Costa Rica en guerra: Criminal intervención militar de EE.UU.

INTERVENCIÓN DE AYER EN EL PLENARIO

DIPUTADO CLAUDIO ENRIQUE MONGE PEREIRA:

Buenas tardes, señor Presidente. Buenas tardes, compañeras y compañeros, amigos que nos acompañan aquí en las barras.

Primero, inicio enviando un saludo al pueblo de Panamá que en estos momentos está manifestándose en las calles contra la instalación de cuatro bases militares nuevas en puntos estratégicos de su territorio: Bocas del Toro, Tapón de Darién, a la par de la isla Contadora y en otro lugar sumamente importante. Protesta el pueblo panameño porque ve en esta actitud del presidente Martinelli un retroceso de los avances que el pueblo de Panamá había obtenido, inclusive, influenciado por las políticas de paz de Costa Rica, aboliendo su ejército militarista y convirtiéndolo en una policía dizque civilista. Entonces yo, desde aquí, lo saludo y me solidarizo con ellos.

Yo hablo de este tema porque para mí todo lo que tiene que ver con militarismo me llega a lo más profundo de mi formación ciudadana, civilista y humanista recibida en nuestro sistema educativo y a través de los valores que nosotros hemos recibido siempre en el hogar, en la escuela y en la comunidad, y, además, porque tuve el privilegio de vivir siete años en Europa mientras estudiaba una de mis carreras y pude conversar con habitantes de muchos países europeos que vivieron los horrores de la guerra, inclusive de las dos guerras mundiales, y el corazón a uno se le constriñe cuando escucha los testimonios de las personas que directamente participaron en estos conflictos y de las personas que indirectamente fueron afectadas por los resultados arrojados por estos conflictos, cuyas causas, siempre, fueron las causas más alejadas de los intereses de los pueblos.

Entonces, todo lo que signifique asuntos relacionados con lo militar va a contar siempre con mi participación para combatirlos, para demostrar que nuestro país no debe prestarse y no debe participar en este tipo de maniobras que ponen en peligro, no solo nuestra soberanía, sino también el futuro de nosotros como patria y como país, en el contexto geopolítico latinoamericano y mundial y que nos podrían hacer retroceder en todo lo que nosotros como país hemos avanzado, no solo como país declarado neutral, sino como país que ha demostrado con hechos importantes que es un país civilista; como la abolición del ejército y la entrega de este edificio que está aquí atrás, que era un cuartel, a la Universidad de Costa Rica para que fuera parte de su patrimonio y se convirtiera en un centro para el desarrollo de la cultura y de la ciencia.

Con la premura del caso, porque esto fue traído aquí intespectivamente, de forma amañada y artera, y no tuvimos tiempo de prepararnos como lo amerita este grave hecho, sí hicimos un esfuerzo para estudiar el Convenio y para leerlo, robándole inclusive horas a nuestro descanso, y yo concuerdo con lo que aquí se ha planteado y para mí son de recibo y respeto mucho las palabras de mi compañero diputado, don Luis Fishman, no solo como diputado, sino como mi ex ministro de Seguridad, cuando yo era un ciudadano común y corriente, y para mí son muy importantes los argumentos que él ha dado.

Primero, yo pienso que hay un principio fundamental aquí que tiene que ver con la soberanía, y la soberanía es una cobija que nos cubre a todas y a todos, la soberanía no es ni más ni menos que la bandera nacional, que el Pabellón Nacional, es decir, no es la bandera de un partido.

Aquí yo creo que tenemos que reconocer que este permiso no tiene razón de ser, que como se ha señalado debía haberse rechazado ad portas para dedicarnos nosotros a hablar aquí de otros temas más importantes para el país.

Este Convenio es un convenio que, ciertamente, como se ha señalado debe ser revisado, porque además contiene imprecisiones y, también pareciera que la realidad nos demuestra que los convenios que firmamos una vez que cumplen cierta cantidad de años, y en este caso estamos hablando de una década, deben revisarse y actualizarse, ¿por qué?, bueno porque las condiciones nacionales cambian y porque las condiciones internacionales cambian, no es lo mismo la situación geopolítica mundial y latinoamericana en el año 2000 que en el año 2010, han sucedido cosas a nivel de Centroamérica, a nivel del Caribe, a nivel de Asia y a nivel del Cono Sur.

Así que partiendo de eso, por ejemplo, este convenio se refiere a la cooperación que puede haber entre el Gobierno de Costa Rica y los Guardacostas de Estados Unidos, dice para control…, para el tráfico ilícito en los mares y ni siquiera específica tráfico de qué, ojalá fuera para controlar el tráfico de todo lo que las naves piratas internacionales nos roban a nosotros, como país, a través de la pesca ilegal y que se llevan de aquí, por ejemplo, el atún de aleta amarilla, que saquean la Isla del Coco y que saquean nuestras riquezas y ahí si no hay absolutamente ningún control.

