01- Por este medio, con la transparencia de siempre, la ANEP reconoce que, previo a la firma del documento negociado con el Gobierno para poner fin al justo movimiento de huelga iniciado por la población trabajadora de A y A, debió haber comunicado y consultado a sus bases para tomar la determinación correspondiente. Sin embargo, tajante, categórica y contundentemente rechazamos los injustos cargos de “vendidos” y “traidores” que nos están siendo endilgados por la indicada errónea decisión. Actuamos, en todo momento, de buena fe; creyendo que el acuerdo logrado, en términos generales, podría representar una salida honrosa al conflicto huelguístico que nos ocupa; sin necesidad de exponer a sus protagonistas a situaciones de alto riesgo laboral y social, como la recientemente vivida experiencia en la Municipalidad de Tibás.
02- La decisión sindical que se tomó esa noche del jueves 20 fue compartida, totalmente, por las organizaciones sindicales colegas, partiendo de sus propias visiones sectoriales del proceso en desarrollo. Al viernes pasado y reconociendo el error incurrido, la reivindicación económica alcanzada estaba, prácticamente, en el 50 % de la expectativa manejada desde un inicio. Además, se abrió la posibilidad política según nuestro criterio, para subir ese 50 % mediante un escalafón de puestos especial para A y A, así como la apertura política para la reivindicación más que justa del honorable gremio profesional. Todo ello sin hablar de la posibilidad jurídica de un status propio para A y A mediante una legislación específica de deshomologación. La ANEP reafirma su convencimiento en los términos de tal acuerdo pero nos sometemos al veredicto en sentido contrario que ya ha sido emitido.
03- Sirva como consideración especial que, desde la llegada de ANEP al A y A, siempre hemos tenido un objetivo estratégico: el fortalecimiento de A y A como parte esencial del desarrollo nacional, para la preservación del agua como un bien de propiedad pública para el país, esencial para la vida y no como negocio para el lucro privado. El TLC acentúa la voracidad de las transnacionales por el recurso hídrico nacional y por eso pensamos que una huelga prolongada, por uno o por dos puntos porcentuales adicionales, podría debilitar para el futuro cercano la nueva fuerza social que emergió en el escenario nacional, la fuerza azul-celeste, que se dio el lujo de visibilizarse ante el país, el pasado 18 de octubre.
04- La ANEP es una organización social sumamente seria y podemos exhibir nuestra trayectoria de lucha y de posiciones políticas, con toda transparencia. La ANEP ocupa un sólido y prestigioso lugar en el escenario político-social del país, pues combinamos la lucha frontal con la propuesta inteligente y por eso, nos hemos ganado un gran respecto en un amplio abanico de sectores sindicales, sociales, intelectuales, productivos y hasta algunos de carácter político-partidista. A la vez, sabemos que no somos del agrado de la derecha oligárquica ni tampoco de la izquierda anarquista. Somos costarricenses de pura cepa que no comulgamos con extremismos de ninguna naturaleza.
05- Desde hace ya bastantes años, la ANEP renunció a ser brazo sindical de los partidos políticos, para transformarse en una genuina organización sociolaboral y cívica al servicio de la defensa, del desarrollo y profundización de los derechos de la clase trabajadora y de la democracia costarricense. Afortunadamente, hoy en día, la ANEP no está instrumentada por partido político alguno, ni es trampolín partidista para su dirigencia nacional.
06- Notamos que en el actual proceso social de A y A, está en juego la futura elección de la Secretaría General de ASTRAA y que, según el desenlace final de esta noble huelga, así sería el resultado de esa elección. Así entendimos el comportamiento del Sr. Alvaro Espinoza quien en la noche del jueves dio todo su aval político al acuerdo que se firmó, pero el día viernes jugó la carta de la descalificación política de su propio compañero Wálter Navarro. Sinceramente y con gran respeto tenemos que decir que notamos una excesiva competencia interpersonal del Sr. Espinoza para con el Sr. Navarro.
07- Nos percatamos que la noble Huelga General de A y A, de naturaleza estrictamente reivindicativa por la profunda justicia salarial que demanda, buscaba ser transformada en una “huelga política”, porque a alguien se le ocurrió que lo de A y A serviría como “desencadenante” para una reacción social generalizada de respuesta al envío del TLC a la Asamblea Legislativa; hecho que ocurrió precisamente, el pasado viernes 21 de octubre, cuando se produjo la masiva reacción adversa de rechazo al acuerdo con el Gobierno de la noche del día anterior jueves; manipulándose el justificado enojo con esa otra finalidad. Conste que la ANEP está total y rotundamente contra ese TLC, pero creemos que la reacción social general en su contra está por venir y no nos prestaremos para usar a los trabajadores y a las trabajadoras de A y A, como “carne de cañón” en esta particular situación.
08- Es así como explicamos el papel jugado por el Sr. David Morera Herrera, dirigente político del denominado Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el cual integra la denominada Coalición Izquierda Unida (IU), participante en el proceso electoral nacional del próximo mes de febrero de 2006. “Curiosamente”, este señor y el señor Espinoza, están en la papeleta electoral de IU. El Sr. Morera quiere ser diputado y el Sr. Espinoza, es candidato vicepresidencial de dicha coalición. Por otra parte y en concreto, la ANEP conoce, perfectamente, las tácticas y estrategias políticas de este grupo político (PRT), cuando se infiltra en los movimientos sociales como el de A y A.
