¿Tiene usted, que nos honra leyendo este comentario, un familiar, amigo, pariente, conocido que esté privado de libertad, en uno de los centros penitenciarios del país?…
¡Tiene usted, como madre sola jefa de hogar, necesidad de llevar su chiquito o su chiquita, todos los días, a alguno de los CEN-CINAI del país?…
¿Vive usted y su familia en alguna de esas barriadas, de la ciudad o del campo, azotada por el flagelo de la marginalidad social, de la exclusión, de la delincuencia común y, peor aún, penetrada por el narcotráfico y el crimen organizado?
¿Es usted amante de la naturaleza, defensor de la ecología y del ambiente y valora nuestro sistema de parques nacionales y de áreas de conservación, tan admirado fuera de nuestras fronteras?
Ante la llegada a la Asamblea Legislativa, el próximo martes 1 de setiembre, para su tramitación parlamentaria de obligada observancia constitucional, del proyecto de presupuesto general “de la República” para el 2016; le hacemos un vehemente llamado para que usted, su familia, su comunidad, su organización se informen, se preocupen, se documenten acerca del contenido presupuestario que para los programas respectivos de los diferentes ministerios que los tienen a cargo, se definirá, finalmente, durante la discusión parlamentaria de las próximas semanas.
Por cierto que eso de presupuesto general “de la República” no es real. Por el contrario, debería llamarse presupuesto general “del Estado central”. En el parlamento, anualmente, solamente se tramita como el 40 % de la institucionalidad presupuestaria de todo el aparato del Estado. El otro 60 % lo ve la Contraloría General de la República (CGR) y en ello, los diputados y las diputadas “no tienen vela en el entierro”.
Ahora bien, volviendo al tema de este tipo de recortes, debemos indicar que desde la perspectiva del conjunto de organizaciones para la cual desarrollamos nuestro diario quehacer, y bajo los conceptos sociopolíticos que nos inspiran de lo que denominamos Sindicalismo Ciudadano; anunciamos que nos opondremos, rotundamente, por los más diversos mecanismos a nuestro alcance, a las pretensiones de los fundamentalistas del déficit fiscal y extremistas del pensamiento neoliberal con escaño parlamentario; a la aplicación al proyecto de presupuesto que enviará el Poder Ejecutivo, de recortes irracionales, irreflexivos, irresponsables y desestabilizadores de la institucionalidad y de la propia paz social.
Este tipo de recortes irracionales, irreflexivos, irresponsables y desestabilizadores llevarían al colapso, prácticamente total, del funcionamiento carcelario; golpearán aún más la atención de niñez en pobreza y en situación de vulnerabilidad; aceleraría procesos de “mexicanización” de comunidades enteras ante el debilitamiento de programas de seguridad ciudadana; y, propiciarán mayor destrucción de nuestros parques nacionales, azotados hoy, casi de manera incontrolable, por cazadores, traficantes y operadores del narcotráfico; arriesgándose, además, las vidas de miles de turistas nacionales y extranjeros.
En el caso de las cárceles (Ministerio de Justicia y Paz); de los CEN-CINAI (Ministerio de Salud); de las comunidades en proceso de “mexicanización” (Ministerio de Seguridad Pública); y de los parques nacionales y áreas de conservación (Ministerio de Ambiente y Energía); los respectivos presupuestos programáticos ya recibieron, respectivamente, un primer recorte cuando llegaron al Ministerio de Hacienda para ser considerados, pues esta es la entidad que, finalmente, elabora el proyecto de presupuesto para 2016 ante de su envío a la Asamblea Legislativa.
Estos cuatro servicios públicos que estamos utilizando como ejemplo del riesgo de recortes irracionales, irreflexivos, irresponsables y desestabilizadores ya recibieron una primera “macheteada” presupuestaria cuando llegaron a la cartera de Hacienda, procedentes de sus correspondientes ministerios.
De seguro, les esperará una segunda “macheteada” en la comisión legislativa de Hacendarios, que tiene mayoría de diputados afines a esos recortes presupuestarios irracionales, irreflexivos, irresponsables y desestabilizadores
Esto es realmente grave, antidemocrático, inhumano y anticristiano. Las personas privadas de libertad están ya en gran precariedad dentro de las prisiones. Los jueces siguen ordenamiento internamientos, aumentando sensiblemente la población penitenciaria; pero el personal y los recursos para atenderles disminuyen con este tipo de recortes. Para 2016, los recortes en perspectiva podrían todavía más en peligro las vidas humanas inmersas en la dinámica carcelaria (personal y población internada).
No merecen los chiquitos ni las chiquitas de los CEN-CINAI que les reduzcan su ración de comida, de alimentos, tanto en cantidad como en calidad, en el 2016. Los recortes que se ven venir para tal programa son una especie de “crimen social infantil”.
La Fuerza Pública no soportará más reducciones presupuestarias extremistas frente al fenómeno, repetimos, de la “mexicanización” de un gran número de comunidades afectadas por la desigualdad social.
¡Y ni qué decir de los parques nacionales!… Ya destruidos, ¿qué les mostraremos a los y a las turistas?
Como vemos, la movilización social, ciudadana y laboral, bajo los valores de la Democracia de La Calle es imprescindible para enfrentar esta situación. Los recortes irracionales, irreflexivos, irresponsables y desestabilizadores golpearán a quienes menos tienen. ¡Esto no debe suceder más!