Al honorable personal de la Policía Penitenciaria:
Al honorable personal Profesional, Técnico, Administrativo y de Servicio del
SISTEMA PENITENCIARIO NACIONAL
La ANEP reafirma, con contundencia, que no seremos sindicato patronal bajo ninguna circunstancia y, en lo específico, no seremos el “sindicato preferido” del Sr. Bertozzi.
La ANEP indica que su posición adversa a la llegada del Sr. Bertozzi no es un asunto personal. No tenemos nada contra él como ser humano. Lamentamos no ser de su agrado y lamentamos que rehúse el diálogo con la ANEP, pues ya él sabe bien que no somos sindicato patronal ni tampoco podrá controlarnos, dándonos migajas para hacer de la ANEP su “sindicato amigo”.
ANEP está convencida de que la misión del Sr. Bertozzi es cambiar la concepción civilista-humanista inherente a una policía penitenciaria, según lo formulan las más modernas corrientes del pensamiento criminológico moderno; para introducir una de corte policial-militarista bajo condiciones de autoritarismo-verticalista.
Las señales son claras.
A) Al señor Danilo Mesén Salas le “torcieron” el brazo y le obligaron a retirar la renuncia que presentara la semana anterior, al puesto de Subdirector Nacional de la misma. Es un misterio lo que sucedió en el despacho ministerial al respecto. Una atmósfera de opacidad parece que será la tónica de la más alta política-institucional en el “gobierno del cambio”. Ni la señora Ministra de Justicia y Paz, ni el señor Bertozzi quieren dar entrevistas de prensa.
B) La concepción de gestión del Sr. Bertozzi de sesgo autoritarista-verticalista tiene como eje central la instauración del miedo en la relación de subordinación jerárquica. Lamentablemente, ANEP debe reconocer que la cultura del miedo en la institución penitenciaria comienza a tomar fuerza.
C) El Sr. Bertozzi cree que la Policía Penitenciaria no debe aceptar la autoridad de los directores de los centros penales. Plantea una “autonomía” política para la Policía Penitenciaria del resto de la política penitenciaria-institucional y de los diferentes sectores laborales a cargo de la misma.
D) El Sr. Bertozzi ha indicado que la única autoridad que él acepta es la de la señora Ministra de Justicia y Paz. Ninguna otra.
E) El Sr. Bertozzi está desalojando del local institucional donde está su oficina y su personal de confianza, a otras unidades laborales del Sistema Penitenciario Nacional que no tienen, según él, relación con la labor de la Policía Penitenciaria. El Sr. Bertozzi quiere ese edificio convertido en “su” cuartel policial”.
F) El Sr. Bertozzi “desterró” de tal edificio a la sección de Arquitectura, pese a que se hizo una fuerte inversión en remodelación de la misma a efecto de tener algún nivel de dignidad en cuanto a espacio físico-ambiental de desenvolvimiento laboral.
G) Nos preguntamos: ¿también le esperará el “destierro” al personal de la Unidad de Atención Psicológica y Desarrollo Humano, que también está ubicada en esas instalaciones?
ANEP, que no es sindicato patronal de nadie, insta a todo el personal del Sistema Penitenciario Nacional a reflexionar sobre esta circunstancia:
¿Enfrentamos la crisis del Sistema Penitenciario Nacional bajo la perspectiva de los postulados del Instituto Latinoamericano de Prevención del Delito y Tratamiento de Delincuente (ILANUD); o, bajo los postulados de la Escuela de las Américas?
¿Enfrentamos el desafío del tratamiento penitenciario a las personas privadas de libertad bajo los principios criminológico-humanistas; o, nos hemos de someter a las concepciones policíaco-militares del encierro carcelario?
¡Atención!: Honorables compañeros y compañeras de la POLICÍA PENITENCIARIA
El pasado jueves 17 de julio del año en curso, dirigentes sindicales de ANEP se entrevistaron con el señor Viceministro de Justicia y Paz, el licenciado Carlos Rodríguez Pérez, quien se hizo acompañar por el Lic. William Hernández Sanabria, Oficial Mayor.
El objetivo de esta reunión fue, en primera instancia, manifestar nuestra disconformidad ante las nuevas autoridades institucionales, puesto que sentimos que el proceso de transición gubernamental próximo a cumplir tres meses, representa ya un retraso significativo en el proceso de diálogo y negociación de temas laborales y de orden institucional trascendentales para el personal policial penitenciario.
En esa reunión, ANEP le reprochó al Lic. Carlos Rodríguez Pérez, el hecho de que el 9 de mayo del año en curso, primer día hábil de este gobernó, ANEP entregó, oficialmente, el documento denominado: “Agenda Laboral para la eficiencia, eficacia y fortalecimiento del servicio de la Policía Penitenciaria con plana humanización del trato a su personal”; agenda laboral que contempla 19 temas laborales altamente sensibles en la cotidianeidad laboral de la Policía Penitenciaria, sin que hasta hoy la administración superior se haya pronunciado al respecto.
De igual manera, la ANEP respetuosamente interpeló al señor Viceministro Rodríguez Pérez sobre el pago de la disponibilidad en la vía administrativa, para honrar los acuerdos firmados con ANEP del pasado 23 de enero; así como el estado actual del Nuevo Manual de Puestos que había quedado inconcluso y sobre el cual ANEP se había pronunciado en contra del documento borrador, al considerarlo “plato de babas”, dado que no incluyó todos los estudios del trabajo coordinado que se efectuó según acuerdo de ambas partes.
Sobre estos temas fundamentales las respuestas fueron: “Todo está caminando muy bien, estamos haciendo los cálculos y las gestiones necesarias, honraremos los acuerdos”.
Obviamente, y con el debido respeto para las mencionadas autoridades, indicamos que este tipo de respuestas, sumamente generales, no satisfizo a la ANEP. Se esperaba una explicación específica y detallada sobre cada uno de los temas en mención.
Mayor preocupación se suma a la ya difícil situación que experimenta el personal policial penitenciario, cuando la administración superior admite estar realizando un análisis para la implementación de un nuevo rol de servicio, “cambio de horarios”. No obstante, no se indica cual sería la propuesta.
Como es ya “vox populi”, en el personal policial penitenciario se viene especulando de que el Sr. Bertozzi implementará el horario de hospital, lo que de ser así sería catastrófico e inviable para la operatividad de la Policía Penitenciaria, pues estaríamos ante la pretensión de que quiten los roles existentes desde hace treinta años, mismos que han venido funcionando adecuadamente. Además, el impacto en el bolsillo laboral de los y de las policías penitenciarios sería demoledor.
Indudablemente, desde la llegada del Sr. Bertozzi, se experimenta el despliegue de una estrategia del miedo para implementar un modelo de gestión de corte autoritario-verticalista que se expresa en los traslados abusivos y deshumanizados que se están percibiendo, en potenciales despidos y cambio abrupto del rol de trabajo y otras circunstancias que la ANEP jamás dejará de plantear de manera pública.