Los miembros de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) recientemente sostuvieron una reunión con la Asociación Nacional de Alcaldes e Intendentes (ANAI), con el propósito de fortalecer las relaciones laborales en el sector municipal.
Para la ANEP, en estas reuniones es importante dialogar ampliamente acerca de la organización de las municipalidades, pues aseguran que en los Gobiernos Locales el que dirige debe ser el jerarca y no los regidores, afirmación que queda en evidencia tras las huelgas ocurridas en los últimos días en municipios como los de Tibás, Montes de Oca y Coronado, donde los miembros del Concejo Municipal –conformado por los regidores– decide si se aprueban o no los reajustes salariales para los funcionarios de cada alcaldía.
Más allá de decidir “¿quién manda, el Alcalde o los Regidores?”, lo importante es que se dio un buen paso para que –como dijo el Asesor Político de la ANEP– los empleados municipales entiendan que trabajar en la Municipalidad es un servicio publico, y que como tal debe prestarse en las condiciones mas eficientes, para favorecer a los beneficiarios de estos servicios.
Las mesas de diálogo, como mecanismo de participación ciudadana, han demostrado ser una excelente herramienta para construir consensos y establecer acuerdos.
El intercambio de opiniones con tolerancia, buena fe, solidaridad y condescendencia, al respetar la opinión mayoritaria, permite preservar el bien común sobre el individual, aún en donde existen posturas extremadamente encontradas.
El efecto vinculante de estas mesas resultará sumamente relevante –aunque no exista obligatoriedad–, pues en este tipo de dinámica los compromisos morales deberían pesar tanto como los legales.
Las mesas de diálogo constituirán a su vez una forma de unir esfuerzos para enfrentar al unísono problemas comunes como la escasez de agua y el manejo de desperdicios sólidos producidos por el aumento en el desarrollo industrial y urbanístico que se ha dado en los últimos años en muchos cantones y, con ello, la demanda en calidad y cantidad de estos servicios.
Así pues, esperamos que se inicie en este sector una forma de buscar la paz social y la justicia, tanto para los trabajadores como para los habitantes de los cantones, quienes sufren los embates de la malas decisiones, las confrontaciones, la terquedad y las diferencias políticas de los bandos involucrados.