Celebramos, con gran júbilo, la fiesta democrática que ha tenido lugar hoy, domingo 5 de julio de 2015, en Grecia, la cuna de la democracia occidental como es universalmente reconocido este país integrante de la Unión Europea (UE).
Con la victoria del “NO” en el referéndum convocado por el gobierno que encabeza el señor Alexis Tsipras, éste ha obtenido un gran triunfo político cuya resonancia va más allá de las fronteras de la UE, para proyectarse universalmente.
La victoria del pueblo griego debe verse como una victoria de todos los pueblos del orbe que, de una manera u otra, adversan el injusto orden económico internacional que ha venido imponiendo el cada vez más reducido sector banquero del corporativismo financiero-global; el cual despliega políticas contra toda la Humanidad y contra la vida misma del planeta.
En el caso griego, la denominada “troika”, constituida por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como la propia Unión Europea (UE), la cual es gerenciada por la señora Merkel, canciller de Alemania; se convirtió en un supra-gobierno de corte totalitario que desdeña los valores democráticos esenciales y que somete a una especie de “limpieza étnica sociolaboral”, a millones de seres humanos de las clase trabajadoras de los pueblos europeos.
Por otra parte, la deuda griega, impagable desde cualquier punto de vista, debe ser condonada; como condonada le fue a Alemania, en dos oportunidades de tragedia histórica que sufrió el pueblo teutón.
Lo que está ocurriendo con la deuda griega debe hacernos reflexionar con lo que está pasando con la deuda costarricense.
Sólo en concepto de intereses (sin amortizar nada al principal), según datos del Ministerio de Hacienda, habrá que pagar en este año 2015, cerca de ¡900 mil millones de colones!, prácticamente 3 puntos porcentuales de Producto Interno Bruto (PIB).
Y de esos casi 900 mil millones de colones en intereses que deberemos pagar por la deuda costarricense, tan sólo en el presente año 2015, el 80% es para acreedores internos.
¿A quién le debe Costa Rica? ¿Cuánto, en realidad, debe el país? ¿Quién gana intereses por la deuda nacional? ¿Cuáles son los bufetes representantes acreedores de la deuda del país?…
En cualquier proceso de diálogo nacional sobre el tema fiscal, proceso que creemos necesario, este tema, el del auditoraje de la deuda del país es, sencillamente, estratégico.
He aquí, pues, una de las bases fundamentales del problema del déficit fiscal, según nuestra comprensión. No son los salarios de quienes laboran para el sector Público los responsables del mismo.
Por eso refrendamos nuestro más fuerte compromiso de luchar por todos los medios a nuestro alcance de que no sea el pueblo trabajador, tanto el del sector público como el del sector privado, el que deba pagar las consecuencias del déficit fiscal que ninguna persona trabajadora generó.
¡Felicidades, pueblo heleno! Desde Costa Rica nos solidarizamos con vuestra causa.