La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), integrante de la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), es una organización sociopolítica costarricense, de corte sindical, próxima a cumplir 56 años de existencia.
Su probada y larga trayectoria al servicio de los intereses del pueblo trabajador costarricense, le ha llevado a sostener valores eternos de la lucha obrera nacional, continental y mundial: como el internacionalismo y la solidaridad de clase; entendiendo que “los y las de abajo”, especialmente la clase trabajadora, tienen enormes elementos en común y objetivos estratégicos compartidos, más allá de las fronteras entre las naciones.
A nivel continental, específicamente hablando, la ANEP tiene una fuerte inspiración latinoamericanista y cree en el sueño del venezolano Simón Bolívar, del ideal de la “Patria Grande”; tanto como en el sentimiento de la unidad centroamericana que inspiró la lucha del hondureño Francisco Morazán, aunque la vía que escogió para intentar materializar su sueño no fue la más idónea.
En este ámbito de concepción político-filosófica de nuestra lucha obrera, nos inspiramos en la acción, la obra y el legado del más grande presidente de la República que ha tenido Costa Rica desde que alcanzó su independencia de España, en 1821: hablamos de don Juan Rafael Mora Porras, don Juanito Mora; prohombre y patricio nacional de repercusiones eternas que todavía el pueblo costarricense (porque así lo ha impuesto nuestra clase dominante), no ha dimensionado, con la profundidad que merece, su legado.
Especialmente, está pendiente de real valoración histórica, el papel de don Juanito Mora cuando, en la gran gesta patriótica de 1856-1857, encabezó las fuerzas del pueblo costarricense, incluso a nivel bélico, enfrentando lo que fue la primera ofensiva político-estratégica del naciente imperio estadounidense por tierras latinoamericanas (en este caso, centroamericanas), derrotando a su emisario más connotado, William Walker, por segunda vez, precisamente, en la ciudad de Rivas, Nicaragua, un 11 de abril de 1856. Anteriormente, en marzo de ese año, había tenido lugar la Batalla de Santa Rosa, en territorio de Guanacaste, suelo costarricense, donde triunfaron las fuerzas ticas en contra del grupo invasor gringo. Un año después, en 1857, Walker sería derrotado finalmente, con su fusilamiento.
A éste, la historia oficial de la tradicional hegemonía en el poder dominante le define como un simple “filibustero”, “aventurero”, “facineroso”; negándole a las generaciones ticas que se han venido sucediendo, la comprensión geoestratégica plena de lo que significó la derrota de los primeros invasores yanquis en tierras latinoamericanas; derrota que se dio en suelo nica y que estuvo a cargo de un tico y el pueblo dirigido por él, por don Juanito Mora Porras. Este reconocimiento también está pendiente a nivel latinoamericano.
Hoy en día, la ANEP se siente sumamente orgullosa y complacida de tener relaciones bilaterales estrechas con el legítimo movimiento obrero nicaragüense aglutinado en el Frente Nacional de los Trabajadores (FNT). Con el FNT desarrollamos un convenio de cooperación a favor de la promoción de los derechos laborales y sociales, así como el fomento de la organización sindical (mismo que se conceptúa como Derecho Humano fundamental y universalmente reconocido), entre la población trabajadora migrante que labora en suelo tico, especialmente, la que proviene de la hermana República de Nicaragua.
Específicamente, y con base en los postulados de lo que en la ANEP denominamos “Sindicalismo Ciudadano”, nos emociona mucho la actual experiencia en desarrollo, denominada Seccional ANEP-FNT-Trabajadores y Trabajadoras Migrantes, misma que despliega su trabajo en la comunidad de La Carpio, en San José; así como también, en la comunidad de Guararí, Heredia; y también, con interés en la promoción de estos derechos en zonas de plantaciones agrícolas (bananeras y piñeras, particularmente), como las del Atlántico costarricense. En este caso, coordinamos con la organización laboral hermana, el Sindicato de Trabajadores de Plantaciones Agrícolas (SITRAP), con el cual compartimos destinos en el seno de la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP).
Se ha abierto en estos días una controversia intergubernativa, con un cruce de declaraciones entre el Presidente de la República de Nicaragua, don Daniel Ortega Saavedra y su homóloga costarricense, la señora Laura Chinchilla Miranda. Se nos indica que ésta le ha salido al paso a declaraciones de un presunto sesgo “expansionista” de aquel con respecto a Costa Rica; específicamente, cuando se habla del tema de la provincia de Guanacaste y el asunto de su anexión a Costa Rica, en 1824.
