Sus choferes, en abrumadora mayoría, decidieron no seguir trabajando ante lo que consideran, según ellos, una serie de situaciones que atentan contra sus derechos laborales, contra su dignidad laboral, contra el clima de paz laboral y contra la misma estabilidad de la empresa, la cual se ve amenazada en su desarrollo y en su propia sostenibilidad financiera por mantener condiciones que desestabilizan la convivencia obrero-patronal.
Aunque teníamos pensado enfocar en este día un tema de otra naturaleza, la experiencia que hemos estado viviendo en todas estas horas junto a estos trabajadores choferes de autobús en paro laboral, nos lleva a llamar la atención de la opinión pública que viaja todos los días en bus, que en esencia es el pueblo trabajador, es decir, los grandes segmentos de los sectores populares que no tienen transporte propio, básicamente por razones económicas.
Podemos decir que, en términos generales, los choferes de autobús son uno de los sectores laborales más explotados de la clase trabajadora costarricense y también migrante porque como es ya una realidad, muchos ciudadanos nicaragüenses que vienen a Costa Rica laboran en este tipo de trabajo.
Uno de los temas que más impacta es el de las barras electrónicas con la que los empresarios pretenden controlar el pago real del pasaje de autobús por parte de cada persona usuaria del servicio, tratando de evitar fugas de diverso tipo.
Ocurre que algunos empresarios creen que sus choferes son todos ladrones y de manera sumaria proceden a realizar rebajos confiscatorios deducidos del monto neto salarial a pagar, sin ningún procedimiento previo, ningún protocolo al efecto, dejándoles en total indefensión y en una precaria situación económica con gran impacto negativo en sus familias.
La protesta que empezó ayer de este grupo de choferes debe servir para que se busque un acuerdo nacional entre los empresarios de autobús, sus trabajadores choferes, las organizaciones que les representan y las autoridades gubernamentales del caso.
Damos fe de que este problema de sobreexplotación laboral de los choferes de autobús no es nuevo pues, en más de una ocasión la organización para la cual laboramos, ha intervenido al efecto, constatando que la intolerancia patronal, la violación a los derechos laborales y un desprecio total por el dialogo, han puesto a sufrir a muchos de estos trabajadores, a quienes “les cortan el rabo”, como se dice popularmente, simplemente por pretender utilizar en su favor la Constitución Política, el Código de Trabajo, las normativas internaciones de Derecho Laboral al respecto; todo lo cual no es sino ser consecuentes, sin que ellos mismos se dieran cuenta, de que el trabajo decente hoy más que nunca, es un Derecho Humano universalmente reconocido.
El empresario autobusero debe comprender que sus trabajadores, sobre todo los choferes, son seres humanos, elementos vitales sin los cuales sus empresas no caminarían y, por tanto, necesitamos construir un protocolo general de respeto a los Derechos Laborales de los choferes de bus, dándole un contenido integrador con la necesidad de la mayor satisfacción de la población usuaria de esos servicios públicos, la rentabilidad y la ganancia empresarial, así como con las obligaciones tributarias derivadas de ello.
Hay muchos ámbitos en los que podemos trabajar conjuntamente para humanizar el trabajo que representa ser chofer de autobús. Esta es una de las conclusiones que nos queda a partir de la experiencia que hemos estado viviendo en estas últimas horas con el paro laboral de la empresa herediana, ya de notorio conocimiento público por las informaciones de prensa al respecto.
Es lamentable que un movimiento laboral de este tipo tenga repercusiones para con la población trabajadora que utiliza los servicios de autobús, de tal suerte que hermanos y hermanas de una misma clase social, en este caso la trabajadora, tengan que verse enfrentados por terquedades empresariales que niegan nuestra convivencia civilizada con base en normas que dictan nuestro Estado Social de Derecho, que si bien está muy maltrecho por la acción de los gobernantes inescrupulosos, todavía es pieza clave de referencia para que sigamos en convivencia democrática.
Finalmente, si usted es chofer de autobús y está leyendo este comentario; o tiene familiares y amigos que realizan esta actividad, tengan presente de que disponen de una serie de instrumentos jurídicos para que su actividad sea dignificada completamente.