Puntarenas 18 de julio del 2007.
Fue, indudablemente un día aciago para el Tribunal, fatal, un paso más en falso de los muchos que viene dando en su proclive accionar de toma de decisiones reñidas con la ecuanimidad, con el sentido común y por si fuera poco, ahora, con la autonomía universitaria. Días que considerábamos cosas del pasado, historia de tiempos funestos para los librepensadores hoy nos lo revive el TSE con resoluciones negativas, de corte macartista e imperial, propios de la inquisición medieval.
En los dos últimos años, sobre el asunto de marras del T.LC, la U.C.R por medio de sus Vicerrectorías, Facultades e Instituto de Investigaciones Sociales, organizó un sinnúmero de debates, mesas redondas y conferencias con temas alusivos al tratado comercial y desarrollados a mejor saber por los panelistas.
A muchas de ellas asistimos y observamos la presencia de expositores y parte de la concurrencia, con posiciones a favor del T.L.C; también hay que decir que hubo ocasiones en que los representantes de COMEX no se presentaron o se excusaron de hacerlo. Si los estudiantes de Derecho, no asistieron o no se enteraron, por esa omisión son los únicos responsables, no los organizadores. Que en tales actividades, que incluyó la campaña electoral, hubo presencia de magistrados del TSE y diputados, y se gastaron algunos recursos (¿?); no recordamos que el magistrado o diputado que asistieron se quejaran por el refrigerio que tomaron o el panecillo que se comieron.
También es necesario señalar que es preocupante la parcialidad de los estudiantes de Derecho como del TSE, al no pronunciarse ni denunciar el continuo uso de recursos del Estado por parte de Casa Presidencial y ministros, que en horas laborales hacen tertulias, convienen entrevistas, aprovechan inauguraciones o preparan agasajos y expresen su favor al tratado comercial. Nosotros no nos quejamos de que tengan su opinión y la externen, a cualquier hora, solo demandamos igual oportunidad y el mismo costo, como a ellos que no les cuesta nada y poder contestar, incluso, las descalificaciones que hacen peyorativamente, en flagrante irrespeto.
Le preguntamos al TSE ¿Qué nos pasaría si en algunas de las asistencias del Presidente de la República, un grupo de nosotros elevara la voz para contradecir lo que el dice a la concurrencia o al grupo de la Iglesia Evangélica que pretende neutralizar como ya lo hizo con la Iglesia Católica, manoseando a Dios?: represión. TSE, ahí hubo uso de recursos del Estado, tiempo de los ministros acompañantes, conductores de vehículos, fuerza pública, etc y puntos de vista a favor del TLC; ¿eso no cuenta?, o es que lo bueno para el ganso dejó de serlo para la gansa?
Por otra parte, conviene recordar al Tribunal Supremo de Elecciones y a los estudiantes de Derecho, que tanto el Instituto Tecnológico como la Universidad de Costa Rica por mandato constitucional y por compromiso del saber con la población, hecho consubstancial, están sometidos a consultas pertinentes, para cuya respuesta y a veces a una pluralidad de ellas, precisan de un juicio crítico y reflexivo, no una ocurrencia ni una salida subjetiva para un hecho aparente, sino una respuesta profunda, sesuda, para una realidad concreta. Es en esta reflexión, donde objetivamente consideramos que pierde asidero la resolución del TSE, al pretender que nuestras prestigiosas casas de estudio superior se matriculen con respuestas superficiales, como un croquis o una disposición administrativa a una situación determinada.
No, el Instituto Tecnológico y la Universidad de Costa Rica están obligados a un análisis coherente, de la realidad contemporánea y de sus proyecciones futuras que apoyada en signos internos y experiencia propias y externas, le permitan científicamente caracterizar y ubicar la propuesta. Para ello, la respuesta igualmente contemplará las consecuencia que se deriven de aquella aplicación; resultados que no solo afectarían a las mismas instituciones, sino, más grave, a la población y al Estado Social y Democrático de Derecho. Por ejemplo, la respuesta que provocó la consulta sobre las implicaciones del tratado comercial en discusión.
Asimismo, nos luce oportuno señalar que no nos resfría que los estudiantes de Derecho que interpusieron su queja o recurso, lo hicieran para protección del erario público porque es signo de preocupación para que no campee la corrupción. En su oportunidad, felicitamos al estudiante de Derecho que interpuso un recurso contra el gobierno anterior por incluir a Costa Rica avalando la invasión norteamericana a Irak e integrar un ejército de ocupación.
Lo preocupante es que su posición es tendenciosa, parcial y no observa todas las aristas a que se ve obligada la educación superior, ante su respuesta al TLC como ya argumentamos arriba, ni tienen la misma moral para denunciar lo que se hace en la acera del frente con el mismo material, sojuzgando conciencias y comprar voluntades. En cambio, pasan desapercibida una buena ocasión de debate en la que podrían lucirse por el fondo y por la forma, es decir, por el contenido sólido y la retórica que le acompañe, al menos esa era la costumbre y eran los estudiantes de Derecho los que más destacaban por su elocuencia.
Recién, en los comicios de Francia nos dieron una lección de ello, cuando la candidata Royal y el candidato Sarcozzi, debatieron por televisión por más de dos horas, tú a tú; los moderadores si acaso intervinieron pues ellos no eran los protagonistas; pero en Costa Rica el candidato Arias rehuyó el emplazamiento que le hizo Ottón Solís y aún lo sigue haciendo como presidente, además ¿creen que Repretel y Teletica facilitarían ese espacio de dos horas, gratis, sin protagonismo periodístico? En la Universidad de Costa Rica y en el Instituto Tecnológico, sí existe tal espacio; ¿No es así como se enriquece el conocimiento, debatiendo con ideas para aproximarse a la verdad?
Finalmente, en este mensaje de solidaridad, el Comité Cívico de Puntarenas le externa con las humilde pero sólida moral a la directora Dra. Montserrat Sagot, a la rectora Dra. Yamileth González, al rector Dr. Eugenio Trejos y a todos los preclaros académicos, dirigentes de las mejores casas de estudio superior costarricense, que están haciendo las cosas correctamente y les instamos a que no haya ni un ápice de retroceso en su praxis, que no están solos y si por su causa, las huestes de la inquisición osan violentar su libertad como ya escandalizaron su conciencia desde aquí les juramos nuestra inclaudicable decisión no solo de solidaridad moral sino de acompañarlos, en cualquier forma, en el ostracismo a que les obligue la decisión de la autoridad mediática que nos gobierna.
El TSE quiere que ustedes, la UCR y el ITC sean como antes, una ínsula, un enclave académico divorciado de la realidad, de espalda al pueblo, indiferente a su acontecer y angustia. Pero no, ustedes rectores (as) y directores (as) de los consejos universitarios, son la mente lúcida de una formación superior absolutamente conciente de su presente y responsable de su tarea. Han demostrado no ser habitantes de una torre de marfil latosa, arrogante e intelectualoide, de la cual algunos no bajan porque les da grima mezclarse con los “pata al suelo”.