El triunfo ya se dio en los campos ético y moral: Ahora a sellarlo en las urnas

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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Miles y miles de corazones limpios, de corazones transparentes, de corazones llenos de alegría, fervor patrio y unión familiar, nos unimos a lo largo del Paseo Colón y más allá de él, mostrando el impetuoso crecimiento de un movimiento que se ha enfrentado, como David contra Goliat, en un escenario totalmente adverso.

Los del_ “yes”_ al TLC no pudieron hacer nada igual, pese a los millones de colones y de dólares que han tenido a su disposición. Hasta uno de sus periódicos tuvo que reconocerlo y, palabras textuales, “constató que los manifestantes ocuparon las calles en dirección este desde la estatua de León Cortés en la Sabana hasta el Parque de La Merced”.

Esta fuerza moral, esta fuerza ética, esta fuerza cívica hay que convertirla en votos efectivos en las urnas el próximo domingo 7. Si pudimos derrotar la campaña del miedo que nos hizo realizar semejante concentración cívica, con más razón la hemos de sepultar en el secreto de la urna.

Este asunto del voto secreto es estratégicamente importante. De manera especial, para quienes laborando en las empresas privadas, han sido víctimas de acoso mental, presión laboral, chantaje emocional y agresión psicológica, para que voten por el sí al TLC.

El voto secreto les permite estar a solas con su conciencia, liberándose de la tiranía patronal que pretendió convertir su libertad electoral, su voto secreto, en una mercancía más, sujeta a valor monetario incluso. A estos trabajadores acosados, hostigados, intimidados por el “yes” al TLC, les recomendamos “salirle con un domingo 7” a su patrón acosador, votando NO, escudados y protegidos por la condición secreta del sufragio electoral.

También nos dirigimos a la persona indecisa. Fíjese bien en la clase de tagarotes, ambiciosos y codiciosos ricachones que están con el sí al TLC. Fíjese bien en la clase de políticos del corrupto bipartidismo tradicional que defienden el TLC.

Fíjese bien en la clase de tratado que defienden esos que desde las máximas alturas del poder político, a través del más escandaloso tráfico de influencias, se han enriquecido realizando negocios privados con el patrimonio público. Es a este tipo de gente a la que, únicamente, le sirve este TLC. En tal caso, le pedimos votar NO. Cuando a uno le proponen algo que nos genera desconfianza, uno responde mejor NO.

De verdad que hemos reeditado, a la tica, el episodio bíblico de David contra Goliat. Ellos, el Goliat, con su plata inagotable; con su poder político-institucional totalitario; con la repartición más escandalosa de fondos públicos a cambio de votos; con el favor de cierta_ “gran”_ prensa infame y prostituida, que abjuró de la equidad y de la democracia informativas; con las directrices políticas del memorandum del miedo, de la corrupción y del chantaje.

Por el contrario, el David, el Movimiento Patriótico No al TLC, con el corazón, con el compromiso patriota, con la mística cívica, el sacrificio desprendido; con los valores de la solidaridad, de la hermandad, de la ética y del decoro a toda prueba, en medio de las más grande diversidad de pensamiento que se ha visto en la historia nacional.

Realicemos el máximo esfuerzo en esta recta final. Tenemos experiencia luchando contra toda adversidad. Movilicemos absolutamente todos los votos del NO para consolidar una victoria ética y moral que ya es del pueblo y de la Patria; y así entrar en el “día después”, con la máxima potencia para la fase siguiente.

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