Sistemática ha sido la campaña mediática de la “gran” prensa del poder económico de este país, centrada en desprestigiar, un día sí y otro también, a los empleados públicos y a las empleadas públicas; y, en general, todo lo que sea prestación de servicios desde las diferentes entidades del Estado.
Una de esas formas de desacreditación es la de catalogar a este segmento de la clase trabajadora como vago y holgazán, lo cual es absolutamente ofensivo e injusto, pues la abrumadora mayoría de las personas trabajadoras de la Administración Pública de Costa Rica, son personas honestas, esforzadas y de bajos salarios.
Es en función de lo anterior que la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) y la Asociación Sindical de Empleados del Instituto Costarricense de Electricidad (ASDEICE), emplazan, vehementemente, al Gobierno de la República para que el día viernes 9 de junio, con ocasión del partido inaugural del Campeonato Mundial de Fútbol, que disputarán las selecciones nacionales de Alemania y de nuestro país, Costa Rica; solamente se autorice la paralización de labores durante la ceremonia de apertura y la duración del partido.
Dar un asueto para esta especial ocasión, sin establecer su carácter y sus límites, es reforzar la diabólica y perversa corriente ideológica neoliberal, acerca de la prescindibilidad del Sector Público y de quienes laboran en él.
Además, dado que la autoridad del Gobierno de la República es poco respetada en el ámbito de las empresas privadas, el asueto en mención no es obligante para las mismas; por tanto, se contribuye al reforzamiento ideológico de enfrentar a la clase trabajadora del Sector Privado con su homóloga del Sector Público, porque ésta sí tendría “libre” para ver el partido y la otra no.
Así las cosas, consideramos lo siguiente:
1. La posibilidad de ver ese partido debería ser para tenerla en el propio centro de trabajo, únicamente.
2. La paralización generada por el asueto gubernamental a concederse, debe tener un escrito carácter de voluntariedad, de forma tal que quien no quiera ser arrastrado por la corriente que provoca este fenómeno social, continúe laborando.
3. Además y como es lógico suponer, se debe hacer énfasis en que ciertas labores y tareas absolutamente imposibles de ser incumplidas y cuya continuidad es su esencia misma, no deben ser afectadas por este asueto; tal y como sucede en feriados nacionales obligatorios de acatamiento para todo mundo.
4. Terminado el partido, las labores paralizadas deberían reanudarse inmediatamente, hasta el término total de la jornada respectiva.
San José, 22 de mayo de 2006.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General
Fabio Chaves Castro
Presidente de ASDEICE