El Ministerio Público realiza investigaciones en la Unidad de Cirugía Cardíaca del Hospital Nacional de Niños (HNN), sobre las razones de la muerte de, al menos, 100 niños fallecidos en los últimos cuatro años en ese centro médico.
Tal investigación tuvo origen en un hecho insólito: la noticia de que uno de los médicos especialistas, supuestamente, abandonó el quirófano, sin concluir él la cirugía que le realizaba a un niño de días de nacido: abandono que habría hecho ante una llamada que recibió en su teléfono celular, estando en media sala de operaciones del HNN para que se presentase a un centro hospitalario privado a fin de atender, aparentemente en horas laborales, a otro niño en internamiento particular y paciente suyo que requería cirugía de apendicitis.
Este hecho lamentable se encuentra en proceso de investigación; al igual que se está investigando el macabro tráfico de órganos, también con la participación de algunos especialistas médicos.
Entre tanto, el joven médico Marco Pérez Campos hace su trabajo con grandes limitaciones en las islas que se encuentran en el golfo de Nicoya, en los EBAIS de las islas Chira, Caballo y Venado y, hasta “a pata pelada” y con los equipos médicos al hombro y casi siempre en lancha. Sorteando las mareas, con gran dedicación y bajo una gran presión, trabaja en la atención de unas tres mil personas.
Sus compañeros lo describen como una persona dedicada, con excelente trato a los pacientes, quienes le retribuyen sus servicios con sonrisas y hasta uno que otro gallito le llevan a su apretada consulta. Sin pago de guardias, ni posibilidades de ejercicio privado de su noble profesión.
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), institución emblema de nuestra Seguridad Social, presenta estos contrastes que, sin duda, son vivo ejemplo de situaciones extremas en los servicios de salud que recibimos los y las costarricenses; y que merecen acciones inmediatas que procuren resolver los conflictos de interés que han copado las diferentes dependencias de la Caja.
En este caso me interesa plantear que deberá la Junta Directiva de la institución regular, con prontitud, la práctica médica; de manera que se establezca que quien trabaje en lo público tenga prohibición absoluta para el ejercicio privado de la profesión médica.
Esta medida fue planteada a la junta directiva institucional por diferentes actores sociales, los cuales junto a la ANEP (sindicato que nos dignamos representar), formulamos 10 medidas para ayudar a la institución a salir de la crisis en que se encuentra. Sin embargo, no se han efectuado acciones en esa dirección y es probable que sus consecuencias sean mayores si no se atiende el problema desde la raíz.
Tal parece que la Caja no vive una crisis estrictamente en lo financiero, sino que trastoca lo moral, lo ético y lo humano. Eso, sin duda, es mucho más delicado
Necesitamos los costarricenses no tener dudas sobre el ejercicio profesional del cuerpo de médicos de nuestro país. Al fin y al cabo juraron servir, no servirse No es admisible que por intereses estrictamente económicos, se dé ni una muerte más, mucho menos si se trata de nuestros niños.
Debemos heredar una institución segura que brinde servicios de salud oportunos y de calidad, como los que procura el doctor Marcos Pérez Campos, de las islas del Golfo de Nicoya.