Para la ANEP de Costa Rica, a estas alturas del siglo XXI, la provincia de Guanacaste no se concibe más que como una parte consustancial de nuestra nacionalidad y territorios costarricenses. Los entretelones del proceso histórico que en ese año 1824, llevaron al denominado Partido de Nicoya a promover su anexión a Costa Rica, son trabajo de investigación sociohistórica objeto de gran profundización. Pero la realidad de hoy en día es que en el caso de Guanacaste, no hay nada que discutir ni nada para demandar. Guanacaste es tierra tica y punto.
Lo que sí queremos dejar completamente claro es que la ANEP no cree en la promoción de cruzadas de corte chauvinista y de falsos nacionalismos, que se impulsan en el ámbito de una atmósfera y de una realidad de gran descrédito popular de gestiones gubernativas como la costarricense que encabeza la actual y saliente mandataria Chinchilla. Ella, como parte notable de la hegemonía económico-financiera de sesgo neoliberal que tiene el poder real en nuestra sociedad, promueve esos tipos de TLC’s (tratados de libre comercio), que tienen de todo menos elementos de corte nacionalista a favor del empresariado patriota. Por otra parte, no nos corresponde juzgar al gobierno nicaragüense que encabeza el mandatario Ortega.
Eso sí, es importante que más allá de manipulaciones mediáticas a ambos lados del Río San Juan, el presidente nicaragüense comprenda que el tema de Guanacaste es altamente sensible para el pueblo costarricense y que convendría de parte suya una fuerte y contundente declaración en tal sentido; en el sentido de que se estarían sacando fuera de contexto sus manifestaciones de estos días, pues tenemos entendido que ni él como gobernante ni su propio país pretenden cuestionar, en ninguna sede internacional ni por otras vías, la realidad de que Guanacaste es tierra tica y punto.
En tal sentido, respetuosamente, exhortamos a nuestra organización sindical y social hermana de clase, el FNT de Nicaragua, para que nos ayude en tal sentido, a desactivar esas voces de odio que quisieran un enfrentamiento más abierto entre nuestros dos pueblos; porque recordemos que en este tipo de conflictos entre naciones, quienes sufren las consecuencias de todo tipo son los pueblos, “los y las de abajo”, porque las correspondientes élites de poder que controlan las hegemonías políticas, siguen haciendo sus negocios, acumulando capital y no arriesgan su propio pellejo. El empresariado tico está muy feliz de sus negocios con sus homólogos nicas. De ello estamos más que seguros.
Finalmente:
1) Nos pronunciamos por la solidaridad internacional y de corte latinoamericanista entre los pueblos de Costa Rica y de Nicaragua, específicamente entre su clase trabajadora.
2) Reafirmamos nuestro compromiso de honrar el convenio ANEP-FNT para la dignificación plena en suelo tico de la mano de obra nicaragüense que vive en esta tierra de don Juanito Mora.
3) Rechazamos el desarrollo de cruzadas mediáticas de falsos nacionalismos que solamente pretenden encubrir una mala obra gubernamental, como sucede en el caso costarricense.
4) Solicitamos al ilustrado gobierno nicaragüense del Presidente Ortega para que, de manera contundente, desactive la gritería histérica tica de corte chauvinista que desea hacer más bulla, dejando claro ante su propia comunidad nacional, la latinoamericana y la internacional de que el tema de Guanacaste es un asunto cerrado de realidad y constatación histórica: nada que reclamar, nada que demandar.
5) Exhortar a ambos gobiernos a que se sienten y que discutan el diseño y despliegue de una política pública compartida para el desarrollo estratégico, de corte integral y en armonía con el ambiente y la ecología, de la frontera tico-nica, compartiendo las inversiones extranjeras interesadas en ello. En tal sentido, debemos reconocer que Nicaragua está mostrando una visión de futuro más consistente al respecto.
La ANEP y la propia Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), estamos muy interesadas en que en fecha próxima podamos encontrarnos, en la línea fronteriza tico-nica, con la representación del FNT que éste estime conveniente, para reafirmar que en el ámbito de lucha social y obrera, sindical y cívica, por un mañana mejor, nuestros pueblos trabajadores están más que interesados en la solidaridad y en el logro de objetivos políticos comunes de plena reivindicación laboral y social, con plena soberanía para nuestras dos naciones hermanas.