Para don Julio Rodríguez
En Vela
La Nación
Usted es doblemente deshonesto, con usted mismo y con su profesión de periodista responsable de comentar y orientar a la gente en los temas nacionales.
Es deshonesto con usted mismo porque se autoengaña y quiere engañar haciendo creer que el memorando enviado por el Vicepresidente al Presidente fue una comunicación personal, elaborada en el “sagrado ámbito de la privacidad”, que fue interceptada por un equipo conspirador que posee alta tecnología y especialización en este tipo de delitos.
Es deshonesto con su profesión porque usted bien sabe que en nuestro país los funcionarios públicos, especialmente el presidente, sus ministros, diputados… deben ser transparentes y abiertos a la rendición de cuentas porque además de ser representantes, no dueños, el Estado les paga sus salarios. Además, despista lo noticioso e importante del memorando y lo envuelve en especulaciones con el único propósito de desviar el foco de atención.
Usted sabe bien que ese memorando es un tortón, que no se puede como quiere el Presidente, meterlo en un vaso de agua; sabe muy bien que en este caso no hay tal de intimidad, ni de ámbito sagrado de privacidad, ni relaciones humanas personales; tampoco es un intento de chantaje, amenaza o búsqueda de publicidad gratuita.
Todo esto recuerda a lo ocurrido a Richard Nixon en 1972; también ahí estuvieron utilizando la tecnología para hacer el mal y “garganta profunda”, quien pasó la información, no era ningún vulgar delincuente sino un ciudadano con valores como el funcionario o funcionaria patriota que hizo público el memorando, porque en el o en ella pudo más el bien que el mal que se está gestando. Quizá esto no termine con la renuncia del Presidente y sus colaboradores como ocurrió en una democracia madura como es la estadounidense, pero terminará con el entierro de una casta política y económica nefasta para nuestro país y ese es su gran temor o terror que se huele en cada uno de los párrafos de su desdichado comentario.
El memorando significa una estrategia concebida y escrita por dos funcionarios públicos de alto nivel, pagados por el Estado y lo peor, aceptada y puesta en práctica nada más y nada menos que por el mismo presidente de la república. Las recomendaciones que hacen en contra del estado de derecho, de la democracia, de la autonomía municipal, de la manipulación de la agenda legislativa, de los miedos y la propaganda, entre otros, empalidece la proclama del Melico tantas veces manoseada por usted.
Usted don Julio dice que hay límites que no se deben traspasar y usted con esa posición de desviar la atención del memorando hacia la delincuencia, el narcotráfico y las mafias, dio el paso que le faltaba para dejar regados sus valores éticos.
Todo en esta vida tiene algo de malo y algo de bueno. Lo que tiene de bueno su comentario y su posición en torno al memorando es que le ayudó a muchos costarricenses a abrir los ojos al darse cuenta que no solo existe, sino que está en plena ejecución una malévola conspiración para desestabilizar el país y sembrar el miedo pero no proviene de los izquierdistas, sindicalistas, catedráticos desfasados, o emisarios comunistas, sino de los grupos de poder económico y político que impulsan el Sí, que quieren imponer el TLC aún a costa de violentar los principios democráticos y las leyes mismas… esos que a la distancia parecen y de cerca no cabe duda que son sus amos.
- Ciudadano
Cédula 2-312645
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