La Caja es de Pueblo, no de los dirigentes sindicales

“Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a su mesa; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.”
José Martí

Wálter Quesada Fernández
Rafael Ángel Mora Solano
Giovanny Ramírez Guerrero

Nos referimos al artículo titulado “_Undeca firme y consecuente en la defensa de la salud del pueblo_”, publicado en la sección de opinión del Diario Extra, el pasado 22 de junio y firmado por Martha Rodríguez, Secretaria General Adjunta de esa organización, en donde con enojo desmedido desenfunda su pluma (suponemos que lo escrito es de su autoría), como si se tratara de un duelo contra el compañero Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP.

El pecado de Albino Vargas fue haber hecho un llamado de autocrítica y autorreflexión a toda la dirigencia sindical de la Caja Costarricense del Seguro Social, incluida la misma ANEP, en su columna del miércoles 30 de mayo último, y titulada “_La Caja y el chorizo de mezclar lo público con lo privado_”; en vista de la grave crisis que afecta a esta institución y enfocada en tres aspectos que en nuestro criterio carcomen a la Caja, a saber: 1) El conflicto existente entre el interés público y los intereses político-partidistas. 2) El conflicto existente entre el interés público y los intereses mercantiles de quienes hacen jugoso negocio con la salud (o más bien, con la enfermedad) de las personas. 3) El conflicto existente entre el interés público y el interés gremial.

Al parecer es en el punto tres en donde doña Martha no está de acuerdo, por lo que suponemos que sí avala el enfoque del resto de lo escrito, lo cual ya es muy bueno. Pero, doña Martha se rasga las vestiduras y llama al compañero Albino Vargas “_traidor_”, por haber escrito el siguiente párrafo:

“_Autocríticamente debemos asumir nuestras propias responsabilidades gremiales siendo cómplices por omisión (para decirlo lo más “suavemente” posible) de que esto estuviera pasando, durante tanto tiempo, ante los ojos de prácticamente todas las agrupaciones sociolaborales y profesionales que tienen vida al interior de la Caja. Algunas agrupaciones hemos decidido asumir nuestra responsabilidad histórica en el actual marco de condiciones críticas que enfrenta la CCSS y proponer medidas correctivas a todo esto, pero sin quitar derechos laborales consolidados que ya tiene la inmensa mayoría de la población trabajadora institucional que no es integrante de los “estamentos reales” del gremialismo corporativo que forma parte del segmento más rico del país. Ha llegado la hora de hablar claro de todo esto: la Caja es del pueblo, no de los dirigentes sindicales_”.

¿Qué tiene de injurioso, de afrenta, o de traicionero ese párrafo?, ¿Por qué no se sintió usted doña Martha o los compañeros de Undeca más bien identificados con la segunda parte de ese párrafo, es decir, dentro de las organizaciones que han decidido asumir su responsabilidad histórica proponiendo medidas correctivas para afrontar esta crisis, y denunciando anomalías y corrupción, como dice usted lo han hecho desde UNDECA?
En verdad nos parece que las motivaciones de su escrito no tienen que ver estrictamente con la columna de don Albino, sino más bien, con una estrategia inducida por otros de confrontar y por qué no decirlo hasta declarar la guerra a una organización sindical que como la ANEP, siempre ha caminado a la par de UNDECA, como organizaciones hermanas de clase y en defensa de la seguridad social; llegando a un nivel de empatía política tal que tanto la misión como la visión estratégica que la ANEP ha definido para sí misma, UNDECA la adoptó y hasta un banner tiene en su sede central señalando la coincidencia de ideas estratégicas.

En la ANEP no nos estamos autonombrando los “_salvadores_” de la Caja y aunque tenemos una menor afiliación que UNDECA, la nuestra es representativa y eso nos da el derecho a opinar y a crear dentro de nuestra afiliación una sensibilización social de profundo rostro humano con relación a la grave crisis de la seguridad social en nuestro país.

Priva en este momento un llamado al diálogo, al respeto mutuo entre dos organizaciones que como UNDECA y ANEP, tienen una gran responsabilidad sobre el futuro de la Caja Costarricense del Seguro Social.

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