Este viernes 27 vence el plazo que dio el Ministerio de Hacienda para recibir reacciones acerca de su propuesta de ley para transformar el actual impuesto sobre las ventas, aumentándolo del 13 al 15% bajo el formato de impuesto al valor agregado (IVA).
Además, paralelamente, aunque está proponiendo cambios en el impuesto sobre la renta, renunció a impulsar el concepto tributariamente justo de renta global.
Nosotros pensamos que este es un camino equivocado. El Gobierno debería centrarse, únicamente, en modificaciones estructurales en el impuesto sobre la renta y, por supuesto, en cambios más drásticos contra los ladrones de impuestos.
Esta posición nuestra parece que es la políticamente correcta ahora que a nivel mundial se está impulsando un “replanteamiento de la fiscalidad corporativa”, según nos lo da a conocer la Internacional de Servicios Públicos (ISP), ante el anuncio de que se ha establecido una Comisión Internacional de Expertos Fiscales para “examinar la reforma de la fiscalidad corporativa internacional desde la perspectiva del interés público”.
Al respecto y según el reporte de prensa de la ISP, Rosa Pavanelli, Secretaria General de esta entidad sindical mundial, comentó lo siguiente: “Las leyes que rigen la fiscalidad corporativa internacional fueron redactadas en los años 20, antes de que se inventaran el bolígrafo y la fotocopiadora. Cuarenta años más tarde, somos capaces de llevar a un hombre en la Luna, pero aún no podemos conseguir que McDonald’s pague los impuestos adecuados por vendernos una hamburguesa”; haciendo referencia al reciente comunicado de los sindicatos del sector público europeo que saca a la luz las supuestas prácticas de McDonald’s para evadir impuestos en Europa; complementando su declaración indicando que para la ISP “esta comisión es un gran paso hacia la inclusión de la opinión pública en el debate fiscal, que a pesar de afectarnos a todos, ha sido secuestrado por los intereses corporativos y bloqueado por nuestros políticos”.
Por otra parte, en el sitio web www.prnewswire.com leemos: “Como respuesta a la indignación generalizada por la evasión de impuestos corporativa y sus repercusiones sobre la desigualdad y la pobreza, y a la preocupación por lo inadecuado de los actuales procesos de reforma fiscal, se ha establecido un nuevo organismo no partidista: la Comisión Independiente para la Reforma Internacional de la Fiscalidad Corporativa, (ICRICT) con el objetivo de proponer reformas desde la perspectiva del interés público”
El Presidente de esa comisión, instalada en la ciudad de New York, es José Antonio Ocampo, antiguo Secretario Adjunto de las Naciones Unidas y en la sesión inaugural de apertura de sus sesiones, el pasado 18 de marzo, este experto afirmó: “El mundo ha cambiado, pero el sistema fiscal internacional, no. Las compañías enfrentan a unos gobiernos contra otros, por ejemplo, impulsándoles a una competición a la baja mediante incentivos fiscales, en la que lo público siempre lleva las de perder. Hay miles de millones de dólares en juego. Esta Comisión arrojará luz sobre qué reglas del juego, e instituciones que las gobiernan, deben cambiar”.
La Comisión Independiente para la Reforma Internacional de la Fiscalidad Corporativa (ICRICT, por sus siglas en inglés), fue fundada por una amplia coalición que incluye organizaciones como Action Aid, Alliance-Sud, CCFD-Terre Solidaire, Christian Aid, el Consejo de los Sindicatos Mundiales, la Alianza Mundial por la Justicia Fiscal, Oxfam, Internacional de Servicios Públicos (ISP), Red de Justicia Fiscal y el Consejo Mundial de Iglesias y recibe el apoyo de la Friedrich-Ebert-Stiftung.
Como ven ustedes, la ISP (especie de sindicato mundial de los servicios públicos), integra la ICRICT, con la cual desde ya nos sentimos identificados y “miembros” de la misma, al estar la ANEP como afiliada de la ISP. Prestigiosísimas personalidades internacionales forman la ICRICT, como el premio Nobel de Economía, Josehp Stiglitz.
El señor Ocampo señaló que “la política fiscal afecta a todo el mundo, pero desde hace demasiado tiempo se han presentado los debates como un asunto técnico, reservado sólo para abogados fiscales y contables. Existe una necesidad imperiosa de acortar distancias entre los problemas técnicos y el derecho de todo el mundo a participar y a ofrecer soluciones”.
En el mencionado sitio web también leímos lo siguiente: “Los sistemas fiscales internacionales actuales refuerzan las desigualdades mundiales y obstaculizan la reducción de la pobreza. Si no se introducen cambios, las desigualdades socioeconómicas continuarán agrandándose, a través de recortes forzosos de servicios públicos vitales..”
¿Quién escribió esto estaría pensando en Costa Rica?… Como vemos, el Gobierno está equivocando el camino en este tema tributario. Es “por arriba” (la renta global, por ejemplo), donde hay que hacer las urgentes transformaciones. “Los y las de abajo” ya no pueden pagar más impuestos.