Entonces, partiendo de eso yo me di a la tarea de buscar algo relacionado con el Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos de Norteamérica, y aquí señalo que nosotros, como fracción del Partido Acción Ciudadana, apoyamos todas las luchas de nuestro gobierno, las actuales y las que vengan para combatir el flagelo del narcotráfico, los que sufrimos en las comunidades la presencia de lo que podríamos considerar pequeños peces del narcotráfico y el flagelo que eso significa para el deterioro de la familia, pues obviamente que debemos de estar del lado de esa lucha, y lo hemos demostrado siempre, y como partido lo hemos demostrado y siempre vamos a colaborar con todas las autoridades de este país para combatir, verdaderamente, el narcotráfico.

Así que también es importante que señalemos que vemos en el pueblo de los Estados Unidos un amigo, en los trabajadores de Estados Unidos que hoy día sufren tremendos problemas de desempleo, de bajos salarios y desolación social. Hoy escuché en la mañana, al presidente Barak Obama en una conferencia en directo hablando de los problemas de los migrantes y señalando que los Estados Unidos de Norteamérica no podrían sobrevivir sin el aporte que dan los más de diez millones de migrantes que hacen en Estados Unidos el trabajo que ya los norteamericanos no quieren hacer.

Así que esto es un problema integral y tenemos que verlo de esa manera, y yo creo que estaríamos dándole un mensaje muy importante al país, si hoy día aquí hacemos un alto y decimos que este permiso no procede, primero, porque está mal planteado y porque no se ajusta para nada a lo que establece este convenio.

Además, logramos investigar, de ayer para hoy, que ya desde hace algún tiempo el Servicio de Guardacostas no está ligado al sistema de transporte de los Estados Unidos, sino que es uno de los cinco ejércitos de ese país, pertenece al Ejército de los Estados Unidos en general, es un cuerpo militar, ya no está supeditado a lo que sería un ministerio o una secretaría de transporte, sino que está ligado al Ejército y, además, está bajo la supervisión del Departamento de Seguridad Nacional, depende del Departamento de Estado y depende del Ministro o del señor Secretario de Defensa, y la guardia costera de los Estados Unidos mantiene dos funciones, dicen, en la misma página del Gobierno de los Estados Unidos, como fuerza militar y como fuerza de mantenimiento del orden. Y el artículo 14 de su Código establece que la guardia costera, tal como fue establecida el 28 de enero de 1915, debe ser, deben ser armadas de los Estados Unidos, deben ser parte de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, en todo momento, y además, se constata que la Guardia costera ha participado en operaciones de combate desde el año 1790, incluyendo la invasión y el genocidio en Iraq.

Así las cosas, me parece a mí muy importante que nosotros veamos esos datos, no por el permiso que hoy cocinará aquí el pacto LILI, sino por la necesidad de revisar también este convenio, de actualizarlo para conveniencia de ambos países y para conveniencia de la región.

Se dice también, en la página del Gobierno de los Estados Unidos, que los guardacostas de los Estados Unidos forman parte de la milicia de ese país, entonces, investigamos en el diccionario de la Real Academia Española, en el DRAE, qué significa milicia, y resulta que dice que la milicia es el arte de hacer la guerra y la disciplina de los soldados de ella, es el servicio o la profesión militar y, además, dice que son las tropas o la gente de guerra.

Tenemos entonces, me parece a mí, compañeras y compañeros, que aunque para nosotros como costarricenses se complica comprender la magnitud y la dimensión de lo que significan tantos buques y tantos barcos, y que muchos solo hayamos visto esos artefactos de muerte y exterminio a través de películas, cuando aquí se habla de helicópteros artillados, de portaaviones, cuando se habla de helicópteros black hawk, que los he visto en Internet y que son capaces de destruir la vida en segundos y desaparecer a un pueblo completo, me pregunto, ¿qué necesidad tenemos nosotros, como país, de exponernos ante la opinión publica de nuestros hermanos y hermanas latinoamericanas en momentos en que hay conflictos tan serios en nuestra región?

Hace un rato un compañero diputado del Partido Liberación Nacional, a quien quiero aprecio y me voy a reservar su nombre, me dijo en son de broma: “démosle permiso para que nos protejan de una invasión de Nicaragua y de Venezuela”, y bueno, es una broma, yo sé, pero en temas tan serios como este no se vale, no podemos hacer bromas y no podemos reírnos porque hay situaciones complicadas a nivel centroamericano: un golpe de Estado fascista en Honduras, que tiene a ese pueblo en vilo, que tiene a ese pueblo ahí escondido en las casas, con una pérdida sustantiva de la democracia, con desapariciones, con asesinatos de periodistas, con asesinatos de maestros, de sindicalistas, de ambientalistas, con una situación complicada en Nicaragua, con esta nueva situación que se da en Panamá con instalación de estas bases militares, con la instalación, además, de siete bases militares más en el territorio colombiano, y dicho sea de paso, estudiando hoy en la madrugada, documentos provenientes de los mismos Estados Unidos, se afirma que el mayor productor de la droga es esa Colombia ocupada por el ejército USA, y bueno, entonces donde hay más bases es poco lo que se ha controlado. ¿O será que no se quiere controlar y todo es una mampara para invadir Venezuela?

