El movimiento sindical y el «modelo» neoliberal

“Trabajo”. Es un espacio disponible para que las compañeras y los compañeros dirigentes de ANEP, de todos los niveles de la estructura orgánica de la agrupación, expresen su palabra sobre temas que tienen que ver con sus vidas laborales y sus atribuciones ciudadanas; incluyendo, por supuesto, todo lo que tenga que ver con el tema sindical.
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Por la naturaleza de los sindicatos, más que por su accionar beligerante, es a estas organizaciones laborales a las que les ha tocado llevar el peso de la acción contra el modelo impuesto por las transnacionales, el neoliberalismo y la globalización. Si analizamos detenidamente este planteamiento, llegaremos a la conclusión de que estamos ante una realidad histórica y no ante una casualidad coyuntural; toda vez que la oposición determinante al modelo propuesto, está enmarcada intrínsecamente en el ámbito de la lucha de clases y es allí, donde el sindicalismo asienta sus raíces, para surgir como adalid de los trabajadores del mundo.

No es de extrañar, entonces, el gran odio que los defensores del TLC han desatado contra los sindicatos, ni que el peso de la propaganda pro “tratado” se haya cargado contra el movimiento sindical y sus máximos representantes.

Por esa razón, todavía hoy, cuando los sindicatos han tenido que bajar el perfil estratégicamente ante el combate a la agenda de implementación del TLC; para atender sus obligaciones gremiales y cubrir los centros de trabajo, como lo exigen sus afiliados; siguen retumbando en la radio y la televisión las voces del odio, contra estas democráticas organizaciones y sus más comprometidos dirigentes, voces que emanan desde Casa Presidencial y encuentran eco, entre los partidos de derecha, representados por el grupo mecánico de los 38 y media, que asusta en la Asamblea Legislativa.

No es para menos. Los sindicatos más comprometidos con el pueblo trabajador, junto a otras organizaciones sociales del mismo corte, ayudaron desinteresadamente con todo su potencial, a crear y fortalecer el fenómeno más expresivo y aglutinador de fuerzas contra el TLC: los Comités Patrióticos, compuestos por valerosos ciudadanos que supieron entender cuál era su papel; y tomando la bandera de lucha que en principio enarbolaron los sindicatos como propia, se unieron para crear un solo movimiento y un solo ejército: el que desenmascaró el paradigma oligárquico, dizque democrático, para retratarlo de cuerpo entero, como corrupto y fraudulento, en un proceso nunca visto en nuestro país.

Hay que reconocer que los sindicatos iniciaron la lucha contra el gran negocio del TLC, la concesión de obra pública, la venta de las instituciones públicas, la reducción del gasto público y del aparato estatal; que ayudaron a descubrir y divulgar el fraude electoral del 2000; y, especialmente, a pregonar el “frauderéndum” del 7 de octubre. Además se han encargado de denunciarles los abusos reglamentarios del directorio legislativo y con eso retrasar su agenda de implementación, para la puesta en vigencia del TLC.

Los sindicatos no han cejado en su compromiso de denuncia y oposición a las propuestas económicas antipopulares que impulsa el actual gobierno de la República; y tanto a éste, como a sus acólitos incondicionales, les molesta recordar el extraordinario trabajo que desempeñaron los dirigentes sindicales en el proceso del referéndum que, mientras los sindicatos, junto a los Comités Patrióticos, llevaban a todos los rincones del país el mensaje del No, con sus propios recursos y con una contundencia que descalificaba a los del Yes; éstos se financiaron con capitales de dudosa procedencia y se limitaban a desconocer el trabajo de los comités patrióticos, achacándole a los sindicatos, todo lo malo que ocurriera, si no se aprobaba el TLC.

Para sustentar esas tesis, tuvieron que pagar corifeos que intimidaran al pueblo con el cuento de la pérdida del empleo y al final, como no convencieron, tuvieron que recurrir al fraude descarado. Ahora, hacen lo mismo con las leyes de implementación y los sindicatos, siguen denunciándoles.

Ante la respuesta sindical, la canalla fraudulenta ha recurrido a métodos terroristas, como escribir pintas amenazantes contra dirigentes sindicales; CANARA despotrica un día sí y otro también, contra estos patriotas, se les persigue y amenazas con despidos y se demandas en los tribunales por sedición. Se ha dicho que los promotores de YES, prometieron a sus patronos acabar con los sindicatos una vez consolidado el frauderéndum y los dirigentes siguen ahí. ¡Qué peste! En la “democrática” Colombia, asesinan un dirigente sindical por semana, aquí apenas los desprestigian desde Casa Presidencial y los acusan de sedición. ¿Estarán preparando el camino, para emular con aquella “democracia”?.

Antes que esto ocurra, permanezcamos atentos. Denunciemos cualquier intento semejante, no vaya a ser que les cuaje la idea y la impunidad reine como en Colombia. Tengamos presente que los sindicatos son los aliados naturales del movimiento popular, porque éste se nutre únicamente, con hombres y mujeres de trabajo.

Freddy Solórzano Jiménez
Dirigente sindical
Unidad de Desarrollo Organizacional (UDO)
ANEP

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