Hemos venido realizando los mayores esfuerzos para que a la opinión pública nacional le quede claro que el déficit fiscal, con el que tanto nos aterrorizan desde la matriz mediática de la hegemonía política dominante, no es responsabilidad de los empleados públicos ni de las empleadas públicas, no es responsabilidad del empleo público ni del sector público, concebido éste de manera integral.
A la vez, es nuestro mayor desvelo que quien trabaja para el sector Público de manera asalariada, reaccione ante esa perversa campaña de culpabilizarle de todos los males del país, especialmente del problema del déficit fiscal.
Pretendemos que las personas trabajadoras asalariadas del sector Público se indignen, reaccionen drásticamente, salgan a defender su rol ante la sociedad y reclamen tanta agresión a su autoestima y decoro laboral.
Soñamos que esta reacción sea por miles y miles; soñamos que la manifestemos en movilización general, pacífica pero contundente. Soñamos que esta gigante movilización sea para que el tema fiscal se resuelve por donde correctamente corresponde; y no con base en la “sangre laboral” de los empleados públicos y de sus familias.
Hemos estado insistiendo en que uno de los graves problemas del déficit fiscal es el endeudamiento del país (los otros dos son el injusto sistema tributario de carácter regresivo que nos agobia; y, el fraude fiscal, el robo de impuestos en todas sus manifestaciones).
En esto de la deuda pública del país debemos tomar nota de lo siguiente. El Ministerio de Hacienda acaba de indicar que tuvo que desembolsar, solamente en el primer trimestre de este 2015, 192 mil 500 millones de colones en pago de intereses. Que esta cantidad fue un 19% mayor a la que se tuvo que pagar en el mismo período (enero, febrero y marzo), pero del año pasado 2014.
Además, que de toda esa plata (192 mil 500 millones de colones), el 80% fue pago de intereses para acreedores nacionales. Solo el 20% fue pago de intereses por obligaciones de préstamos provenientes del extranjero.
También se indicó que al final del año 2015, el pago total de intereses a los prestamistas nacionales (básicamente) y extranjeros, ascenderá a 863 mil 523 millones de colones; algo así como 3 puntos porcentuales de Producto Interno Bruto (PIB). (Cada punto porcentual de PIB está llegando ya a los 300 mil millones de colones: 300.000.000.000.oo).
Tanta plata en intereses, ¿quién se la lleva?; ¿qué entidades son las acreedoras del país?; ¿cuáles grupos financiero-bancarios nacionales reciben pagos de intereses?, ¿qué bufetes, agencias bolsitas, intermediarios financieros, están en esto de la deuda pública? Mucho que preguntar…
Si solamente el pago de intereses de la deuda del país es de un 3% PIB; si todas las formas de robo de impuestos superan ya el 8% PIB; si todas las exenciones y las exoneraciones de nuestro injusto sistema tributario suman 6 puntos PIB; entonces tenemos: 3 más 8 más 6, ¡17 puntos porcentuales de PIB! que explican la profundidad del déficit fiscal del país; que indican que no son los salarios de los policías, de los maestros, de los profesionales, técnicos y administrativos del Gobierno Central, los responsables de ese déficit fiscal.
Tampoco el déficit fiscal es producto del pago de la dedicación exclusiva, de la prohibición, de las anualidades y de otros sobresueldos como los riesgos que se reconocen en labores peligrosas de los servicios públicos.
“La procesión va por otro lado”. Los grandes capitalistas que son los que le prestan plata al Gobierno, ¡no tienen interés en que se arregle el problema del déficit fiscal! Los intereses que paga el Gobierno por los bonos que coloca todos los días en el mercado financiero, es un rentable y jugoso negocio de unos cuantos.
A los ladrones de impuestos y a los corruptos que evaden el pago de impuestos, no les interesa que haya más leyes para controlar más duramente el robo y el fraude fiscal.
A los grandes ricos que concentran riqueza, no les sirve cambio tributario alguno, por ejemplo, que se establezca en el país el concepto de renta global.
Dice el refrán popular que es “al perro flaco al que se le pegan las pulgas”. Y por eso, “todos los muertos” de este asunto del déficit fiscal se le echan al empleo público. Ojalá que quienes laboran para el sector Público, las víctimas directas de la campaña mediática en su contra, reaccionen a tiempo.
Es por otro lado, como vemos, por el cual está la solución al déficit fiscal que tampoco es catastrófico, pues 5 o 6 puntos de PIB de déficit, no significa “el fin de los tiempos”.