Los cristianos y el TLC

Sin duda el referéndum sobre el TLC como una nueva expresión de nuestra democracia ha reavivados los fuegos y pone en la palestra el papel que nos corresponde jugar a los cristianos en este proceso y desde ahora reconocemos que su sola convocatoria resulta una bendición que nos aleja de la violencia. Para nadie es un secreto que la intransigencia que había sostenido el gobierno de don Oscar Arias que pretendía aprobar el TLC a golpe de tambor hubiera generado un enorme conflicto de insospechadas consecuencias.

Ahora a todos los costarricenses y particularmente a los cristianos se nos ha abierto un portillo y podremos discutir abiertamente los pro y los contra del mencionado tratado. En días pasados, ello no era posible para nosotros, pues quien supuestamente estaba llamado a representarnos en la Asamblea Legislativa el diputado Guyón Massey en forma poco decorosa –aceptando generosas prebendas – se alió al Partido de Gobierno y sus políticas neoliberales contradiciendo los objetivos esenciales del partido que establecen entre otros “ la defensa de la dignidad inherente a la persona humana, cualidad establecida en los principios cristianos fundamentales, definidos por Dios en la Biblia, lo cual implica el fortalecimiento de la igualdad, libertad, solidaridad y justicia social como forma básica de convivencia social y política.”

Ello obligó que el ex diputado cristiano Justo Orozco, tuviera que salir a los medios y aclarar que “ los evangélicos están contra el TLC y denunciar que aquellos que lo apoyan en su mayor parte “son mercaderes del evangelio”, pues resulta obvio, que el TLC, tiene poco de Tratado Comercial y mucho de una ideología salvaje que pregona la abolición del Estado Social de Derecho, obligándonos como país a renunciar a los principios CRISTIANOS DE SOLIDARIDAD Y JUSTICIA SOCIAL.

Que en mi condición de ex candidato a Alcalde, sobre este tema se me hace imperativo hacer algunas reflexiones, porque el referéndum no se trata de emitir un simple SI o un NO, se trata de marcar el derrotero por donde transitara el pueblo de Dios en los años venideros y afectará el futuro de las próximas generaciones.

Que el asunto debemos analizarlo desde todas sus aristas, de ahí que debemos primeramente preguntarnos ¿de donde viene el dinero que financia la millonaria propaganda de radio y televisión a favor del TLC”? Sin mayor esfuerzo podemos deducir, que ese oscuro dinero proviene de las empresas transnacionales, adoradoras del becerro de oro, que serán las únicas beneficiadas del tratado junto con los mismos tagarotes de siempre y como dice el refrán “quien paga la música, manda el baile”.

Ya mucha tinta se ha gastado sobre lo bueno y malo del TLC, pero hay aspectos que los cristianos estamos obligados a denunciarlo todos los días haciendo causa común con personalidades de la Iglesia y por ejemplo la Defensoría de los Habitantes, que han sido vehementes en denunciar, no solo la afectación a nuestro régimen social, sino el desprecio a la vida humana contemplada en el TLC, donde sin reparo alguno (ver artículos 10.9.3 y 9.14, entre el bien vida que Dios nos ha dado el tratado opta por privilegiar el comercio y las inversiones internacionales.

Para finalizar reitero que nuestra obligación como ciudadanos consiste en participar del referéndum y como cristianos votar en contra.

LIC. YURI ALONSO RAMIREZ ACON
ABOGADO EVANGÉLICO
Cédula 6 – 130 – 981

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