Hemos aceptado la honrosa invitación que se nos hizo de parte del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), para que en este sensible y emotivo acto, conmemoremos los 70 años de entrada en vigencia de la ley laboral más importante de toda la historia nacional: nuestro Código de Trabajo; pilar fundamental de una institucionalidad democrática y de una paz social que, muy a pesar nuestro, cada vez se ven más amenazadas.
Rendimos homenaje a aquellos ilustres costarricenses, líderes del proceso sociopolítico que permitió la promulgación, en 1943, del Código de Trabajo: El Presidente de la República, Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia; monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, Arzobispo de Costa Rica; y Lic. Manuel Mora Valverde, Secretario General del Partido Vanguardia Popular (Partido Comunista).
Pero, también, debemos rendir homenaje a los líderes anónimos, a los hombres y a las mujeres de la clase trabajadora de entonces que, en la calle y convocados por los sindicatos de la época, bajo el concepto de lo que muchos años después llamamos la “Democracia de la Calle”, desfilaron por las calles capitalinas del San José de los primeros años de la década de los 40 del siglo pasado, para que se promulgara el Código de Trabajo.
En la celebración del 70 aniversario del Código de Trabajo, hacemos la más vehemente exhortación a la señora Presidenta de la República, licenciada Laura Chinchilla Miranda para que se apruebe, definitivamente, la Reforma Procesal Laboral (RPL), que viene a ser la más grande transformación del Código de Trabajo desde 1943; modernizándole y actualizándole a la realidad sociolaboral y productiva de hoy, en correspondencia con los compromisos asumidos por el país ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT); compromisos refrendados por ella misma cuando expuso en la propia sede de la OIT, en Ginebra, Suiza, durante su visita en el año 2012.
A la vez, recordamos con respeto, tanto a la señora Presidenta Chinchilla Miranda, como a su propia fracción parlamentaria (al igual que al respecto de las otras agrupaciones legislativas), que su propio Ministro de Trabajo y Seguridad Social, el Dr. Olman Segura Bonilla, ha solicitado la aprobación final de la RPL. De la misma forma, se ha pronunciado la misma Corte Plena del Poder Judicial de Costa Rica.
Debemos recordarle, públicamente a la Presidenta Chinchilla Miranda que sus objeciones a la RPL, expuestas mediante su veto presidencial, ya fueron subsanadas y han desaparecido del todo sus “preocupaciones” sobre la cuestión de las huelgas en los servicios públicos. Este asunto, para la “tranquilidad” presidencial, quedó como siempre ha estado desde que nació a la vida jurídica el Código de Trabajo, en 1943. ¡Nada cambió! A la vez, la mandataria debe tener presente que la RPL recibió, antes de su veto, los dos debates de ley constitucionalmente exigidos y en ambos casos, se obtuvo “lujosa” mayoría parlamentaria interpartidista.
Finalmente, es bueno recordar, “urbi et orbe”, que la RPL se emite luego de un largo proceso (15 años, específicamente), de negociación intersectorial y pluri-institucional a lo largo de los últimos gobiernos. Se trata de uno de esos grandes acuerdos nacionales tan necesarios para una sociedad que como la costarricense vive, actualmente, en alta tensión.
Al igual que en el año 1943, hubo algunos sectores empresariales y productivos, recalcitrantemente opuestos al Código de Trabajo; sectores que siempre creyeron que la explotación obrera inmisericorde les daría paz social. Todo lo contrario. La paz social que se ocupa para un “buen ambiente” de negocios, solamente es posible con Justicia Social y con Justicia Laboral. La RPL apunta en esa dirección, tal y como lo reconocen los más amplios y diversos sectores. Ponerle hoy escuchas a algunas voces productivas que no llevan razón para torpedear la aprobación final de la RPL, cuando tuvieron tanto tiempo en hacer bien visibles sus objeciones, mismas que por cierto, son inexactas por no llevar razón y ser demagógicas; no significa nada más y nada menos que indicar que los acuerdos sociales no valen nada, que cualquier esfuerzo al respecto no tiene sentido y que, si al final se logra algo, se puede deshonrar la palabra y la firma empeñada, en la más absoluta impunidad política. Así no habrá paz en este país y se legitiman otras vías para la obtención de verdadera justicia con inclusión social. ¡En el 70 aniversario del Código de Trabajo, la Reforma Procesal Laboral debe aprobarse ya!
San José, miércoles 11 de setiembre de 2013.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General, Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)
Presidente, Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP).