La tragedia en Honduras se hace grande

Hay una cosa que no existe: El olvido
Jorge Luis Borges

No han vuelto a decir nada de lo que viven los casi ocho millones de habitantes, ni de sus muertos y heridos de la Resistencia Popular, con el propósito de darle tiempo a la ‘democracia para enderezar su curso’.

Por voluntad del gobierno norteamericano, Honduras se ha convertido en laboratorio de la nueva doctrina de Barack Obama para América Latina. Consiste en el uso de fuerza temporal para “rectificar” el rumbo de la democracia en caso de su “desvío” del contexto establecido por El Gran Patrón. La idea original pertenece al teólogo e intelectual preferido de Obama, Reinhold Niebuhr quien escribió: “decir que el uso de la fuerza en la democracia a veces puede ser necesario, no significa cinismo sino el reconocimiento de la historia, los defectos del hombre y los límites de su razón”.

El experimento ‘Honduras’, da luz verde para nuevos golpes en América Latina de duración corta pero de consecuencias trágicas que podrían desatar guerras civiles en algunos países en la lista del Departamento de Estado. ‘Rectificar’ el curso de la democracia significa terminar con el ALBA, retornar al país a las corporaciones globalizadas, disciplinar la mano de obra, eliminar sindicatos, terminar con todas las instituciones colectivas, erradicar la noción de la solidaridad e implantar la individualidad y la ignorancia al estilo norteamericano para lograr total dominio de la población.

El nuevo presidente de Honduras, Porfirio Lobo es en realidad “el hijo” del golpe de Estado cuya función principal consiste en legitimizarlo y hacerlo parecer como necesario para “fortalecer” la democracia, supuestamente “violada” por Manuel Zelaya. Lo primero que hizo con el aval del Congreso fue dar amnistía a los golpistas, inmunidad al golpista Roberto Micheletti haciéndolo senador vitalicio al estilo Pinochet. Remuneró al ejecutor del golpe, general Romeo Vásquez Velásquez con un sueldo suculento de director de la Compañía Nacional de Telecomunicaciones (Hondutel). Como se esperaba intensificó la represión desatada por Micheletti contra el pueblo y su Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), utilizando tácticas israelíes y el uso de paramilitares colombianos.

Actualmente Honduras bajo el “rectificador” Porfirio Lobo se ha convertido en tumba de periodistas. Solamente en marzo fueron asesinados cinco hombres de prensa que ni siquiera pertenecieron a la resistencia sino se atrevieron a exponer la corrupción y la injusticia reinante. Todos fueron acribillados en el interior de sus vehículos con AK-47. y Lobo dice que ajuste de narcotraficantes. Si a los periodistas están matando con tanta facilidad ya podemos imaginar el nivel de la represión contra campesinos del Aguán, los obreros de máquilas, los maestros y todos aquellos que gritan diariamente en la calles: ¡¿Estás cansado? / ¡No! / ¿Tienes miedo? / ¡No! / ¿Entonces? /!Adelante, Adelante, que la lucha está constante!”

Esta voluntad del pueblo no puede ser silenciada ni por Lobo ni por la nueva base norteamericana instalada en el lugar.

Fuente: ARGENPRESS.info

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