El parlamento debe rechazar petición gringa de militares en suelo nacional

La incursión de tropas del ejército de Nicaragua en territorio costarricense ha concitado un amplio rechazo de la opinión pública nacional, de las más diversas procedencias político-ideológicas.

La ANEP se pronunció pidiéndole al gobierno de aquel país que retire sus efectivos del territorio nacional y que el nuestro disponga lo pertinente para el amojonamiento de la frontera entre las dos naciones, algo postergado irresponsablemente.

Una monumental contradicción, un total descrédito internacional y una actitud de doble moral política sería que la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprueba el ingreso de más efectivos del ejército estadounidense, so pretexto de combatir el narcotráfico; un argumento poco sólido, muy desprestigiado, si lo vemos con relación al espeluznante flujo financiero, del orden de los 300 mil millones de dólares al año, que circulan por el sistema bancario gringo provenientes del tráfico internacional de estupefacientes que ese país dice combatir.

Tajantemente, con toda vehemencia, solicitamos a los honorables señores diputados y a las honorables señoras diputadas que rechacen la petición de la embajada de los Estados Unidos para permitir el ingreso al país de una desproporcionada e irracional cantidad de efectivos militares y de sofisticadísimo equipo militar estadounidense al territorio nacional.

Estamos hablando de una acción que es de naturaleza geopolítica, promovida por lo que para muchos ya es la otrora potencia hegemónica del planeta; pero que convierte a Costa Rica en su base militar más grande de toda la zona del Caribe; el “mare nostrum”, según la doctrina castrense yanqui.

Tal cantidad de soldados gringos en territorio tico y tan descomunal cantidad y calidad de equipo militar, ni siquiera permitirá que se comparen las tropas nicas en la isla Calero costarricense, con “soldaditos de plomo”.

En verdad, poco favor le harían los diputados y las diputadas con disposición a autorizar una invasión militar gringa a suelo nacional, con barniz de “legalidad”, al Gobierno de la Presidencia Chinchilla en su batalla político-diplomática en el escenario internacional, con relación a la “invasión” militar nicaragüense a suelo tico. Es más, se dejará a la primera mandataria en total descrédito y ridículo ante la comunidad internacional.

San José, lunes 13 de diciembre de 2010.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados, ANEP

Presidente
Central Social Janito Mora Porras, CSJMP

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