más ricos del mundo”, y ahora van a la “guerra” con una “revolución” que transita hacia el socialismo del siglo XXI, añadió Chávez en su alocución retransmitida en cadena nacional de emisoras de radio y televisión.

El gobernante identificó entre sus principales enemigos en ese conflicto a los gremios patronales Fedecámaras y Consecomercio, así como al industrial Lorenzo Mendoza, dueño de la empresa Alimentos Polar, la principal empresa de alimentos de Venezuela, de quien dijo que recientemente fue al palacio presidencial a pedirle préstamos.

“Guerra con la burguesía apátrida de Fedecámaras y de Consecomercio y demás yerbas”, insistió.

Tras expresar que siente tristeza de que algunos trabajadores “desclasados” de Polar apoyen a Mendoza y defiendan “a quien los explota”, por lo que “deberían sentir vergüenza”, Chávez subrayó que la mayoría de trabajadores es afín a su gestión y que Mendoza va directo “al infierno”.

“Mendoza: tú con tus millones y yo con mi moral y con mi pueblo”, en una guerra en la que “ricachones como tú se irán al infierno, porque tú Mendoza te irás al infierno”, insistió el gobernante.

El conflicto con las patronales ha recrudecido en las últimas semanas, tras registrarse nuevas expropiaciones de empresas privadas y un adicional e intermitente desabastecimiento de productos y especulaciones en los precios.

El Gobierno denuncia que la patronales buscan “desestabilizar” y en definitiva derrocarlo, en tanto que los gremios culpan al Ejecutivo de empeñarse en destruir el aparato productivo nacional y beneficiar a otros países con importaciones masivas de alimentos y otros enseres.

El Gobierno “se empeña en acabar con el aparato productivo interno, poniendo en riesgo la soberanía alimentaria y sustituyendo la producción venezolana por la foránea”, aseguró la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) en un comunicado difundido esta semana.

Y “la ola de confiscaciones” en la que está montado “solo traen ineficiencia, desempleo y desabastecimiento”, añadió la patronal.

Obreros de diversas empresas nacionalizadas protestaron el lunes ante el edificio de Fedecámaras y afirmaron que la directiva empresarial “tiene planes” para reeditar el golpe de Estado que en abril de 2002 logró derrocar durante 48 horas al gobernante venezolano.

El presidente de Fedecámaras de entonces, Pedro Carmona, se autoproclamó sucesor de Chávez y luego se exilió en Colombia tras fracasar la intentona.

La declaración de guerra aludida se produce horas después de que Chávez calificara de “falla imperdonable” el hallazgo en estado putrefacto de 36.000 toneladas de alimentos importados por su Gobierno, abandonados en más de un millar contenedores.

Un diario caraqueño denunció hoy que hay otros 800 contenedores con alimentos, asimismo importados por el Gobierno, que también por negligencia se dejaron pudrir, de cuya existencia han dado cuenta “vecinos que se han quejado de los malos olores”, aunque aún no existe una confirmación oficial.

Fuentes: Granma, Agencia EFE y Costa Rica hoy . info

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