Criminalización de los y las Defensoras de Derechos Humanos en centroamérica

MARCO GENERAL

En Costa Rica, al igual que muchos países de América Latina los Movimientos Sociales y los Defensores de Derechos Humanos, somos portadores de numerosas iniciativas de carácter alternativo, que no encuentran espacio y que por sus características propias, enfrentan y confrontan los Planes y Programas impuestos por las élites y grupos dominantes, como por ejemplo a nivel Mesoamericano: el Plan Puebla Panamá, los Tratados de Libre Comercio (TLC – EU y UE) y los Acuerdos Regionales de Seguridad para la implementación de estas políticas, que en lo fundamental están vinculadas a la promoción y el fortalecimiento de las grandes empresas, sus negocios y sus ganancias económico – financieras y comerciales.

En esta (llamada) “globalización” – en mesoamérica – se fortalece la tendencia global que profundiza desigualdades sociales, aumento de migraciones, empobrecimiento y desempleo, depredación ambiental, mayor fractura del tejido social – cultural, tanto en zonas rurales como urbanas y se hacen mucho más pesadas para los pueblos indígenas.

Las respuestas por parte del Estado, son políticas estructurales impuestas y como tales injustas y violentas, como son: la desregulación de las leyes laborales, la privatización y / ó venta de activos y servicios públicos estratégicos, el despido o desmovilización laboral de miles de empleados públicos, la promoción de monocultivos extensivos e intensivos que contaminan el agua y depredan el ambiente ( piñeras – bananeras – cítricos – plantas ornamentales, etc. ), todo en detrimento de los modelos tradicionales, propios y productivos de la sociedad costarricense, a la que no se le consulta ni se le informa de los impactos y consecuencias de dichos Planes, Programas y Políticas. Esta violencia sistémica, cruza el ámbito familiar, escolar, institucional y social. Las confrontaciones por el acceso a los derechos fundamentales, en los distintos niveles, se hacen cada vez más seguidas, y las salidas ó “soluciones” a estos conflictos adquieren mayores niveles de violencia.

Esta confrontación en las propuestas de sociedad, lleva al aumento de las movilizaciones y Acciones Directas, como respuestas a la violación de Derechos Humanos de personas, sectores y poblaciones. Así los líderes de estos grupos y movimientos, históricamente han sido silenciados, y, cada vez más perseguidos, reprimidos, criminalizados, judicializados y hasta encarcelados por parte del Estado en sus distintas instancias.
Pasaremos a relatar de manera resumida algunos de los casos más emblemáticos, que dan muestra de la situación que enfrentan los y las Defensores /as de los DDHH en Costa Rica.

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