Por un salario de calidad de vida digna

¿Cansado de recibir un salario que no le permite dormir tranquilo?

¿Ha notado como se esfuma su salario y un día después del pago, tiene que pedir prestado para terminar la quincena?

Si usted es de las personas que no les alcanza el salario ni para pagar las deudas que contrajo para vivir dignamente; usted está siendo sobreexplotado. Así es, lo estafan el gobierno si es empleado público o su patrono particular si trabaja para la empresa privada “que produce libertad”.

Pero… ¿vamos a permitir que el gobierno siga imponiendo esas políticas de empobrecimiento sistemático, a los trabajadores, por la vía de decretos salariales de hambre? El Gobierno dice que no hay plata, pero si hay plata.

¡Qué curioso! el gobierno reporta bonanza en el campo del crecimiento económico del país (6 % de crecimiento en el producto interno bruto, PIB), pero éste y la empresa privada, se niegan a reconocerle a sus empleados, un ajuste salarial que compense, efectiva y eficazmente el alto costo de la vida.

Esa actitud mezquina que practican los dueños de los medios de producción, y los jerarcas de gobierno, son métodos de corrupción solapados, que empleados de manera oficial, la estimulan. Veámoslo así: Los bajos salarios, le permiten al gobierno desde las distintas instituciones públicas, y a los patronos desde sus empresas, apropiarse de la plusvalía; que es el dinero que dejan de pagarle a los trabajadores, por la riqueza que generan. Eso se llama enriquecimiento ilícito. Por otra parte, si el asalariado no gana para satisfacer sus necesidades básicas, la situación lo podía inducir a actuar, de manera incorrecta. Eso implica más corrupción.

Ante tales circunstancias, los asalariados tenemos que pronunciarnos y actuar contra esa forma de distribuir la riqueza que producimos cotidianamente, con nuestro esfuerzo y esmero. Por eso debemos salir a las calles, única forma para abrir las puertas del diálogo y la negociación en procura de la justicia salarial. Prepa-rémonos, súmese al paro, aliste su espíritu de lucha.

¡No al aumento por decreto!
!No al alto costo de la vida!
!No a la corrupción institucionalizada!

22 de junio de 2004

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