Respetuosos saludos para todos y para todas: Con toda humildad y transparencia, desde esta Secretaría General de la ANEP que nos honramos en ejercer, dejamos constancia de nuestro más sincero reconocimiento y profundo agradecimiento por todas y por cada una de las acciones y de los esfuerzos que se ejecutaron para garantizar, como así fue, el rotundo éxito que tuvimos este sábado 21 de marzo de 2015, con ocasión de la realización de la ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA; misma que aprobó masiva y aplastantemente, reformar varios artículos estratégicos de los Estatutos actuales de la organización para hacer más firme nuestro concepto y nuestro desvelo por una ANEP LIBRE E INDEPENDIENTE.
Probablemente será difícil pormenorizar cada uno de los esfuerzos y desvelos realizados de manera particular, pero sí fue evidente que el trabajo en colectivo, grupal y en única dirección, nos permitió alcanzar el objetivo estratégico de una reforma estatutaria vital para hacer más soberana la acción sindical de la ANEP de ahora en adelante.
La institucionalidad de la ANEP se consolidó como una casa común de la causa obrera y social costarricense, en la que hay cabida para distintas visiones sociopolíticas y hasta partidarias según cada decisión individual de las personas dirigentes de base, de los afiliados y de las afiliadas, de sus liderazgos nacionales y del personal que en el día a día gestiona el quehacer cotidiano de esta histórica agrupación sindical costarricense. Incluso, la casa común es tan amplia que hasta los partidarios del “extremismo entrista” se pueden expresar, solamente que el anepismo de corazón les cobró su juego sucio en la política interna de la ANEP.
La calidad de las personas asambleístas presentes en esta asamblea, le elevó sustancialmente su carácter pues, con pocas excepciones (incluidas las del “extremismo entrista”), se trató de compañeros y compañeras dirigentes de base de las múltiples seccionales de la organización, las que están debidamente constituidas y registradas en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS); destacándose connotadas personas luchadoras que encabezan presidencias de seccionales y que tienen fuertes liderazgos en sus instituciones y centros de trabajo, líderes y liderazas de mucho respeto y credibilidad.
Estas 250 personas representantes (en contraste con las 7 personas individuales del “extremismo entrista”, como quedó notorio en cada una de las 13 votaciones), de las diferentes seccionales de la organización, llevaron a la asamblea cientos y cientos, miles diríamos mejor, conciencias anepistas que, indirectamente, también estaban en este evento pues confían en cada persona dirigente que se presentó al mismo.
Por otra parte, el equipo de trabajo de la organización se lució espectacularmente: desde la gestión de convocatoria y sensibilización, las cuestiones administrativas y de logística, la edición de los documentos; y, especialmente, el trabajo ideológico de esclarecimiento político permitió este gran logro de la organización. Este engranaje es digno de encomio, de reconocimiento, de agradecimiento.
Particularmente, el debate en el seno de la actual Junta Directiva Nacional (JDN) desde la cual se diseñó la “arquitectura política” que culminó con el rotundo éxito del sábado, fue fundamental, esclarecedor y vital para cimentar el accionar de la agrupación de ahora en adelante. Debemos reconocer la comprensión, el apoyo, la solidaridad y el cierre de filas para materializar en la “constitución” de la organización, como lo son sus estatutos, el concepto profundo de una ANEP LIBRE E INDEPENDIENTE.
En la misma dimensión debe destacarse el responsable y serio compromiso de los compañeros y de las compañeras de la Unidad de Desarrollo Organizacional (UDO) que supieron, según cada realidad y correspondiente dimensión sectorial, motivar a esas conciencias claves de las bases de la ANEP, de alta calificación sindical, para que cerraran filas junto a la dirección nacional del sindicato en la tesis de una ANEP LIBRE E INDEPENDIENTE.
Sabemos que en diversas formas y con igual identificación, los compañeros y las compañeras de la Unidad de Asesoría Jurídica (UAJ), de la Unidad de Economía, Finanzas y de Administración (UEFA), de la Unidad de Capacitación y Formación Político-Sindical (UCFPS), de la Unidad de Relaciones Políticas (URP), hicieron lo propio y lo hicieron con gran convicción. ¡Infinitas gracias!
Podríamos escribir más sobre nuestros sentimientos al respecto y emociones que sentimos por el éxito logrado. Pero no abusaremos de vuestra paciencia leyendo esto.
Sí debemos enfatizar en la imperiosa necesidad de la más fuerte unidad y solidaridad internas pese a la diversidad subjetiva y lógica de nuestra convivencia dirigente y operativa; de profundizar la lealtad a la agrupación y lo que ella representa para miles y miles de personas trabajadoras, especialmente los y las miles de anepistas; de conectarnos con una herencia de 57 años de construcción sindical que está bajo nuestra responsabilidad y que debemos transferirla en las mejores condiciones posibles; de pensar que en estos duros tiempos de exclusión social, de desigualdad, de desempleo y precarización laboral, el rol de la ANEP es de gran importancia para la lucha social en desarrollo, reconociendo otros méritos valiosos que al respecto se hacen desde organizaciones colegas y hermanas en la sensibilidad que defendemos.
Finalmente, para quienes somos creyentes de una forma u otra, debemos dar profundas gracias a El Altísimo, a Nuestro Señor en Cristo Jesús, el Grande, el Todopoderoso, por ayudarnos en esta histórica tarea, por ayudarnos siempre.
Por lo pronto, respetuosamente, recordamos los esfuerzos conjuntos para las tareas de corto plazo que tenemos en perspectiva:
JUEVES 9 DE ABRIL: 15 aniversario del Combo ICE: a las 4 de la tarde y en el auditorio de la Conferencia Episcopal.
VIERNES 17 Y SÁBADO 18: El congreso de la seccional ANEP-JOVEN.
VIERNES 1 DE MAYO: Manifestación internacional de la clase trabajadora mundial. A partir de las 8 de la mañana frente al Correo, al pie de la estatua del Héroe Nacional y Libertador de la Patria, Juanito Mora Porras.