El fenómeno criminal crece, seguimos viendo homicidios constantes, ajustes de cuentas por presuntamente ser integrantes de bandas rivales, dedicadas al narcotráfico, pero no todo se queda en las presuntas bandas, la situación criminal, está afectando a niños, niñas, personas que se topan con un cruce de balas perdidas, y más recientemente a Policías que ahora deben enfrentar un riesgo mucho mayor al de hace algunos años, por el incremento en la criminalidad.
Esta situación debe llevarnos necesariamente, casi por obligación a revisar la historia, no solo aquella cuando éramos un país de paz y hermandad, sino también la que nos permita comprender cuando se inició el proceso que hoy nos tiene en una encrucijada, por ejemplo, ¿Cuándo se inició el debilitamiento de la Fuerza Pública, para dar paso a la privatización de la seguridad?, podemos mirar como hoy la seguridad privada, supera en mucho a la cantidad de miembros de la Fuerza Pública, contrario inclusive al porcentaje señalado por la ley para estos casos.
No es que sean todas malas empresas, es que pudo ser parte de una estrategia “política” que hoy nos está pasando factura, aunque claro existen otras variables que nosotros hemos citado en su momento.
Cada día los medios de comunicación, nos informan de robos, asaltos, homicidios por encargo, balaceras entre pandillas, femicidios, infanticidios, suicidios; y, mientras tanto, quienes deben tomar decisiones, gobernar para las mayorías y analizar el rumbo que toma nuestro país, prefieren seguir en sus discursos politiqueros, rasgándose las vestiduras por cosas de poca monta.
Mientras tanto, algunos legisladores, que deberían hacer un ejercicio de análisis serio y maduro, se la pasan discutiendo sobre quien es más cínico, vemos una fracción de gobierno, que no se puede sentar junta por rencillas personales, diputadas que interponen recurso de amparo contra la obra literaria Cocorí, pero… ¿Por qué no piden explicaciones por el incremento en la criminalidad? ¿Por qué no preguntan que se está haciendo? ¿Por qué no se preocupan por analizar y ver que se creció en urbanismo, las comunidades crecieron en habitación, se creció en delitos, pero no se crece en población Policial.
Cuando hablamos de población policial, hablamos claro de Fuerza Pública, pero también de la Policía de Tránsito, Policía Penitenciaria, de Migración, Policía Aeroportuaria, Policía de Control de Drogas, Policía Guardacostas etc. Es increíble, pero hoy día, en algunos casos si un oficial sale a vacaciones de ley, una patrulla se detiene, si alguno se enferma, sucede lo mismo, y tenemos por eso, casos de Policías con vacaciones acumuladas desde tres, hasta catorce años.
Entendemos es natural en cualquier sociedad del mundo que existan situaciones ilícitas que van un paso por delante del sistema de justicia y las tácticas de prevención del crimen. Pero si analizamos, estudiamos el fenómeno criminal y la creciente actividad en nuestra querida Costa Rica, entonces veremos cómo se deben realizar reformas en algunas leyes, así como cambios en los planteamientos operativos e implementación de nuevas estrategias para emparejar la lucha.
Acaso ¿nos están ganando la “batalla”? se percibe una aparente calma, donde nos acostumbramos a ver como “normal”, que cada día se nos anuncien homicidios, y que veamos cómo opera muchas veces la Fuerza Pública “atada de manos”, por falta de respaldo jurídico, por la tendencia reiterativa de dejar libre al “delincuente” y detener al policía por “abuso de autoridad”.
Es preciso revisar de manera integral nuestro modelo de seguridad, ¿Qué estamos creando y para que nos estamos preparando? ¿No sería mejor por ejemplo, en lugar de estacionar una patrulla frente a una escuela, que esta misma patrulla realice monitoreo en el perímetro de esta escuela?, se requiere de liderazgo y experticia en los mandos.
Este humilde cristiano, viene señalando desde hace buen rato, que es preciso revisar y ajustar modelos de atención, venimos señalando que se requiere revisar roles, jornadas, planificación, liderazgos, motivación etc.
Por eso en su momento cuestione, ¿Qué es lo que deja de pasar y como se mide? Nos están robando la paz social, ¿de que sirve estar contando decomisos de drogas, si a cambio nos están matando a nuestros niños y niñas?. Posiblemente, me ha faltado tener apellido político, para ser escuchado sobre la situación que se vive hoy en día, porque la he venido advirtiendo.
En síntesis, es preciso reaccionar y fortalecer la Seguridad Ciudadana. Es tiempo de actuar.