Así que me parece a mí que esto es muy delicado e importante, porque sin saber nada de asuntos militares he podido leer que este tipo de flotas sirven para que se desplacen fuerzas militares más numerosas por todo el hemisferio sin necesidad de perder tiempo para abastecerse, es decir, que pueden cumplir con operaciones militares muy rápido para invadir pueblos, no sé si Venezuela, no sé si Bolivia, Nicaragua o más allá del Cono Sur, y eso puede ser porque son fuentes reales las que consulto.

Entonces, además, cuando se habla de un barco hospital uno dice, ¿para qué un hospital?, un hospital de esas dimensiones para una supuesta visita de turismo según ellos, porque en otras violaciones de este tipo a nuestra soberanía, nos han dejado en hoteles, guaro y artesanías, algo más de 100 millones de colones. ¡Vamos a salir de pobres con tan fabuloso aporte al desarrollo!

Así que pienso, compañeras y compañeros diputados, señor Presidente y costarricenses que nos escuchan, que nos miran por la televisión, que aquí lo que deberíamos hacer nosotros es proceder como corresponde, a que revisemos este convenio y que lo actualicemos de acuerdo con la realidad actual, no solo de nuestro país, sino de América Latina y del mundo, suenan tambores de guerra por todo lado, se dice, y la prensa nos tiene informados acerca de que se desplazan barcos hacia Irán, que se recrudece el tono bélico de USA y de Israel. Hoy día escuché al presidente Barack Obama en directo, afirmando que su guerraa en Afganistán se recrudece y que se mandan más efectivos contra ese pueblo ubicado para su desgracia en la ruta del gas y de los hidrocarburos; aparte de las magníficas riquezas minerales de su subsuelo. ¡Cualquier parecido con el típico imperialismo yanqui es mera coincidencia!

Por lo tanto, me parece a mí que en ese contexto, nosotros lo que mejor podríamos hacer aquí como costarricenses es revisar este convenio y, además, pedirle al ministro Tijerino que venga a rendir cuentas, invitarlo cordialmente, para que venga aquí a este Parlamento y nos regale a nosotros un informe detallado de los resultados que han tenido otros operativos producto de este convenio, porque, bueno, si la prensa informa correctamente, nos damos cuenta que la mayoría de las incautaciones que aquí hay del producto del narcotráfico, se dan por tierra, y que lo que se incauta en el mar no es tan significativo.

Pero además, es muy importante tomar en cuenta que debiera ese informe incluir aspectos relevantes para nosotros como, por ejemplo, aparte de los resultados obtenidos en general, ¿cuánta droga se ha incautado?, ¿cuántos grupos organizados se han detectado?, ¿ cuántos carteles se han desarticulado?, ¿cuántos recursos se han incautado también en dólares, en materiales, en inmuebles?, ¿cuántos dólares provenientes del lavado se han recuperado? Además, es importante señalar cuál es el papel que juega este programa en relación con el mercado interno del consumo de la droga en Estados Unidos. Este país que hoy nos pide agacharnos para invadir y violar nuestra soberanía, bajo la complicidad del pacto LILI y del presidenta Laura Chinchilla, por medio de un convenio obsoleto y herrumbrado, debiera decirnos y demostrar que realmente está interesado en combatir el narcotráfico. Ellos son los mayores consumidores de drogas en este planeta, eso son, entonces, por qué son oscuridad de la casa y candil de la calle; por qué no arreglan sus desórdenes como nación y después salen a predicar con el ejemplo. ¿No será esto un artilugio para desviar la atención nuestra, y bajo esa lógica imperial, camuflar invasiones y preparativos de guerra contra las nuevas democracias latinoamericanas, bajo la artimaña del supuesto combate a las drogas? Con este ejeŕcito que nos invadirá se puede detener toda la droga que consumen los gringos allá en su país. Pareciera que aquella ingresa por internet.

Así que, compañeras y compañeros, con todo respeto a los compañeros y compañeras que tienen la gentileza y la educación de escucharnos aquí, en este Plenario, y a las compañeras y compañeros que están por aquí también y que de una u otra manera escuchan mientras comen, creo que lo más importante hoy es que nosotros devolvamos esta solicitud y comencemos a analizar estos aspectos de otra manera, relacionado con lo que yo he dicho aquí, en este contexto geopolítico nuevo, de acuerdo con el conocimiento que hoy día tenemos, y que no nos prestemos nosotros, como parlamento, para que por la ligera se dé, como se ha señalado, un cheque en blanco para que el día de mañana nosotros mismos estemos aquí lamentando que como pueblo nos expusimos ante el resto de pueblos de América Latina; para que, quien quita, no se vayan a cometer injusticias y que estemos regresando a la época de los cincuenta, de los golpes de estado en Centroamérica, cuando nuestros países eran consideradas “bananas republic”, y hoy día “pineapple” o repúblicas piñeras. ¡Esto no es un juego…no se trata del barquito de Popeye cargado de boy scout, ni de la lancha de Guilligan…se trata de un ejército armado hasta los dientes y hábido de sangre!

Muchas gracias, señor Presidente

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