Profunda consternación y enorme indignación causa a la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), que los maestros y los policías estén entre los sectores laborales más numerosos del personal estatal-central, que ven en seria amenaza su salario quincenal, su aguinaldo y el venidero salario escolar.
La severa crisis fiscal en desarrollo empieza ya a mostrar cuáles serían sus primeras víctimas directas: maestros, policías y personal técnico-administrativo y profesional de los ministerios y entes adscritos a los mismos. Esto es preludio de una conmoción social de alcances insospechados.
La severa denuncia de que el gobierno anterior no hizo la debida previsión presupuestaria para terminar la gestión de la administración central del Estado para el presente año 2018, amerita una profunda exploración ciudadana y la demanda cívico-obrero más fuerte y contundente que, en nuestro caso, formulamos públicamente por esta vía.
“Particularmente, don Luis Guillermo Solís Rivera, ahora Expresidente de la República, así como don Helio Fallas Villegas, como Ministro de Hacienda del gobierno tienen la ineludible obligación ético-moral de referirse ampliamente a este punto de enorme riesgo para la estabilidad de la misma democracia”, comentó Albino Vargas, Secretario General de la ANEP.
Se ha anunciado que el presente gobierno Piza-Alvarado ha enviado con fuerte urgencia política un presupuesto extraordinario por la cantidad de ¢600 mil millones para poder “terminar” el presente año 2018, ante un presunto ocultamiento, “olvido” o quién sabe qué, de parte del gobierno pasado de no hacer la debida previsión presupuestaria en tal sentido.
La ANEP considera que la gravedad del problema tiene tres aspectos que deben generar una alarma social generalizada: 1) Estamos ante un riesgo de conmoción social como nunca antes en la historia nacional. 2) El diálogo político-social ante la profundización del grave problema fiscal nacional es más que urgente y estratégicamente preventivo. 3) Imposible seguir ocultando, invisibilizando, menospreciando o minimizando la gravedad del altísimo nivel de la deuda pública y el pago de los intereses que la misma exige a diario, pues no habrá paquetazo de impuestos posible de enfrentar este megaproblema fiscal nacional.
ANEP planteará el asunto a lo interno del conglomerado sindical nacional que está unido en abierta oposición al combo fiscal-expediente legislativo 20.580, a fin de que se introduzca en el análisis estratégico de la necesaria respuesta obrero-social al mismo, en el nuevo escenario que abrió el planteamiento al país de la propuesta sindical común “Una reforma fiscal justa y solidaria para Costa Rica”.
A la vez, definitivamente, la movilización ciudadana y sociolaboral será imposible de evitar ante el agravamiento de la situación indicada que, una vez más, nos lleva a reiterar nuestra afirmación planteada hace ya bastante tiempo y muchísimo antes de conocerse la verdadera realidad del problema fiscal nacional: la clase trabajadora no es la responsable del déficit fiscal: ni la pública ni la privada.