El señor Ministro de Hacienda, don Fernando Herrero Acosta, habló sin pelos en la lengua. Si no se aprueba su paquete de impuestos, deberá tomar medidas “_extremas_”, como las de iniciar despidos en el sector Público.
Según información de prensa, si en el parlamento no le aprueban la reforma fiscal que él y su Gobierno, junto con el Partido Acción Ciudadana (PAC) impulsan, en Costa Rica deberán aplicarse decisiones draconianas, similares a las tomadas ya en varios países de la Unión Europea (UE), tales como: despidos masivos, reducción de salarios, bajas en las pensiones, elevación sustancial de la edad jubilatoria, subida general de impuestos indirectos y otras.
“_En guerra avisada, no muere soldado_”, reza el sabio refrán popular muy oportuno para ser aplicado en esta circunstancia. Como organización laboral a la que pertenecen una gran cantidad de personas trabajadoras asalariadas del sector Público, susceptibles de ser “_despedidas_” si no pasa la reforma fiscal indicada, no nos queda más que hacer un llamado general para que, en primer lugar, se tome con la más profunda seriedad las desafortunadas e intimidatorias declaraciones del señor Ministro de Hacienda; y, a la vez, paralelamente, prepararnos para la defensa del empleo público así amenazado por el Gobierno.
Igualmente, con la misma vehemencia, formulamos un llamado a la unidad de todos los gremios y sindicatos de la Administración Pública central para que analicemos conjuntamente las acciones que, en los más diversos órdenes, habría que adoptar para defendernos de la amenaza que nos lanza el señor Ministro Herrero.
En términos generales, gran parte de las necesidades de recursos frescos para la hacienda pública central se obtendrían si hubiese verdadera voluntad política con sentido estratégico para, por una parte, entrarle durísimo a la evasión fiscal en todas sus formas, la cual ronda el 2.5 % del PIB, según datos de la Contraloría General de la República (CGR).
Y, por otra, abordar el tema de las exoneraciones que, según el mismo Ministerio de Hacienda lo reconoce, anda por el orden del 6 % del PIB.
Y, si de nuevos impuestos se trata, pues se debe empezar por gravar a las grandes rentas, las astronómicas fortunas, los capitales generados en el exterior.
Somos conscientes de que, efectivamente y en el caso del Gobierno Central, de cada dos colones que se ocupa para su funcionamiento, uno debe conseguirse prestado (endeudamiento). Sí, este es un gran problema pero desde nuestra perspectiva, ese colón que falta está en la calle: se recaudará atacando la evasión, eliminando exoneraciones abusivas y gravando las grandes rentas del capital.
No es con más impuestos indirectos a quienes menos tienen, por más exenciones que se formulen, como resolveremos el problema que tanto agobia al señor Ministro de Hacienda y que para la ANEP también es un gran problema.
San José, jueves 24 de noviembre de 2011.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General