El recién pasado 22 de abril, se realizó la primera marcha que aglutino a diferentes Policías, a saber Penitenciaria, Migración, Turística y participaron al menos trescientos oficiales de la Fuerza Pública, de distintas partes del País, evidentemente como producto del creciente descontento ante el abandono de las diferentes administraciones de turno, en brindarle una verdadera reivindicación, social y de calidad a este importante sector de trabajadores.
Pero también es una señal de alerta de que las Policías están “cargadas”, agobiadas, por situaciones de desintegración familiar, falta de liquidez salarial, malas condiciones de salud ocupacional, y además por el “estrés” que ocasionan jornadas extenuantes y algunos malos “liderazgos”. Es hora de dejar de seguir bordeando el precipicio, con manejo retrogrado, del mando que cada día pierde su “autoridad” moral, ante las diferentes manifestaciones de desfachatez, en los acomodos del “sistema” potenciando la corrosión, están “inflando” el malestar como fue puesto de manifiesto en la marcha de las y los Policías.
Es histórica esta marcha por cuanto es sabido, participaron solo quienes estaban en su día libre, algunos de zonas muy alejadas, otros después de haber laborado toda la noche, pero todos con la consigna de que llego la hora de defender sus derechos, por sobre la cultura del miedo, representa el banderazo de salida, y de lo que hemos llamado, el nacimiento de una nueva conciencia de hegemonía, que desecha la corrupción y la falsa “milicia”, es la muestra de que quienes están acostumbrados a manipular el sistema, deben modificar su forma de comunicarse, con sus compañeros de clase, es el surgimiento de una nueva fuerza, amparada en el derecho y la justicia social.
Hemos de señalar que recibimos llamadas, inclusive de comandantes que nos manifestaron a nuestro teléfono personal, su apoyo moral, estando en plena marcha nos enteramos de un comunicado de prensa emitido por el Ministerio de Seguridad Publica, indicando se estaba brindando INFORMACION ERRÒNEA, ante lo que debemos decir, nosotros contamos con la experiencia de lo vivido, como miembro de la Fuerza Pública, pero inclusive nos aseguramos de contar con respaldo documental, que sustente nuestras declaraciones, por eso podemos sostener, que el salario base es de ₡260,200.00 y si bien en algunos casos sumados los incentivos, alcanzan un total de un poco más de cuatrocientos mil colones, esto se dan principalmente en quienes tienen muchos años de servicio.
Aun así, sigue siendo un salario inferior, al que merece quien expone en todo momento su vida, es paupérrimo para quienes están perdiendo su familia, pero que además se ve afectado con la infinidad de procesos, que deben enfrentar las y los Policías, por razón de sus cargos, en algunos casos debiendo incluso pagar abogados, para defensa de causas penales incoadas, algunas inmerecidas, o enfrentar suspensiones, por diversas causas, que en gran mayoría son originadas por la misma administración, que “obliga” el uso de vehículos en mal estado, sumado a jornadas extenuantes, pero sobre todo, originadas en la violación del derecho, nos consta que se violenta en debido proceso, el principio de inocencia, y la prescripción.
Erróneo es, seguir justificándose y no entender que se deben erradicar las malas prácticas, inclusive mintiéndole a la ciudadanía, al señalar que hay más de catorce mil Policías en la calle, cuando la cantidad aún no llega a esa cifra, pero que además esta se divide en diferentes funciones y no todas están en la calle.
Erróneo es pretender seguir manipulando la información y al sistema, asegurando que las y los Policías, no ganan mejor por problemas académicos, cuando existe un amplio número de “rasos” profesionales, en Administración, Derecho, Psicología, Criminología, Educación, etc. Podemos considerar erróneo seguir interfiriendo, en los nombramientos, o asignar a un funcionario el mando de la seguridad interna, y a la vez la dirección de una región como recargo, como si tal no hubiera de donde escoger, e inclusive asignar al jefe de puesto de esta misma región, la tarea de Subdirector, igual cómo recargo, ¡aun sin contar con los requisitos de ley!
Erróneo es que un “señor”, el cual cuando fue instructor se quejaba de todo, ahora pretenda ordenar, erróneo es que se saque a “vacaciones” a una alta funcionaria, y luego a su regreso supuestamente “degradarla” asignándole una Dirección Regional, ¿Qué paso?
Erróneo es decir que se está limpiando la corrupción, y nosotros quisiéramos que así fuera, que bueno sería que aplicaran el régimen disciplinario, y los reglamentos como el de uniformes, igual para algunos jerarcas que como sabemos son “inmunes”, por eso insistimos en señalar, “el hijo hace lo que ve del padre”. Erróneo es seguir menospreciando la inteligencia de quienes somos estudiosos del “fenómeno” que se da en esta institución, y que estamos con la cobertura de DIOS, en defensa de la legalidad y el derecho, de las y los buenos oficiales, por cuanto estamos en ANEP en defensa del bien común y de las causas justas.