Dólar, patrón bajo asedio

Ello traería serios costos a E.U., pues se reduciría la posibilidad de financiar a bajo costo su presupuesto y su déficit comercial. Recuerda Roubini , que los imperios han sido prestamistas y acreedores netos, y que Inglaterra perdió su posición cuando pasó a ser deudor neto; y en similar posición se encuentra E.U. por sus gigantescos déficit presupuestal y comercial. Depende ahora de la disposición de los demás países de seguir acumulando dólares y títulos del Tesoro americano de futuro incierto.

Roubini no considera viable una unión monetaria mundial en el largo plazo y cree en cambio que la moneda china desempeñará dicha función basada en su sostenido y elevado crecimiento, su gigantesco superávit comercial, un pequeño déficit fiscal y una relación deuda/ PIB menor que la de E.U. China, que acumula un trillón de dólares en reservas ha expresado su preocupación acerca de la confiabilidad futura de dichos valores y ha llamado a adoptar una nueva moneda internacional de reserva en la forma de los DEG, basado en una canasta de dólares, libras, euros y yenes.

China aspira a que su moneda haga parte de dicha canasta y sea aceptada en las transacciones internacionales (ya comercia, en sus propias monedas, con Argentina, Belarús e Indonesia), y hay instituciones de Hong Kong que están emitiendo bonos denominados en renminbis, pero Roubini cree que antes debe levantar las restricciones al ingreso y salida de divisa y hacer su moneda plenamente convertible.

Entre tanto, el déficit fiscal estadounidense ascenderá a US$1.85 billones, y Bernanke ha dicho que ello ha aumentado la volatilidad del dólar al tiempo que se aprecia el euro. Los bancos centrales de los países emergentes han reducido la participación del dólar en sus reservas de 61% a finales del 2007 a 59% al terminar el 2008.

En esa dirección, el Presidente ruso se declaró dispuesto a estudiar la creación de una moneda internacional, pues “los otros países que no emiten monedas de reserva, pueden en un cierto momento convertirse en rehenes de la política de los Estado emisores”. Y pese a que Sarkozy ha dicho que “un mundo multipolar debe corresponder a un mundo multimonetario”, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha respondido que “cuando la gente está preocupada por los riesgos quiere invertir en el mercado más líquido y más seguro del mundo, que sigue siendo el de nuestros bonos del Tesoro”. (PORTAFOLIO julio 14/09).
Krugman a diferencia de Roubini es escéptico de la capacidad de China de asumir el liderazgo monetario mundial. En su artículo ‘Trampa china para el dólar’ publicado en The New York Times, abril 2/09, el Nobel recuerda con sarcasmo que en el pasado algunos comentaban que el comercio de E.U. con China estaba balanceado: comerciaba juguetes envenenados y pescado contaminado y E.U. le vendía títulos fraudulentos. Pero actualmente, dicho trato se está viniendo abajo: la demanda mundial por bienes chinos ha descendido, haciendo caer sus exportaciones 26% respecto del año anterior, y están preocupados por la solidez de los títulos estadounidenses que han acumulado.

En un discurso reciente Zhou Xiaochuan, gobernador del Banco Central de China, llamó a adoptar una nueva ‘supermoneda de reserva soberana’. Aunque algunos consideraron esa posición china como una expresión de fuerza, Krugman cree que por el contrario es un reconocimiento de debilidad, pues China ha caído en la trampa de acumular la mayor parte de sus reservas en dólares, y no saldrá de este engaño si no modifica las políticas que la condujeron a esa situación.

Sostiene Krugman, que China logró exportar agresivamente y acumular grandes reservas gracias a que mantuvo un tipo de cambio fijo, lo cual le permitió mantener artificialmente subvaluada su moneda. De haber adoptado un tipo de cambio flexible que reflejara mejor el comportamiento de la economía, su moneda se habría ajustado y se habría corregido ese voluminoso excedente, el mismo que Stiglitz estima causante, en parte, de la recesión del comercio mundial, pues esos recursos que se acumulan se sustraen del circuito comercial.

Resulta entonces, que China acumuló sin cuidado dos trillones de activos estadounidenses de poco rendimiento, pero no es su rentabilidad lo que ahora le preocupa, sino la incertidumbre acerca de cualquier caída futura del dólar que afectaría severamente a este país. Y la propuesta de China de utilizar los DEG no es la solución final, ya que nadie le impide diversificar, desde ahora, su portafolio de reservas hacia otras monedas, pero para hacerlo, los chinos deben vender dólares, lo cual causará la caída de esta moneda, la misma que tanto temen. En suma, China aspira a que otros la rescaten de las consecuencias de sus propios errores de inversión.

Stiglitz, por su parte, ha recomendado el retorno a la idea de una moneda mundial propuesta por Keynes en Bretton Woods a la que denominó Bancor entrevista en El País. enero 18/09, pues la teoría del ‘desacople’, según la cual la economía mundial es menos dependiente del desempeño de la economía estadounidense, se ha demostrado equivocada en la actual crisis.

Y para enfrentarla considera necesario un sistema global de reservas, ya que “tiene poco sentido que los países más pobres del mundo le presten dinero a los más ricos a tasas de interés bajas”. Tras reconocer que el actual sistema de reservas es inestable, propone remplazarlo por un sistema dólar/euro o dólar/euro/yen, pero aún así, seguiría siendo inestable.
Concluye entonces, que emisiones de una moneda de reserva global (Bancor o DEG) podrían ayudar a estimular la demanda agregada global y utilizarse para promover el desarrollo.

En la reunión de nuevos países emergentes como Brasil, Rusia India y China (Bric) realizada en junio, el secretario de Asuntos Estratégicos de la presidencia brasileña, Roberto Mangabeira Unger, afirmó que se ocuparían de la reforma de las instituciones internacionales, del régimen mundial de comercio y del papel del dólar como moneda de referencia. Ello en razón de que hay una gran preocupación por el futuro del dólar en el marco de la crisis financiera global.

Pese a todos esos llamados al cambio, al término de la reunión en París del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) que agrupa a los 390 mayores bancos del mundo, su director, Charles D’Allara, concluyó que “si la pregunta es si la creciente importancia del yuan llegará a remplazar al dólar, la respuesta es que, no creo que sea el objetivo que buscan los funcionarios chinos”. Y William Rhodes, presidente del Citibank, sostuvo que es probable que la moneda china se utilice cada vez más en transacciones comerciales con países de América Latina y África, pero que ello ocurrirá de modo gradual.

Y Paul Volcker ex presidente de la FED, lo resumió así: “la última consecuencia de un sistema globalizado es una divisa internacional. Pero ello está lejos de la realidad en un sentido formal”. (PORTAFOLIO junio 12 de 2009. Pág 18).

En suma el cambio no será inmediato, pero el debate ha comenzado.

Fuente: portafolio. com. co

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