El Gobierno de la Presidenta Chinchilla parece que será recordado como la administración en la cual se produjo el más grave escándalo de corrupción con finanzas públicas de la historia nacional: el de la construcción de la trocha norte, indebidamente llamada ruta “_Juanito Mora Porras_”.
Las revelaciones periodísticas que siguen saliendo a la luz pública, indican que 20 mil millones de colones están, prácticamente, ¡evaporados!, por las graves irregularidades que se presentaron en la “_carrera loca_” para atajar la supuesta “_invasión_” nica al territorio nacional.
La indignación popular es generalizada y crece todos los días. El pueblo está muy enojado y siente en el alma que ha sido defraudada su confianza como nunca antes.
Grandes cantidades de dinero en dádivas. Ningún estudio de impacto ambiental y la mitigación de los daños ecológicos en veremos. Empresas constructoras fantasmas en unos casos, en otros, en calidad de morosas con la Seguridad Social (contribución patronal y laboral a la Caja Costarricense de Seguro Social CCSS especialmente); muchas sin inscribirse en el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA); así como mucha de la maquinaria y vehículos utilizados sin revisión técnica. Cero planos de construcción; contrataciones a dedo por una misteriosa “_comisión de alto nivel_”. Cortes innecesarios de bosques, aguas sin la debida canalización. Etc., etc., etc.
Como si todo esto no fuera poco, ahora se dice que las lluvias terminarán acabando con lo que se hizo, producto de toda esta cadena de irregularidades y “_errores_”, con lo cual, los 20 mil millones de colones, 40 millones de dólares, se “_evaporarán_”; pues no hubo planes de ingeniería para el trazado de la ruta, así como se careció de un diseño básico de toda la obra.
Los verdaderos responsables de esta “_paranoia patriotera_”, cargada de un nacionalismo “_trasnochado_” deben ser visibilizados, totalmente para una real rendición de cuentas y, eventualmente, para que sean llevados a la esfera penal. Tales responsables tienen altísimo niveles políticos que deben aparecer con rostros y cargos totalmente identificables para la ciudadanía.
Nuevamente, alzamos nuestra voz de protesta enérgica, de condena vehemente ante semejante escándalo que, como indicamos, no solamente va en vías de convertirse en el más impactante y grave de la presente Administración Chinchilla Miranda; sino, el mayor de todos los gobiernos de los últimos 25 años; no solamente por la cantidad de dinero involucrado, sino por la cadena de errores, improvisaciones, ausencia de controles y por las eventuales sumas perdidas por las presuntas corrupciones que ocurrieron en todo el proceso.