Según los integrantes del Departamento de Arquitectura, esta situación atenta contra la seguridad e implementación de proyecto en los diversos centros penales del país, ha esto se suma que el nuevo espacio asignado obliga a la desfragmentación del personal por diversas oficinas del inmueble.
Otro de los cuestionamientos que realiza el departamento sobre su traslado, se debe a las condiciones de hacinamiento a las que fueron enviados, ya que antes contaban con un espacio tres veces mayor.
Anteriormente el departamento contaba con un área de 110 metros cuadrados, donde se ubicaban 15 funcionarios, mobiliario de oficina, así como impresoras, plotter, mesa y herramientas de dibujo; distribución que está establecida por el reglamento de construcciones y salud ocupacional. Normas que serían imposibles de cumplir en el nuevo espacio de trabajo
Esta situación estaría afectando el desempeño laboral de estos funcionarios que deben llevar controles diarios y el desarrollo de proyectos para la infraestructura penitenciaria del país.