Deuda Pública: ¡usted “debe” 33 millones de colones a hoy! Mañana será más. Pasado mañana “deberá” usted más y así sucesivamente.
Si su familia está integrada por cuatro personas, entonces su hogar estaría “debiendo” 132 millones de colones a hoy. Si son 5 miembros de familia, entonces la “deuda” que se tendría es de 165 millones de colones.
El Gobierno ha anunciado que tiene problemas de liquidez para honrar todos sus compromisos financieros para su funcionamiento diario. Que le falta plata “contante y sonante”. Que nadie le quiere prestar más plata. Que ha ordenado detener todas las compras de bienes y servicios, tanto las que están en tránsito como las previstas o que ya estuvieran presupuestadas. ¡Parálisis total en muchas entidades del aparato central del Estado!
Además, ante la falta de plata “contante y sonante” y con lo “poco” que tiene ahora, dijo el Gobierno que se ve obligado a fijar, básicamente, dos prioridades: salarios y pensiones, por un lado; por otro, el pago de los intereses de la deuda pública.
Algunos políticos, ahora ya en campaña presidencial han empezado a atacar, de nuevo, el empleo público, a propósito de la crisis de liquidez del Gobierno. En tal sentido, corresponde que digamos las cosas como son.
Ni la eliminación de todos los pluses salariales, ni la derogatoria del sistema de anualidades que reciben los empleados del Gobierno, ayudarían a solventar la grave situación del problema fiscal del país que ha “estallado” en estos momentos, luego del anuncio presidencial de falta de liquidez en las arcas del Estado central que afecta la operatividad cotidiana del Gobierno y de sus servicios esenciales, como ya indicamos. ¿Por qué lo afirmamos así?
Porque en nuestro criterio el fondo del problema es la injusta estructura tributaria costarricense, de un perverso carácter regresivo, que los gobiernos del bipartidismo tradicional jamás quisieron cambiar. Lo que hicieron fue endeudarse y endeudarnos como país, espantosamente, al punto de que el pago de intereses de la deuda pública nacional consume, al año, la tercera parte del presupuesto que pasa para su tramitación por la Asamblea Legislativa.
Costa Rica está endeudada “hasta el cuello”. A hoy, el país debe ¡casi 15 billones de colones! En dólares: ¡casi 23 mil millones!
Si dividimos esta espeluznante cifra astronómica de deuda entre cada costarricense vivo en estos momentos, considerando una población de 4.5 millones de habitantes, desde la infancia a la vejez, cada persona tica estaría “endeudada” en una cifra cercana a los 33 millones de colones.
Repetimos, usted, que está leyendo esto “debe”, en estos momentos, 33 millones de colones por concepto de la deuda pública. Y como indicamos líneas arriba, esta cantidad debe multiplicarse por el número de personas integrantes de cada familia, para sacar el monto que se “debe” en cada hogar costarricense.
¿Cómo llegamos a este nivel del problema fiscal del país? ¿Quiénes son los responsables? ¿Hay salida?…
Los expertos indican que casi el 87% de esa gigantesca deuda pública se generó en un periodo de 30 años, entre 1984 y 2014. Curiosamente, el año 1984 (gobierno de Luis Alberto Monge Álvarez), fue el del primer Programa de Ajuste Estructural (PAE), inspirado en el dogma neoliberal.
De ese endeudamiento del indicado periodo de 30 años, el 79% corresponde a los gobiernos liberacionistas de Óscar Arias Sánchez y de Laura Chinchilla Miranda; un 8 por ciento a administraciones de la Unidad (PUSC) y un 13% del actual Gobierno del PAC.
Esto le leímos en el prestigioso Semanario Universidad que publicó un reportaje con el sugestivo título de “PLN contrajo mayor parte de la deuda”.
Básicamente, podemos concluir que el bipartidismo histórico al que el pueblo acostumbró llamar como “PLUSC” no tiene autoridad moral alguna para venírseles encima, ahora, a los empleados públicos por los problemas del déficit fiscal y sus consecuencias asociadas, entre ellas el abultado pago anual de intereses de la deuda.
Específicamente y solo para dar un único ejemplo de todo este problema, todavía recordamos al señor Óscar Arias Sánchez cuando siendo Presidente abogaba por la aprobación del TLC con Estados Unidos, resumiendo su prédica en una frase que se nos quedó grabada para siempre: “denme el TLC y les dará la reforma tributaria”.
Diez años después seguimos esperando la misma y jamás se pudo recuperar los casi 3 puntos porcentuales de Producto Interno Bruto (PIB) que se dejaron de percibir en las aduanas del país por los TLC’s del señor Arias Sánchez y su partido liberacionista. En consecuencia, si hay alguna colectividad político-partidaria con menos autoridad para atacar el empleo público, es el PLN. Punto.