Presidente Solís repite estereotipos denigrantes antisindicales contra la clase trabajadora de JAPDEVA

A nombre de la coalición sindical PATRIA JUSTA, de la cual es digno integrante el Sindicato de Trabajadores de Japdeva, Portuarios y Afines (SINTRAJAP), tenemos que censurar las deplorables y desafortunadas declaraciones del Presidente de la República, don Luis Guillermo Solís Rivera, con ocasión de la protesta que protagonizaron integrantes de dicha agrupación laboral, este domingo 8 de marzo, durante la visita del mandatario a los terrenos en los cuales se impondrá el monopolio privado de explotación lucrativa de los muelles de Limón y de Moín, los más importantes del país.

Cuando el mandatario expresa frases contra los trabajadores y las trabajadoras en manifestación en las cuales, por ejemplo, se deja decir que: “Si se quedan ahí será para tomarse unas vacaciones de pocas horas, pero nada va a cambiar”, está implícita una perversa connotación denigrante en contra del personal trabajador de Japdeva y, por ende, de la propia población trabajadora limonense;“olvidando” que él también fue participante en muchas manifestaciones de calle. Creemos que debe disculparse por ello.

Muchos años de agresión mediática en contra de Japdeva por su carácter de empresa pública de propiedad nacional; en contra de su personal por tener una Convención Colectiva de Trabajo de orden constitucional; en contra de SINTRAJAP por haber asumido una posición patriótica y nacionalista, en favor de la soberanía nacional de los puertos costarricenses; llevan al Presidente Solís a alimentar la perversa especie de que este conglomerado laboral es de “vagos que están de vacaciones cuando protestan”.

No quisiéramos pensar que por tratarse del pueblo trabajador de Japdeva el que estuviera protestando, parte fundamental del pueblo limonense, en la mente presidencial hubiese algún otro pensamiento discriminatorio.

Considerando la propia experiencia de la privatización monopólica de los muelles del Pacífico, especialmente el de Caldera, podemos decir que solamente incrementó las ganancias corporativas del empresariado extranjero que lo controla: exterminaron la organización sindical, se precarizaron los empleos que quedaron, se tercerizó mucha de su actividad abaratando la mano de obra involucrada; y pese a que fue abolida la negociación colectiva con el falaz argumento de que la actividad portuaria pública era muy “costosa” para la tal “competitividad”, el pueblo trabajador del país no ha visto ninguna rebaja en productos alimenticios de consumo básico y generalizado (arroz, galletas, pan, macarrones y similares), cuya materia prima de elaboración (básicamente, granos), ingresa por dicha terminal marítima.

Es cuestión de revisar los indicadores sociales de Puntarenas luego de privatizado con carácter monopólico los muelles del INCOP, para constatar la naturaleza legítima de la lucha de SINTRAJAP en contra de otra corporación portuaria monopólica, en este caso en los muelles del Atlántico.

Está más que demostrado que la entronización del monopolio privado en la actividad portuaria de los muelles de Moín y de Limón, encarecerá enormemente la importación y la exportación de productos, resultando gravemente afectado la inmensa mayoría de la población, especialmente la clase trabajadora en todas sus expresiones; esa misma que hoy vive la desigualdad, que sufre la concentración indetenible de la riqueza, la precariedad salarial y el desempleo, así como el altísimo costo de la vida.

SINTRAJAP ha sido contundentemente claro en que su lucha actual es para que Japdeva tenga las mismas condiciones que se le están dando al consorcio transnacional holandés, a fin de competir en el mismo sentido en que lo hace el ICE y el INS, por ejemplo.

Paradójicamente, tenemos el “extraño” caso de un sindicato altamente representativo de una empresa pública pidiendo, luchando y exigiendo que a ésta la dejen competir al más puro estilo de la prédica neoliberal al respecto.

Por demás, estamos completamente convencidos de que tanto en el caso de los muelles de Puntarenas, en su momento; como en el caso de los del Atlántico hoy en día, la hegemonía política dominante que ha controlado la políticas públicas estratégicas en los últimos gobiernos del bipartidismo clásico, le torcieron el brazo jurídico a la institucionalidad republicana, a fin de que contrariando gravemente lo que la actual Constitución Política establece, estos muelles fueran entregados al monopolio privado extranjero sin pasar por la Asamblea Legislativa. En tal sentido, no estamos obligados a reconocer una legitimidad legal para este asalto al patrimonio público.

Hacemos un llamado a la población trabajadora de SINTRAJAP a unirse a los próximos eventos programados para que JAPDEVA permanezca en el tiempo. Igualmente, hacemos un llamado a todas las fuerzas vivas de Limón para que sumen esfuerzos cívicos y defiendan, igualmente, a JAPDEVA que llegó a convertirse a lo largo de los años en algo así como el “Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Limón”. De nuestra parte, PATRIA JUSTA: coalición sindical latinoamericanista, reitera su apoyo a la lucha de SINTRAJAP.

Finalmente, hacemos un llamado a la más grande conjunción de esfuerzos sociales de todo tipo para fortalecer la posición de SINTRAJAP a favor de la institucionalidad pública y en contra de la extracción de recursos patrimoniales a favor de intereses corporativos transnacionales cuyos socios individuales, probablemente, ni siquiera saben ubicar a Costa Rica en el mapamundi.

“Si es sumamente grave que aventureros extraños se atrevan a comprar la patria, lo sería mucho más, e ignominioso, que hijos del país de bruces se la vendieran”. El gran patriota costarricense don Joaquín García Monge, al pie del Monumento Nacional así nos lo advirtió hacia casi un siglo.

Un comentario en «Presidente Solís repite estereotipos denigrantes antisindicales contra la clase trabajadora de JAPDEVA»

  • roger chaves dice:

    Está bueno que ANEP escriba mostrando los dichos del Presidente y lo que contiene. Y muy bueno que haga ver, por el impacto causado en el Pacífico, por el monopolio privado muellero. Entiendo que la lucha de SINTRAJAP y otros sindicatos es para evitar el daño que una situación así iría a provocar. No es en defensa de libre competancia, como alguien puede pensar al leer la nota: la «prédica neoliberal» es sistemática, total, porque para ésta no es nada más de apertura a competencia sino especialmente dejar al mínimo las regulaciones públicas, entre ellas las que rigen las relaciones de las empresas con las y los trabajadores. SINTRAJAP justamente más bien va por el camino de fortalecer los derechos de la gente frente a las empresas. ¿O me equivoco?

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