Los animales de los continentes corren el peligro de extinguirse, el tigre siberiano, los rinocerontes, los osos Panda, los murciélagos y otros mamíferos, están disminuyendo y otras especies podrían desaparecer en un lapso de 20 años.
En los océanos el panorama de degradación es preocupante en altamar y aguas internacionales. Las tortugas marinas es el grupo en mayor peligro de las criaturas marinas. En el grupo de los anfibios se cree que, en los últimos 25 años, especies han estado en peligro de desaparecer.
Cerca del 11% de la avifauna mundial tiene posibilidad de extinción y lo mismo podemos decir de los insectos, ya que muchas especies están en peligro y a 19 de ellas las amenaza una extinción inminente. Aún no se sabe cuántas especies se extinguen cada año; no existe una cantidad exacta, pero se nombran muchas especies que corren peligro actualmente.
Con los avances tecnológicos el humano no sólo se ha beneficiado en su vida diaria, sino que también ha acelerado la extinción natural de especies del planeta. En décadas atrás aumentó el interés en la conservación y protección del ambiente, debido a alarmantes informes de extinciones de los organismos internacionales.
Aproximadamente, el 10% de la superficie terrestre dedicada a la protección de la flora y fauna en todo el mundo con reconocimiento internacional contribuye en preservar los hábitats.
Países preocupados por el ambiente están uniéndose a la “causa verde”, con financiamiento por medio de movimientos conservacionistas, creando áreas protegidas o instruyendo a la gente con la bioalfabetización. Además, las iniciativas gubernamentales en diferentes foros, conferencias y congresos como las cumbres mundiales, han reflejado un interés mayor de preocupación sobre los problemas ecológicos, debido a que el peligro de extinción de las especies ha adquirido proporciones mundiales y cada vez se agudiza más.
Costa Rica no está ajena a esta problemática mundial y gracias que en los años pasados se tomó la iniciativa de crear los Parques Nacionales, hoy Sinac, con programas de conservación y educación ambiental, en la esperanza de proteger las especies amenazadas por las actividades humanas debido a varias razones como: el crecimiento demográfico, la deforestación, actividades productivas, “desarrollo capitalista”, la cacería furtiva de animales silvestres, extracción de plantas y mamíferos con fines comerciales y medicinales y el cambio climático, que han contribuido en poner en peligro a las especies sensibles.
En fin: “Cada día, cada hora; ciertamente cada mes o año disminuyen las oportunidades de revertir el daño”… (News Week, 1992).