Bruselas, 11 de enero de 2018-CSI. Una reunión internacional a la que asistieron más de 300 líderes sindicales, convocada por el Dicasterio para promover el desarrollo humano integral y acogida por el Vaticano, lanzó un llamamiento a intelectuales, líderes empresariales, empleadores, sociedad civil, organizaciones internacionales y gobiernos, a actuar en solidaridad para lograr un desarrollo integral, inclusivo y sostenible, con “trabajo, tierra y vivienda para todos”.
El resumen de los dos días de debates quedaría reflejado en una declaración sobre paz, democracia y derechos humanos, adoptada por el Vaticano y los dirigentes sindicales. Reconoce la importancia central de la persona humana y el derecho a un trabajo decente con normas laborales universales para todos.
El actual modelo de globalización ha fallado a los trabajadores y trabajadoras, desembocando en niveles históricos de desigualdad que, combinados con la digitalización y el cambio climático, plantean numerosos problemas preocupantes para los trabajadores. La movilidad es uno de los desafíos más acuciantes de nuestros tiempos. Millones de mujeres, hombres y niños se ven obligados a abandonar sus hogares y sus familias a causa de las guerras, el hambre y la pobreza.
La declaración sentará las bases para negociar un nuevo contrato social entre gobiernos, empresarios y trabajadores. Se acordó lo siguiente:
– La libertad sindical y la negociación colectiva son un derecho humano fundamental. – La campaña mundial de salarios de los sindicatos resulta primordial para garantizar que ningún trabajador cobre menos de un salario mínimo que le garantice poder vivir dignamente. – La protección social universal y la garantía de unos servicios públicos vitales resultan esenciales. – Las políticas extremistas, incluyendo xenofobia, racismo y toda forma de exclusión, deberán ser rechazadas en aras del bien común.
El incremento de la automatización, individualización, desigualdad, precariedad, desempleo masivo, pobreza, y el fenómeno de la exclusión y de “desechar” a las personas pone en peligro nuestro “hogar común”. Estas tendencias suponen importantes desafíos para todos los actores sociales e institucionales, en particular en relación con el mundo del trabajo.
“Los sindicatos acogen con beneplácito el liderazgo del Papa Francisco a favor de los derechos y la igualdad para todas las personas y en defensa de nuestro hogar común. En un mundo cada vez más fracturado, donde quedan pocos líderes gubernamentales que den preferencia a las personas, todos los líderes religiosos deben unir sus fuerzas con los sindicatos y la sociedad civil para negociar un mundo pacífico y socialmente justo. El 71º Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, que se celebra este año, resulta significativo, y esta declaración sienta las bases para un modelo inclusivo de desarrollo que aporte la dignidad del trabajo decente.
“Los seres humanos necesitan poder vivir y establecer una vida comunitaria justa y próspera a través de su trabajo, y las fuerzas económicas deberían estar al servicio de la humanidad y respetar el medio ambiente. A menos que construyamos un futuro compartido y sostenible, protegiendo y preservando derechos y oportunidades para las generaciones futuras, no estaremos defendiendo nuestros valores”, indicó Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional.