A la vez, hacemos un llamado, una exhortación fuerte para que no nos rindamos, para no claudicar; para no dejarle el INS a esa camarilla neoliberal, corrupta y perversa que anhela nuestra desmoralización; que ansía tener el camino libre para “su” TLC; que espera de nosotros una claudicación sin haber empezado la verdadera pelea por la Patria.
Los sicarios políticos de la derecha económica neoliberal, a través del partido de los casinos y de las casas de apuestas, ejecutan una parte de la tarea sucia para preparar el terreno del TLC: el ataque a las Convenciones Colectivas de Trabajo, paso primero de una estrategia de abolición del Código de Trabajo y de reducción al mínimo de los derechos laborales en general.
Bien decían los señores de la Junta de Notables nombrada por el Gobierno anterior para el análisis del TLC: que Costa Rica tendrá que “homologar” su legislación laboral hacia abajo, para poder ser “competitiva” con Guatemala, con Honduras, con El Salvador, con Nicaragua; países éstos caracterizados por una pobreza espantosa, una aberrante concentración de la riqueza, una violencia social incontrolable de más de diez homicidios por día, una semiesclavitud laboral, una explotación inmisericorde y una agresión antisindical imposible de imaginar.
Eso quieren para Costa Rica, la oligarquía angurrienta de este país que quiere dejarse para sí, el INS, el ICE, la CCSS, el A y A, etc.; para ello se idearon una conspiración de sentido múltiple: reelección presidencial, TLC, ataque a las convenciones, más represión sindical en las empresas privadas y amenazas de muerte para quienes osen desafiar su “orden” en construcción.
Quitar el derecho de cesantía del INS, tal y como está previsto es un absurdo, porque entonces quiere decir que propia Ley Protección al Trabajador que estableció la ruptura del tope de cesantía, aunque fuera parcial, también sería un “privilegio”; que la Ley de Asociaciones Solidaristas (cesantía en el Sector Privado, por ejemplo), también es un “privilegio”; que la cesantía que se establece en el Régimen de Servicio Civil, por reestructuración, también es un “privilegio”.
Levantemos hoy nuestra voz bien fuerte. Que se perciba nuestra potencia. Que se vea nuestra unidad en la diversidad. Que se tome nota que somos uno solo. El INS, parte esencial de nuestra Patria agredida por la corruptela neoliberal y su TLC, nos necesita.
Junta Directiva Seccional ANEP-INS