Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.
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Por eso mismo es que hacemos el más vehemente llamado a la ciudadanía patriótica y que detesta la corrupción política y gubernamental, para que apoyemos la movilización del próximo lunes 26, impulsada por las organizaciones laborales del ICE.
El robo del ICE, su asalto final, está a pocos días de consumarse, precisamente estando en la Presidencia de la República la misma persona que lo intentó veinte años atrás, cuando decretaron la entrega del sistema de telefonía celular a la transnacional Millicom, violentando la Constitución. Ahora, en el marco de esa susodicha agenda y atropellando toda la institucionalidad republicana, su peonada diputadil se apresta a legitimar ese robo, ese asalto.
Pese a que los dos proyectos de ley para robarse o para dar el asalto final al ICE no fueron votados en el referéndum sobre el TLC, insisten en manipular, en engañar a la ciudadanía. Para ello cuentan con la complicidad de la misma “gran” prensa que violó la tregua electoral los tres días antes del domingo 7 de octubre.
Es en tal marco de condiciones en que insistimos en el Derecho de Rebelión para que lo ejerzamos este lunes 26, a lo largo y a lo ancho del país, haciendo uso de las más diversas formas creativas de lucha cívica y pacífica, con toda contundencia.
Ellos han cercenado toda libertad de que podamos, en democracia, discutir y decidir si conviene o no conviene entregar el ICE a los gigantescos monopolios trasnacionales como el del señor Slim o el español. Nos negaron todo debate libre y democrático sobre la “agenda de implementación”.
“Hoy es muy claro que la libertad sin democracia no es libertad. Y que la democracia sin libertad, no es más que una dictadura disfrazada con voto y con urnas.”
La frase anterior es del Dr. Rodolfo Cerdas, destacado intelectual “libre de toda sospecha” para el régimen de “tiranía en la democracia” que ya estamos viviendo; cuando realizó una brillante intervención a propósito de la presentación de la obra del distinguido abogado don Fernando Guier, titulada “Elogio a la rebeldía”. Además, Cerdas hizo referencia a lo siguiente:
En 1776, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, consignó “…que siempre que una forma de gobierno tiende a destruir esos fines (la vida, la libertad y la consecución de la felicidad), el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, a instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en aquella forma que a su juicio garantice mejor su seguridad y su felicidad…”.
“…la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras sean tolerables sus males, que a hacerse justicia aboliendo las prácticas a que está acostumbrada. Sin embargo, cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente hacia el mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber derrocar ese gobierno y establecer nuevas garantías para la futura seguridad”. Así lo dejaron escrito los padres fundadores de los Estados Unidos de América.
Nadie está hablando de derrocar al gobierno; sin embargo, tanto esfuerzo, de tantos años, generando tantos abusos y tantas usurpaciones dirigidos “invariablemente hacia el mismo objetivo” (entregar al ICE al capital transnacional), más que legitima nuestro Derecho de Rebelión contra ese objetivo. En el año 2000, por medio del Referéndum de la Calle, ejercimos ese Derecho de Rebelión y tuvieron que retroceder. Es claro que hoy nos sobra legitimidad para enfrentarlos de nuevo.