09- Jamás estaremos de acuerdo en que, como parte de la estrategia partidista de signo ideológico extremista que busca transformar la legítima huelga de A y A en una “huelga política”, se considere la monstruosa posibilidad de dejar de suministrarle el agua a la ciudadanía. Hoy hablamos de esto con toda claridad porque la ANEP no será cómplice, bajo ninguna circunstancia, de una medida de tanta radicalidad y peligrosidad como la que ya parece estarse insinuando según esa visión ideológica de conducción de esta huelga que quiere imponerse, luego del error cometido con la firma inconsulta que ya todos conocemos. Además, siempre será preciso la preocupación por la atención de las emergencias, a fin de mantener el prestigio del movimiento y el respaldo ciudadano que necesitamos.
10- Indicamos que está disponible la cantidad de 120 mil y resto de colones, donados el día jueves por los compañeros de Pavas, destinados (así se dijo), para los compañeros de La Uruca. Además, está disponible el cheque donado por el sindicato ASDEICE, de 250 mil colones para sufragar la totalidad de los gastos generales del movimiento una vez concluido éste. Valga indicar que, hasta el pasado viernes, las arcas de ANEP han aportado cerca de millón y medio de colones para la causa, luego de nuestra incorporación oficial en la misma, sin contabilizar los salarios de los recursos humanos puestos al servicio de este movimiento. Por demás, es bueno que se sepa que presentamos un amplio y argumentado documento jurídico, de veinte páginas, tratando de refutar la aspiración patronal de declaratoria de ilegalidad de esta huelga.
11- La ANEP permanecerá en este movimiento si las bases laborales de A y A reafirman la confianza política en nuestra organización sindical, luego de que hemos reconocido el grave error que cometimos. No obstante y a pesar de que esa confianza nos sea reafirmada, seguiremos respaldando el movimiento, tanto política, como jurídica, financiera y logísticamente, sí y solo sí:
a) Debe clarificársenos el espacio político para una renegociación, si es que ello se da. Debe indicársenos el mínimo y el máximo del famoso porcentaje del 18 %, luego de que lo dejamos en 8.70 %; debe indicársenos, claramente el ámbito de posibilidades de la aspiración profesional; debe indicársenos, claramente, si vamos por la deshomologación por decreto hasta las últimas consecuencias.
b) Desde hoy, cada quien debe guardar dinero porque es probable que a fin de la presente semana, al persistir la huelga, la patronal no pague salarios, utilizando esta situación como arma de represalia para los y las huelguistas.
c) Dado el rechazo al acuerdo del pasado jueves, ahora iríamos al movimiento por el “todo o nada”; lo cual nos obliga a plantear todos los escenarios posibles de tensión, incluida la ilegalidad del movimiento y eventuales acciones de despido. ANEP jamás abandonará a sus afiliados y afiliadas en A y A, haciendo absolutamente todo lo que esté a su alcance y más aún, por la defensa del sagrado derecho constitucional del trabajo, ya sea que estemos o no estemos en la reconducción del movimiento. Sin embargo, las decisiones de estar en una huelga siempre son actos producto de la voluntad individual y así debe quedar claro.
d) Desde hoy mismo, se debe conformar el grupo de personas dispuestas a una eventual huelga de hambre como mecanismo válido de resistencia pacífica ante arremetidas político-jurídicas y hasta policiales que podrían debilitar la voluntad de continuar en huelga de compañeros y de compañeras que no resistan situaciones de enfrentamiento de alta tensión. Desde ya hay que hacer la debida preparación psicológica y la revisión médica para saber quién si estaría apto para tal experiencia y quién debería ser rechazado por alto riesgo de salud física y emocional.
e) Sabemos de la comisión constituida luego de los acontecimientos del viernes, no obstante, desconocemos la naturaleza de la misma. Sí debe quedar claro que la conducción de la huelga en su nueva fase, será responsabilidad única y exclusiva de la dirigencia sindical que sea relegitimada para ello. Es oportuno mencionar que algunas de las distinguidas personas integrantes de esa comisión, parece que no son bien vistas por amplios sectores de los y de las huelguistas, según se nos ha informado en el pasado fin de semana.
f) Finalmente, la ANEP no participará, bajo ninguna circunstancia, en la responsabilidad política de guiar el movimiento en su nueva fase, con la presencia política y física del Sr. David Morera Herrera, pues no compartimos su visión ideológica extremista para desnaturalizar la nobleza de este movimiento, pretendiendo llevar agua a sus molinos político-partidistas. En tal sentido, respetuosamente, con toda transparencia, deberá escogerse entre ANEP y el movimiento partidista (PRT) que representa dicho ciudadano; quien, además, no es trabajador de A y A y no pertenece a ninguna de las organizaciones sindicales de la institución.
12- La ANEP quedará en espera de la sabia decisión que las valientes bases laborales de A y A tomen con base en este pronunciamiento. La ANEP deja constancia de la gran lección política que ha recibido de parte de los trabajadores y de las trabajadoras de A y A, en todos estos gloriosos días de un conflicto sociolaboral que ya entró, en letras de oro, en las páginas de la historia del desarrollo de la democracia costarricense. En el momento oportuno, la ANEP hará su propio exhaustivo análisis interno para sacar sus conclusiones y enseñanzas.
13- La ANEP agradece, profundamente, la decisión de aquellos compañeros y de aquellas compañeras que desde hace tiempo optaron, sin saber que toda esta situación se iba a dar, por ponerse nuestra camiseta y asumir cargos de representación sindical de base a nombre de la ANEP. Solamente anhelamos que sepan entender las difíciles circunstancias que hemos estado viviendo en estos días.
San José, 19 de octubre de 2005.