Creación de la vida humana: Dios ahora tiene “competencia”

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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Cuesta creer que el “libre” comercio del TLC haya llegado a posiciones tan aberrantes, como las que se expresan en el proyecto de ley “Adhesión de Costa Rica al Tratado de Budapest sobre el reconocimiento internacional del Depósito de Microorganismos a los Fines del Procedimiento en materia de Patentes”.

Como este proyecto tiene un nombre tan largo y que busca encubrir su verdadera esencia, es comúnmente conocido como “Tratado de Budapest”. El proyecto se tramita con el Expediente Legislativo No. 16.123 y forma parte esencial de la llamada “agenda de implementación” del TLC.

Si bien ya los obispos de Costa Rica han pegado el “grito al cielo” por este proyecto, las organizaciones sindicales UNDECA, ASDEICE y ANEP dirigieron una carta a los jefes de la Iglesia Católica de Costa Rica, pidiéndoles que emprendan una verdadera cruzada de denuncia pública, acerca de la perversidad y de la malignidad de ese proyecto de ley que permite, óigase bien, el patentamiento de microorganismos para la creación de formas de vida, incluyendo la humana.

“El Tratado de Budapest constituye una de las agresiones a la ética y la moral más monstruosas y aberrantes que la sociedad comercial corporativa multinacional le haya impuesto a la población mundial. El Tratado de Libre Comercio de Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos (TLC), sirvió para abrirnos los ojos en relación con los alcances a los que se ha llegado en la mercantilización de toda materia y sujeto existentes, incluyendo el ser humano”.

Esta es una de las partes fundamentales de una carta que distinguidos costarricenses, inspirados en el humanismo cristiano, le dirigieron a la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR), para que reaccionaran ante el trámite legislativo de ese proyecto de ley que, sin duda alguna, generará un_ “competidor”_ en cuanto a la creación de la vida humana. Hoy reconocemos la oportuna intervención al respecto de la ciudadana Olga Marta Mena Pacheco; y de los ciudadanos, Carlos Agustín Páez Montalbán, Arnoldo Mora Rodríguez, Hernán Collado Martínez, Fernando Soley Soler y Arturo Robles Coronas.

La carta sindical enviada a la CECOR expresa que el Tratado de Budapest “es incompatible en forma total con la enseñanza de la Iglesia en materia bioética”. Adicionalmente, se le indica al obispado costarricense que el Tratado de Budapest está en contradicción con las enseñanzas vaticanas sobre la vida y sobre la condición humanas; específicamente con la “Instrucción sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación”, emitida por la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el año 1987, firmada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI.

Para la historia ha de quedar el oportuno señalamiento sindical sobre la perversidad de un proyecto de ley que, guardando las dimensiones de espacio y tiempo, abre las posibilidades para la reedición de los experimentos humanos del Dr. Mengele, de la Alemania Nazi.

En su momento, el cardenal Ratzinger, hoy Su Santidad Benedicto XVI, alertó contra las aberrantes posibilidades “de intervenir sobre el patrimonio cromosómico y genético” de la creación humana; señalando, además, que tales intentos “no son terapéuticos, sino que miran a la producción de seres humanos seleccionados en cuanto al sexo o a otras cualidades prefijadas”.

Esta es la esencia del perverso proyecto Tratado de Budapest, parte esencial de la_ “agenda de implementación”_ del TLC. Así que Dios tendrá_ “competencia”_ en cuanto a la creación de la vida humana y los 38 diputados oficialistas (incluyendo los “socialcristianos”, más Echandi y Guyón), están dispuestos a votar una ley para que usted “escoja”, en el marco del TLC y de ahora en adelante, como quiere que sea su retoño: ¿chiquito?, ¿chiquita?, ¿de ojos verdes?, ¿de ojos azules?, etc. … Tal parece que el “legado” del Dr. Mengele no se “perdió”.

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Nota:
Para conocer un poco mejor sobre este tema baje y lea de ARCHIVOS ADJUNTOS
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