El pasado lunes 22 de mayo una importante representación de dirigentes sindicales le hizo llegar a la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) cinco propuestas para garantizar la sostenibilidad financiera futura, de mediano y largo plazo, del régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM); en contraposición a la injusta propuesta antiobrera de imponerle a todo el pueblo trabajador una rebaja salarial generalizada del 1 % a partir del próximo primero de julio.
Varias de esas propuestas desafían un orden macroeconómico-financiero que ha entronizado la desigualdad en el país en alto grado y con el gran riesgo de que se vuelva irreversible.
Esa rebaja salarial que quiere imponer la directiva de la Caja, del 1 %, no es más que fortalecer ese proceso de crecimiento sostenido de la desigualdad que está afectando seriamente la estabilidad democrática del país.
Además, esa rebaja salarial generalizada del 1 % no resolverá el problema de las finanzas de IVM-CCSS. El castigo al pueblo trabajador se repetirá en unos dos o tres años, con otro 1% de rebaja salarial; amén de que es posible que se imponga una elevación de la edad para pensionarse (hasta 70 años), y de que se tenga que recibir solamente un 40 % del salario como monto jubilatorio.
Por tal razón, las propuestas que seguidamente le compartimos para el fortalecimiento futuro de IVM-CCSS, van en la línea contraria al crecimiento de la desigualdad; y, por ende, tienen a beneficiar a las grandes mayorías trabajadoras del país. Veamos:
Uno: Se propone la tramitación del proyecto de ley conocido como “Pensión Consumo”, actualmente en la corriente legislativa y en la agenda de la comisión parlamentaria de Hacendarios.
Dos: Se propone el establecimiento de una tasa temporal, de carácter progresista y de naturaleza progresiva, a las transacciones financiero-bancarias; del 0,02, 0,025, o del 0,03% y por un plazo predeterminado en la ley que lo establezca, que excluya el pago por tarjeta, el retiro de dinero por los cajeros y la operación bancaria por teléfono celular. Todos aportaríamos para salvar al IVM y, en el caso del salario obrero, ese aporte podría representar hasta un 90 % menos de lo que pretenden extraerle con el 1 % de su salario total.
Tres: Se propone que de los 6 puntos porcentuales de Producto Interno Bruto (PIB) que el Estado pierde, anualmente, por el sistema de exenciones y exoneraciones actualmente vigente, habilitar por 3 años cobro impositivo de, al menos, 2 puntos PIB por esta vía que podría allegarle a IVM, 1 billón 800 mil millones de colones en ese lapso, que es casi el doble del hueco que presentan sus finanzas en este momento producto de la ya denunciada mala praxis financiera. Esto es política y técnicamente viable pues el propio Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuya última delegación de visita en el país se reunió con la ANEP, reconoce que en Costa Rica el 50 % de todas las exenciones-exoneraciones privilegia al 20 % de la población más rica del país.
Cuatro: Se propone considerar la vinculación estratégica entre el sistema financiero del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP), con el del primer pilar, el clásico IVM, de forma tal que haya un fortalecimiento de este sin que la persona pierda un solo centavo de lo que le corresponderá por el ROP al momento de la jubilación.
Cinco: Se propone la revisión profunda del proceso de transferencia ordenado por el artículo 78 de la Ley de Protección al Trabajador, de dineros de las empresas públicas estatales para el fortalecimiento de IMV; cuantificando lo transferido, lo que está pendiente o en mora y ampliando el esquema legal obligatorio para tal finalidad, con proyectos que ya están en la actual corriente legislativa al respecto.
Cada una de estas propuestas merece un comentario más amplio, pero, sobre todo, una explicación lo más sencilla posible para que logremos la mayor comprensión de lo que significa cada una.
Trataremos de ir logrando en sucesivas entregas el propósito indicado en el párrafo anterior. Por ahora nos hemos limitado a mencionarlas con la idea de que se tenga noción de que la estabilidad futura de mediano y de largo plazo de IVM-CCSS requiere de decisiones estructurales y de fondo; por otro, que las propuestas inmediatistas, “apagaincendios”, cortoplacistas con carácter de ocurrencia (como esta de la rebaja salarial del 1%), solamente agravarán más la situación de IVM y nos expondrán a un cataclismo social en materia de pensiones en pocos años.
Sin embargo, el factor clave en todo esto es la movilización obrero-social. Tanto como para que se dé la reversión del 1% y la actual directiva de la Caja cambie su posición; como para que este tipo de propuestas y otras de semejante calibre avancen y se impongan, se ocupa de una gran fuerza social en unidad y con fuerte movilización. Ojalá logremos interiorizarlo de la manera más profunda.