Con ocasión de la firma de un inédito acuerdo político-partidista y social-sindical, el pasado viernes 26 de junio de 2015 y en el marco esplendoroso que ofrece el Teatro Popular Melico Salazar, entre el Partido Acción Ciudadana (PAC) y el Partido Frente Amplio (PFA), con el colectivo sindical latinoamericanista PATRIA JUSTA; se ha dado un paso diferente y esperanzador para el desarrollo de la Democracia costarricense, la revitalización de una institucionalidad venida a menos, así como la posibilidad de atajar el crecimiento desbocado de la desigualdad, dando espacio al diálogo social con negociación efectiva.
El acuerdo, aprobado por las mil personas presentes, todas y todos dirigentes político-sociales y sindicales (articuladores de organización para la movilización), está generando gran polémica y controversia, lo cual nos entusiasma mucho pues dinamiza el debate nacional sobre las erradas políticas públicas que han estado vigentes en el país todos estos años, generadoras de una gigantesca deuda social; en contraste con las que habría que impulsar para atender las diversas manifestaciones de la pobreza, de la exclusión y de las desigualdades que tales políticas públicas dejaron; todas, por cierto, fuertemente impulsadas en los tiempos de los gobiernos del viejo “PLUSC”.
Algunos detractores de este proceso, detentadores directos del poder político-económico tradicional o que le sirven a éste, sin la más mínima cortesía de analizar el contenido del que hemos llamado “Una Agenda Patriótica por el Bien Común”, se han lanzado en su contra, apelando a las desgastadas muletillas ideológicas típicas de la Guerra Fría; intentando asustar a la población costarricense con el concepto sociopolítico y filosófico de “Izquierda”, pero utilizado en su versión panfletaria, hueca, propias de personas con pobres intelectos y con grandes debilidades argumentales como para comprender cuál es la maravillosa oportunidad de que Costa Rica, con el aporte de todos se reencuentre como una sociedad en la que, precisamente, quepamos todos.
Las bases sociopolíticas del acuerdo son más que inobjetables. Ha sido firmado por los dos partidos políticos más votados en las elecciones presidenciales del 2014: Acción Ciudadana y Frente Amplio. Ha sido firmado por organizaciones sindicales históricas, de reconocida trayectoria de lucha social y de gran capacidad de propuesta.
Los contenidos de “Una Agenda Patriótica por el Bien Común”, precisamente apuntan a la preservación, recuperación y relanzamiento de una institucionalidad de servicios públicos que fue pensada para el bien común y para la integración social; especialmente dedicada a satisfacer necesidades colectivas que demandan las mayorías ciudadanas del país, especialmente la que está representada en la clase trabajadora.
Sostenemos la tesis de que llevamos en el ADN del ser costarricense, la preocupación por lo social, por el bien común, por la inclusión y la igualdad social. Desde que ejerciera el gobierno el Presidente de la República más importante de toda la historia republicana de Costa Rica, don Juan Rafael Mora Porras, don Juanito Mora, el país inició el impulso de políticas públicas sociales del más diverso contenido a favor del mayor número. Hablamos de mediados del siglo XIX, ¡imagínese usted!, y ya se empezaban a dar las mismas.
La histórica tradición republicana costarricense, hasta la llegada de los programas de Ajuste Estructural (PAE’s), del Consenso de Washington y, en sí, del neoliberalismo, siempre miró a la izquierda, si entendemos por Izquierda todo lo que lleva a la promoción del bien común y de la integración social.
Esa Izquierda, incluso considerando lo esencialmente ideológico de la misma, socialismo marxista, fue una fuente proveedora de esa visión multifacética tan costarricense de la construcción social, que fue de admiración en la América Latina; cuando nuestra institucionalidad construida también lo fue mediante pensamiento con contenido de liberalismo social, Humanismo Cristiano (Doctrina Social de la Iglesia Católica) y la Socialdemocracia clásica del PLN original.
Entonces, es de izquierda que se fundara un INS, en 1924; es de izquierda que tuviéramos Código de Trabajo, Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y Universidad de Costa Rica (UCR). Es de izquierda, nuestra propia Constitución Política, la del 7 de noviembre de 1949 y su capítulo de las Garantías Sociales. Es de izquierda haber firmado, como país, la más hermosa pieza del Derecho Internacional a favor del Bien Común: la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de diciembre de 1948, base fundamental de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es de izquierda la universalización del servicio de electricidad y de agua. Es de izquierda declararnos país verde, con grandes extensiones del territorio nacional convertidas en parques nacionales. Es de izquierda tener una Sala Constitucional que defiende nuestros derechos fundamentales. Son de izquierda, entonces, los conceptos de Trabajo Decente recientemente adoptados por el país, al ser miembro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Entonces, ¿a quién pretende asustar?… De lo que se trata es de ideas para dialogar y para construir.