Lo que COMEX nos oculta

Existen mecanismos de índole legal que le garantizan a la ciudadanía obtener información sobre los resultados obtenidos por Costa Rica a raíz de la suscripción de anteriores tratados comerciales. La Ley No. 8.056 del año 2000 denominada “Para las negociaciones comerciales y administración de los tratados de libre comercio, acuerdos e instrumentos del comercio exterior”, indica que “deberán indicarse los efectos de esos tratados, convenios e instrumentos en el sector productivo, en los flujos de comercio y en la balanza comercial; su impacto en la generación de empleo e inversión; los nuevos exportadores y productos de exportación; los conflictos presentados, y un análisis de sus efectos en el consumidor”.

Lastimosamente, la Contraloría General de la República ha señalado en diversos informes que el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) no ha cumplido con la citada ley, a pesar de que ese ministerio ya superó la enorme cantidad de ¢1.300 millones en promover el TLC con Estados Unidos (Semanario Universidad #1.673). Hoy volvemos a recibir el bombardeo de una nueva campaña publicitaria, superficial y poco educativa.

A raíz de lo anterior, me voy a permitir señalar algunos datos correctamente documentados para ayudar a visualizar y proyectar las consecuencias de un TLC con Estados Unidos.

Hace más de una década México y Canadá firmaron un Tratado Comercial con Estados Unidos y, según datos de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), en su informe anual 2005, México cuenta con una esperanza de vida de 73,4 años (en Costa Rica sin TLC es de 78,1 años), el porcentaje de la población analfabeta de 15 o más años es de 7,4% (en Costa Rica sin TLC es 3,8%), su tasa de mortalidad en menores de cino años por cada 1.000 nacidos es de 28 (en Costa Rica sin TLC es de diez). Asimismo, según el último reporte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en su clasificación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) por país, México se ubica en el lugar 53 del mundo con un indicador de 0,81 y Costa Rica (sin TLC) se ubica en el lugar 47 del mundo con un indicador de 0,84. Recordemos que dicho indicador se fundamenta en el nivel de vida de la población, la esperanza de vida, la educación y la producción por habitante.

Aunado a lo anterior, durante 2005, 1,2 millones de personas (desde luego mexicanos) intentaron cruzar la frontera sur de Estados Unidos, por lo que el presidente Bush firmó una ley que autoriza la construcción de un muro, el más largo del mundo, con una longitud de 1.100 kilómetros y con un costo de alrededor de $8 mil millones. Lo anterior hace que se cuestione el porqué el TLC mexicano con Estados Unidos (Nafta) los llevó a semejantes consecuencias y por qué México no logró mediante el TLC con Estados Unidos el paraíso que nos vende Comex.

Ahora repasemos otro TLC, el de Costa Rica y México a raíz del tratado firmado entre nuestros países desde 1995, de esta forma podremos comprobar desde otra perspectiva las posibilidades de Costa Rica con estas aperturas comerciales.

Desde la firma de dicho tratado (1995-2005), México ha invertido $450 millones para colocar sus productos en Costa Rica mientras que nuestro país solo ha colocado $32 millones en México, es decir, solamente el 7%.

Los mexicanos en Costa Rica ya dominaron el mercado de los productos elaborados con base en masa (Maseca, Masarica, Tortimasa y Tortiricas), también están dominando la industria de embutidos, quesos, panes y jugos. Hi-C fue adquirido por mexicanos y marcas nacionales de pan como Camacho y Schmidt desaparecieron con el ingreso de empresas como Breddy y Bimbo.

Analizando las experiencias tica y mexicana con respecto a estos tratados comerciales, les dan la razón a diversos sectores y académicos que aseguran que las economías más grandes van devorando a las más pequeñas, creando oportunidades a las grandes empresas en detrimento de las condiciones sociales de los pueblos. Hoy Costa Rica conserva todavía condiciones sociales e instituciones que economías más grandes envidian, haciendo que la oposición al TLC con Estados Unidos sea objetiva y razonable.

Los defensores del TLC no deben insistir en multimillonarias campañas publicitarias al mejor estilo de las cansadas campañas políticas, superficiales y que ocultan lo verdadero e importante. La confrontación se alimenta cuando la información se oculta o se manipula en contra de la verdad y los derechos de la ciudadanía, Comex está a tiempo de reivindicar, la historia lo juzgará.

*Presidente Siproceice

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