Ajustamos ya bastante tiempo planteando que resulta imposible y que es socialmente explosivo, pretender que el grave problema del déficit fiscal se resuelva por el lado de quienes menos responsabilidad tienen por ello: el pueblo trabajador.
Por tanto, las soluciones, que deben ser paulatinas, deben considerar otros ámbitos que no deberían ser las que constituyen un ataque a los salarios de la clase trabajadora, tanto la del sector público como la del privado.
Hay un planteamiento novedoso que se viene promocionando hace tiempo ya en el seno de los movimientos sociales y sindicales de países de la Unión Europea (UE), básicamente.
Del tema hemos hablado ya nosotros, también, gracias a los espacios que nos permite el Grupo Extra. Se trata de poner un impuesto a las transacciones financiero-bancarias, conocido popularmente como tasa “Robin Hood”: exigirle tributación realmente justa a los que más acumulan para distribuir entre los que menos tienen.
Una amistad nos comentó de que en Costa Rica las transacciones financiero-bancarias van en auge. Podríamos pensar en instaurar en nuestro país un impuesto “Robin Hood” a la tica.
Datos de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), refieren al respecto a un documento denominado “Informe estadístico del Sistema Nacional de Pagos 2017”, elaborado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), indicando que la banca digital del país movilizó, en ese año, 182 billones 600 mil millones de colones, lo que equivale a 5.6 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), correspondiente al 2017. Un informe-nota de prensa publicado recientemente, también, se refirió al asunto.
Tal cantidad de dinero se movió mediando unas 150 millones de operaciones digitales financiero-bancarias en ese año 2017.
Imaginemos por un momento que a esa cantidad gigantesca de dinero, movilizado digitalmente por el sistema de transacciones financiero-bancarias, se le impone una tasa tributaria de equis porcentaje; tasa que puede ser establecida por un período determinado de tiempo mientras un gran acuerdo nacional define soluciones estructurales, de mediano y de largo plazo, para el tema del déficit fiscal.
Se podría definir que se gravaría o se tasaría cada transacción digital financiero-bancaria, pero de cierto monto hacia arriba, para no afectar a las movilizaciones de dinero de pequeños y/o moderados montos que ejecutan personas de ingresos medios y bajos.
Tómese en cuenta que mucha de esa gigantesca cantidad de 182,6 billones de colones debe contemplar enormes cantidades de dinero sucio proveniente del crimen organizado y del narcotráfico que pasan por el sistema bancario-financiero del país.
Un reportaje periodístico de la prestigiosa cadena de noticias británica, la BBC (en su sección digital BBC Mundo), aparecido en su sitio web con fecha 17 de junio de 2013, tituló así: “Costa Rica, en la mira del narco”. El periodista Juan Carlos Pérez Salazar, reportando desde la Ciudad de México, indicó:
“De acuerdo con la organización Global Financial Integrity, el flujo de dinero ilícito en Costa Rica en la primera década del siglo XXI fue de US$64.000 millones, más del 10% del PIB de ese país”. ¡Este reportaje es del año 2013! ¿Qué habrá pasado 5 años después, a hoy, 2018? ¡No hay duda! Más plata sucia ha estado pasando por el sistema financiero-bancario del país.
Tal reportaje, además, apuntó lo siguiente. “Un informe de Departamento de Estado de EE.UU. citado por el sitio Costa Rica Hoy, indica que la fuente más importante de los activos que se lavan en Costa Rica provienen de las ganancias del narcotráfico y las apuestas por internet… El informe estadounidense también identificó otros delitos que alimentan el blanqueo de divisas en el país, como el tráfico de otras drogas, fraudes financieros, tráfico de personas, corrupción y contrabando”.
Noten ustedes cuánto potencial recaudador, en materia de ingresos frescos, hay en una eventual tasación tributaria a las transacciones financiero-bancarias digitales que todos los días se ejecutan en el sistema bancario costarricense. Pero, ¿cuál líder político y/o fuerza política está en disposición para asumir tal desafío a la parte más radical de la actual hegemonía político-económica dominante del capital, la del capital financiero?…
Corresponde a los movimientos sindicales, sociales, populares y cívico-políticos, con interés objetivo-subjetivo en la lucha por una sociedad contraria a la desigualdad, valorar si el tema del impuesto “Robin Hood” merece ser consigna consistente de la etapa histórica en que está ya sumida la Costa Rica actual.
Nosotros pensamos que sí y, por tanto, desde la corriente del sindicalismo sociopolítico en la cual nos basamos para nuestra lucha diaria, hemos de plantear el tema con toda la fortaleza que nos sea posible, con mucha mayor intensidad con la que ya hemos venido tocando el tema tiempo atrás.
Albino Vargas Barrantes, Secretario General, Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)