Se anunció en estos días, un importante recorte al presupuesto del año 2015, aunado al que de “oficio” ordeno el Ministerio de Hacienda, sabemos que don Ottón Solís Fallas, Diputado del Partido Acción Ciudadana, “Impulsará recortes por ¢300.000 millones en ‘gastos superfluos` del 2015”. Urge preguntarse si esto afecta el presupuesto para la seguridad del país, de ser así, es importante mirar si surge de un análisis técnico y profundo de las situaciones que hoy nos muestran un promedio de dos homicidios por día mediante el uso de la violencia. (Armas de fuego o arma blanca).
El crimen organizado y la “guerra” entre pandillas reflejan hoy ochenta y un muertes violentas en el último mes y medio, para un promedio de dos decesos por día, paralelo las estadísticas nos muestran un incremento en los robos a viviendas, sumado a los robos y asaltos que se incrementaron en todas las provincias, lo cual nos dice que no es un buen momento para “bajar” los brazos y “debilitar” el presupuesto de seguridad.
La criminalidad actual amerita en muchos casos que nuestros policías deban trabajar jornadas superiores a las doce horas diarias, lo cual constituye necesariamente el pago de tiempo extraordinario; por ejemplo, las flagrancias obligan en muchos casos a que los oficiales que actúan en una detención, deban permanecer en servicio hasta finalizar las diligencias judiciales.
También es necesario analizar lo siguiente: En promedio al mes sesenta policías de la Fuerza Pública salen del servicio activo por diferentes factores y razones como: jubilación, renuncia y despido; esto nos arroja un promedio de setecientos veinte funcionarios por mes. Estos efectivos deberían ser recuperados de inmediato, por cuanto representa un debilitamiento inminente en la proporción de policía, y la población promedio a la cual se le debe brindar seguridad ciudadana. Además, del debilitamiento expreso, esto significara una mayor explotación laboral para los policías que deberán seguir cubriendo los mismos sectores, aunado al aumento de los desarrollos urbanísticos.
Mecanismos de Control Interno, y una Efectiva Rendición de Cuentas
No obstante, que consideramos importante el tema presupuestario en Seguridad Pública, debemos ser enérgicos al señalar que es imperativo que se resuelva de inmediato la necesidad de establecer mejores mecanismos de control interno y rendición de cuentas, sobre el uso de los presupuestos, así como un cambio inmediato de los funcionarios que hasta hoy demostraron “debilidades” y deficiencias administrando el presupuesto de seguridad ciudadana.
Es preciso, ubicar personas con mayor capacidad de administrar, con absoluto apego al deber de probidad que la ley les demanda, algo que parece y según logramos observar de los informes de auditoría interna del Ministerio de Seguridad no se cumple del todo, inclusive el informe AGSP/SA-01-578-2014 señala, “sobre la ejecución de la sub-partida 5.01.02 Equipo de Transporte en el sub programa 090-03 para el año 2013, el sub programa presupuestario 090-03 contó con un presupuesto superior a los 15.500 millones de colones (¢15.647.969.198,00), para invertir en compra de equipo de transporte”.
Este mismo informe señala que “existió debilidad en la planificación de las compras” y más adelante agrega, “Esta Auditoria considera que al adquirir un volumen de vehículos como el del año 2013, sin que conste un proceso de planificación previo, el sub-programa 090-03, evidencia el riesgo de no poder asegurar que las cantidades y características de los activos adquiridos son los que efectivamente se requerían para la Fuerza Pública, para el cumplimiento de sus funciones substantivas”.
En otro informe de auditoría interna AGSP/SA-01-1214-2014 se señala, en uno de sus párrafos, “Finalmente considera esta auditoría que los funcionario responsables del manejo de los recursos en el sub-programa 090-03 Seguridad Ciudadana, obviando su deber de probidad que el ordenamiento les demanda, no implementaron los controles necesarios para la distribución y control de entrega de las jackets policiales”. El informe AGSP/EE-41-316-2014 nos muestra que se invirtieron más de 1.600 millones de colones (¢1.647.171.954.55), en la compra de 17.429 jackets, y debemos preguntar, ¿Por qué esa cantidad, si no se superan los 14.000 policías? ¿Dónde y a quiénes se repartieron las restantes 3.429 jackets?. Sí según copia de un documento en nuestro poder, el saldo de inventario es cero.
Estamos en una encrucijada, es por ello que de manera equilibrada decimos, es necesario mantener el presupuesto de Seguridad Ciudadana, pero bajo una nueva administración, dirección y en estricto control del gasto.