En días recientes, desde el Plenario Legislativo y a través de los medios de comunicación, el diputado Oscar López hizo una serie de comentarios sobre el lenguaje inclusivo, sobre el INAMU, su presidenta, sobre sus programas y hasta sugirió un cambió de nombre a la institución.
El ataque, violento y sin fundamentación, evidentemente tenía como propósito no declarado provocar una reacción ante la opinión pública para recuperar un poco de atención mediática para el señor diputado, cuya gestión no ha brillado por sus ideas, ni por sus propuestas en su desteñida e inadvertida gestión legislativa.
De esta manera, los comentarios irresponsables del señor diputado lograron exacerbar en redes sociales y otros medios, el más retrógrado machismo y el reforzamiento de estigmas y estereotipos falsos en contra de las mujeres e instituciones como INAMU. Abrir semejantes brechas entre la sociedad en lugar de cerrarlas es un lamentable resultado de una acción irresponsable.
En el fondo, el señor diputado exhibió una profunda ignorancia sobre las instituciones públicas y sus funciones, no ha presentado ni presentará estudios ni diagnósticos bien fundamentados ni sus correspondientes propuestas bien diseñadas y concertadas con los sectores sociales, todo estará ausente, pues el verdadero objetivo del señor diputado ya se cumplió: Salir en tele, recuperar (según él) interlocución y visibilidad en la opinión pública, sacar a flote su invisible gestión; lamentablemente confunde los fines con los medios, y los resultados son lamentables.
Para la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), y la seccional ANEP-INAMU, es importante aclarar los siguientes puntos:
1. Sobre el lenguaje inclusivo. El lenguaje inclusivo, ese que tanta resistencia genera todavía en muchas personas, refleja la voluntad de hombres y mujeres por construir un lenguaje que supere la invisibilización; el uso del lenguaje inclusivo no es una opción “lingüística” que vamos a consultarle a la Real Academia de la Lengua o a una persona profesional en filología. El lenguaje inclusivo es una opción política. Creemos que el idioma es un producto social, vivo, maleable, perfectible, que refleja nuestros valores, nuestra historia, nuestra visión de mundo, está en cada sociedad y persona que su lenguaje refleje los valores que persigue o los dogmas a los que vive atada, por eso, como personas conscientes, deliberada e intencionalmente, creemos que el lenguaje lo construyen las personas, no las academias, y por eso creemos y hacemos uso del lenguaje inclusivo como parte de la construcción de una sociedad inclusiva que contribuya a cerrar las brechas y la invisibilización histórica y cultural a la que han sido sometidas las mujeres.
2. Sobre el INAMU y su presidencia. Desde su creación, el Instituto Nacional de las Mujeres INAMU, mediante la ejecución de sus programas, ha brindado a miles de mujeres el apoyo, la asesoría, el acompañamiento y la protección para superar las enormes brechas culturales y económicas; los diversos programas que ejecuta el INAMU tienen que ver con emprendedurismo, atención de víctimas de violencia por razones de género, educación y promoción de acciones afirmativas que superen toda forma de discriminación; su gestión ha sido posible gracias al trabajo de mujeres y hombres de una incuestionable mística y compromiso que han puesto y ponen cada día al servicio de toda la sociedad costarricense su aporte a la construcción de una Costa Rica más inclusiva y solidaria.
Toda alusión a una confrontación o ataque a los hombres es falsa, gracias a INAMU, nuestra sociedad se ha visto obligada a confrontarse así misma con valores y prácticas que nos han impedido progresar con equidad e igualdad, y a nuestro parecer, pese a todo el camino que nos falta por recorrer hemos avanzado y progresado como sociedad por instituciones fundamentales como INAMU.
Nuestra organización, en su función primaria que es la defensa del trabajo decente, y los derechos y reivindicaciones de las personas trabajadoras y como actor social de amplia interlocución social también está comprometida con el progreso social y de las instituciones necesarias para ello; en reiteradas ocasiones hemos denunciado las enormes limitaciones que se le han impuesto al INAMU, muchas de ellas responden a reglas presupuestarias rígidas que le impiden su fortalecimiento institucional, o una más eficiente ejecución presupuestaria, pero no por ello cuestionamos su razón de ser y su importancia a la sociedad costarricense.
La gratuidad de los cuestionamientos a la gestión de la presidencia del INAMU por parte del diputado Oscar López son falsos, infundados y temerarios. Ciertamente podemos coincidir o no en aspectos específicos de la gestión de la presidenta del INAMU doña Alejandra Mora, pero la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados ANEP y la Seccional ANEP-INAMU, respaldan su gestión, su calidad e integridad humana, y su irreprochable compromiso con los objetivos institucionales y sociales que su cargo le exige y rechazamos en todos sus extremos los ataques violentos del diputado Oscar López.
3. Sobre algunos programas y un cambio de nombre al INAMU. Nos resulta bochornoso tener que referirnos a algunos de los exabruptos del diputado Oscar López, pero es necesario aclararlos. Cuando propone cambiar el nombre a la institución por “Instituto Nacional de las Lesbianas” ¿exactamente a quién pretende ofender? ¿A las personas servidoras en el INAMU? ¿A las mujeres lesbianas en nuestra sociedad? No cabe insulto alguno, nuestra organización es respetuosa y cree en los derechos humanos fundamentales y las reivindicaciones de la población LGBTI, y en particular considera que las mujeres lesbianas son sujetos de toda nuestra consideración, respeto y dignidad. Los insultos y chapucerías expresadas por el diputado desde el plenario legislativo nos avergüenzan como sociedad.
Cuestiona el diputado Oscar López en un matutino televisivo el motivo por qué INAMU atiende y apoya a la población transexual. Realmente es lamentable que una persona que sabe y ha experimentado la exclusión y la discriminación y que según él lucha contra ella, se haga estas preguntas. La población transexual en Costa Rica ha sido brutal y sistemáticamente discriminada, agredida y excluida. Desde sus propios hogares, desde el mismo sistema educativo, desde muy jóvenes, esta población es arrojada y marginada a las calles, rechazada y estigmatizada, que INAMU y la sociedad trabajen y promuevan su reconocimiento e inclusión es una obligación moral como sociedad y una devolución por todo lo que esta misma sociedad les ha negado.
A nuestra membrecía y a toda la sociedad costarricense, la exhortamos a que no preste oídos a los ataques violentos del diputado Oscar López, que no demos pie a la provocación por redes sociales y otros medios a las reacciones de odio, misoginia y machismo que ha desatado en algunos sectores todavía rezagados en el irreversible proceso de construir una sociedad más inclusiva y solidaria que derribe hasta el último muro de intolerancia y discriminación por género. Y finalmente, que reflexionemos sobre nuestro papel ciudadano y electoral cada vez que vallamos a votar y en la calidad moral y prestigio de las personas que estamos eligiendo para que legislen a nuestro nombre.